Las luces amarillas se prenden en señal de alarma. La economía argentina no sólo depende de su performance doméstica, sino que el frente externo puede jugarle a favor o en contra en cualquier período. Un lunes negro con pérdidas récord en varios mercados del mundo dejan más en evidencia que hay que decirle adiós al viento de cola que el país supo disfrutar.

Esto significa que los factores que beneficiaron a la Argentina durante varios años del kirchnerismo ya no son tan favorables, y si las variables macroeconómicas no se corrigen, el efecto negativo podría aún ser mayor. Las condiciones externas adversas del nuevo panorama internacional provienen tanto de países próximos y lejanos geográficamente, pero la economía siente su golpe más fuerte en el comercio exterior.

Los problemas locales se superponen con los de afuera y complican el panorama de cara a 2016. A continuación, éstos son los principales factores externos que hoy afectan a la Argentina:

• Soja en caída: el exceso de oferta en Estados Unidos por una mayor oferta derrumba los precios en el mercado internacional. El precio de la soja cotiza a u$322 la tonelada en la Bolsa de Chicago y se ubica así en el nivel más bajo en ocho años. Y el índice Commodity de Bloomberg –que promedia 22 materias primas– está en el menor nivel desde 1999. Según un estudio de Fundación Mediterránea, los precios de las materias primas cayeron un 35% en los últimos 12 meses. Porcentajes y números que complican a un país que ante todo exporta soja, trigo y maíz.

Si bien algunos analistas consideran que los precios aún son razonables y aún no pone en jaque a la economía, el panorama se complica por las distorsiones internas. Un 25% de las exportaciones argentinas son productos primarios. El resto son manufacturas de origen agropecuario (39%), de origen industrial (32%) y combustibles (4%).

• Efecto dragón: la devaluación del yuan sacudió a los mercados del mundo, pero las réplicas aún generan temblores. China devaluó su moneda porque busca crecer más, y para eso debe aumentar sus exportaciones. A pesar de los controles a las importaciones, los productos de origen chino van a presionar para entrar porque son más competitivos. «El menor crecimiento del gigante asiático y la devaluación de su moneda enciende una luz amarilla sobre el poder de fuego asociado a la reservas ‘prestadas’ de China, más allá de un impacto inicial acotado de unos u$s240 millones», especificó el Banco Ciudad en su último informe.

El gigante asiático es el segundo socio comercial para el país, y sus tropiezos no pasan desapercibidos. El ex vice ministro de Economía, Jorge Todesca, sostuvo en Infobae TV que la situación de China tendrá impacto en el país porque «los mercados estarán más volátiles y con mucha especulación. Se puede complicar la posible vuelta a los mercados financieros del próximo gobierno porque son más conservadores». Estas piedras en el camino se dan en un contexto de necesidad de dólares.

• Crisis verde-amarela: Brasil entró en recesión técnica luego de dos trimestres consecutivos de caída de la actividad, y de acuerdo a datos oficiales del Banco Central de Brasil, su economía podría descender un 1,5% en 2015. La Argentina no se salva de las malas noticias de su primer socio comercial. Una combinación de costos en dólares que suben y la devaluación del real complican a las exportaciones argentinas, y pone en ultimátum al débil superávit comercial del país. La pérdida de competitividad afecta ante todo a los sectores automotriz e industrial.

DANTE SICA: «HAY QUE OLVIDARSE DEL VIENTO DE COLA Y DE LOS SÚPER COMMODITIES».

La alarma sobre el comercio exterior suena con mayor frecuencia. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) registró caída en las exportaciones de los primeros seis meses del año, y en el saldo de la balanza comercial fue de u$s1.232 millones en el primer semestre. Con todo, el saldo comercial se encuentra en el nivel más bajo en 15 años, y una vez más, la caída de las exportaciones complica la entrada de dólares.

La caída de los precios del petróleo, en cambio, le juegan a favor al país, porque un 12% de lo que importa son combustibles y lubricantes. El barril de WTI se ubica en u$s38 y según un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), durante la segunda mitad de 2014 «los indicadores económicos eran mucho más débiles de lo que se esperaba y eso también tuvo un impacto en los precios del petróleo». En la actualidad, es la crisis de China que está golpeando fuerte a las commodities y a los mercados.