San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Por primera vez, una nave llegará mañana al misterioso Plutón

Lplutn-lunasa comunidad astronómica y los amantes del espacio vibran de entusiasmo. Mañana, a nueve años y medio de haber salido de la Tierra a bordo de un cohete Atlas V, la sonda New Horizons, de la NASA, se convertirá en la primera nave humana en llegar a Plutón, el misterioso y pequeño mundo helado que transita por las fronteras del sistema solar.

La cita, que ocurrirá al cabo de una travesía de 5000 millones de kilómetros, hará historia. «Será como embocar una pelotita de golf en un hoyo a tres kilómetros de distancia», tuiteó ayer el popular astrofísico norteamericano Neil De Grasse Tyson.

A lo largo de todo el día, y a una velocidad que deja sin aliento (50.000 km por hora, la más rápida que haya alcanzado una sonda espacial), la misión New Horizons tomará fotos en alta definición y medirá los parámetros geofísicos de Plutón y de su luna, Caronte, dos objetos celestes que desataron algunas de las contiendas más acaloradas de la astronomía del último siglo.

«En los próximos meses vamos a aprender mucho de astronomía, de geología planetaria y de cómo se formó el sistema solar -afirma Diego Bagú, uno de los directores del Planetario de La Plata-. Esto abre una puerta magnífica a la exploración espacial.»

Cuando Clyde Tombaugh lo descubrió, en 1930, se creyó que Plutón tenía aproximadamente el mismo tamaño que la Tierra. Hoy se sabe que podría caber cómodamente entre Buenos Aires y Ushuaia.

«Sería interesante hacer un gráfico de la evolución del tamaño de Plutón desde su descubrimiento hasta los ochenta, cuando se logró tener una estimación precisa: cada vez se hacía más pequeño -cuenta el astrónomo uruguayo Gonzalo Tancredi, que acaba de ser elegido vicepresidente de la División de Sistemas Planetarios de la Unión Astronómica Internacional (UAI)-. Si uno extrapolara eso, directamente hubiera desaparecido.»

Tancredi fue uno de los que redactaron e impulsaron la moción que mandó a Plutón a la «primera B» al adjudicarle la categoría de «planeta enano».

 

 

«En la reunión de Praga de 2006 (meses después del lanzamiento de la sonda), se planteó la discusión acerca de qué había que entender por «planeta», porque desde 1992 en adelante se había detectado un conjunto de objetos más allá de Neptuno que, en algunos casos, eran aún mayores que Plutón -detalla el científico-. Gracias a los avances tecnológicos, y motivados por trabajos de un colega uruguayo, Julio Fernández, que había planteado la existencia de un cinturón de objetos transneptunianos, varios investigadores comenzaron a buscar y desde entonces se descubrieron más de 1000 en esa región, que pasó a tener características muy similares al cinturón de asteroides que está entre Marte y Júpiter. Se especula con que allí también podrían existir millones de objetos, en algunos casos comparables o mayores que Plutón. Surgió entonces la necesidad de adoptar una definición del término «planeta» desde el punto de vista científico. Se marcaron tres características: que el objeto orbite el Sol; que tenga una masa suficiente como para que adopte una forma cuasi esférica, y que sea dominante en su zona de influencia gravitacional. Esta última propiedad la cumplen los ocho planetas tradicionales, pero los cuerpos menores, o «planetas enanos», comparten su órbita con objetos de características similares. Tal es el caso del asteroide (hoy planeta enano) Ceres, Plutón y también de Eris, diosa de la discordia, descubierto en la década del 2000.»

«Había una disyuntiva -coincide Bagú-: o se aumentaba considerablemente el número de planetas o se daba de baja a Plutón.»

Jerárquicamente, los objetos principales son los planetas, que culminaron un proceso de aglomeración de objetos más pequeños hasta en cierta forma quedar aislados en su órbita. Luego vienen los planetas enanos, y en una tercera categoría estarían los objetos irregulares, como asteroides y cometas. «No se descarta que queden por descubrir otros objetos de tamaño comparable al de Plutón en la frontera del sistema solar -dice Tancredi-. El problema es que, como las órbitas pueden ser muy elípticas, la mayor parte del tiempo están a grandes distancias, y por lo tanto son más difíciles de divisar.»

Sería imposible no dejarse ganar por el asombro que inspiran las rarezas de nuestro vecino lejano. Por ejemplo, su órbita, que recorre en 248 años, dibuja una elipse altamente inclinada y con forma de huevo, tan excéntrica que a veces está a 5000 millones de kilómetros del sol, y otras, a 7000 millones. De hecho, en 1979, Plutón cruzó la órbita de Neptuno y durante 20 años fue el octavo planeta.

Caronte es también un satélite muy particular. Está entre los más grandes del sistema solar. «Plutón es apenas dos veces mayor, por lo que se habla del sistema binario Plutón-Caronte -explica Tancredi-. Ambos cuerpos exhiben un movimiento totalmente sincronizado. El período de revolución de Caronte en torno de su eje y de Plutón, y el de Plutón en torno de su eje son todos de seis días. Por eso se muestran siempre la misma cara.»

El espectáculo empieza mañana, a las 8.50. En el país, tanto los planetarios de La Plata y de Buenos Aires como la Universidad Tecnológica Nacional (Medrano 951) prepararon programas especiales y retransmitirán la señal de la NASA en vivo y en directo.

«Plutón era el único integrante clásico del sistema solar que nunca había sido visitado por una sonda -dice Bagú-. Va a ser una sorpresa tras otra. A todos los que amamos la ciencia y admiramos el descubrimiento nos gana el chico que llevamos dentro. Es histórico.»

 Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1809938-por-primera-vez-una-nave-llegara-manana-al-misterioso-pluton
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