Leopoldo Burgos es uno de los más importantes hacedores culturales que tiene San Rafael. Casa Burgos es uno de los espacios de referencia que tiene el departamento para actividades vinculadas a la música, literatura, pintura y escultura.

La casa de Leopoldo Burgos es patrimonio cultural de la provincia (desde que Julio Cobos era gobernador de Mendoza). La historia de ese espacio cultural es riquísima, y por allí han pasado artistas locales, provinciales y nacionales. Sin embargo, no es tenida en cuenta por el Estado municipal, al punto de que –según afirma Leopoldo- el director de Cultura, Guillermo Romano “jamás va a ver un espectáculo o una muestra artística”.

Desde tu lugar, ¿cómo ves el valor que se le da a la cultura en San Rafael tanto por parte del Estado y los hacedores culturales?

Hay varios hacedores que trabajan y que apuestan por la cultura. Yo te puedo hablar desde Casa Burgos, desde donde he visto una gestión invisible. Han sido cuatro o cinco años en los que nos hemos movido nosotros, con nuestros propios fondos y con nuestros auspiciantes que siempre han estado. Si no, no podríamos armar una agenda cultural.

Lo veo chato a lo que está pasando, desde la parte del Estado.

Los que trabajamos desde el lado privado, lo hacemos a pulmón, a través de los sueños y las ganas de seguir generando, que nos motivan a poder armar una agenda cultural, darle oportunidades a artistas consagrados y emergentes para desde otro lado, darles una mano cuando no se los tiene en cuenta.

¿Y el público apoya?

El público varía dependiendo del clima. Cuando es invierno o llueve, la gente no sale. Cuando hace calor sí lo hace. Por eso armamos una agenda cultural y la producimos para otoño-invierno, más temprano, y aumentamos en primavera-verano.

 Está bueno destacar que hay empresarios que sí apuestan a la cultura local.

Así es, si no fuera por ellos no se podría. Y no hablo solo de empresarios, sino de comerciantes también, que tiene la sensibilidad de apoyar. Por ejemplo un restaurante que te ofrece canje para que lleves a comer a los artistas… cosas así que han alimentado para que esto pueda continuar.

 ¿Cómo has visto la evolución de la casa desde que la tomaste como espacio cultural?

Yo soy la tercera generación y llevo 14 años. Empecé en 2001 y ha sido muy gratificante por la cantidad de gente que ha sido parte (me refiero a los artistas). El proceso ha sido continuo y bueno. Nos ha permitido pagar los impuestos (los servicios, porque Rentas está exento por ser patrimonio).

Pero hemos fracasado en que no la pudimos arreglar. No tenemos un Estado que tenga conciencia sobre lo que es patrimonio, entonces no se puede.

 ¿Dónde crees que está esta falta de conciencia?

La falta está en la desidia de los gobernantes, tanto departamental como provincial. Ahora vamos a ver con el cambio en la provincia, qué tal se viene. Pero hay desidia, no hay interés.

Al sanrafaelino común no le gusta este tipo de cosas. Va al teatro si viene Moria Casán, pero a los que hacen teatro local les cuesta un montón.

Si traemos a Marcelo Ayub o Bruno Gelber, y explota, pero traemos un concierto de los chicos del IPA (Instituto Profesorado de Arte) y vienen los parientes. Es la idiosincrasia.

¿Has pedido subsidios?

La única vez que lo hice, fue sin conocerlo, fue a Cobos y firmó la autorización. Con eso se salvó el piso y arreglamos la parte eléctrica de la parte principal. Fue cuando la declaró patrimonio de la provincia. Tuve una suerte enorme, porque nos dio 40 mil pesos, pero esa plata llegó al municipio y después tardaron dos años en sacarlos… se los gastaron y tuve la casa dos años con problemas y casi cerrada.

Ha tenido ayuda de algunos políticos locales que han colaborado de alguna forma, que sí han tenido la sensibilidad, pero es totalmente ajeno al área de Cultura.