El ingeniero civil Oscar Rodríguez Díez, un profesional pampeano que analiza la problemática de la cuenca del río Atuel, planteó que las obras que proyecta el gobierno de Mendoza en el curso superior del río resultan claramente inviables, por cuestiones legales y por razones técnicas. Además, criticó a las autoridades pampeanas porque, pese a la amplia difusión periodística que tuvo el tema, ninguno de sus organismos competentes ha formulado objeciones ante esta “acción unilateral” de Mendoza sobre ese río de propiedad común, lo que pone en evidencia una grave falencia de parte del Gobierno Provincial.
Primero, porque el fallo de la Corte Suprema de Justicia de 1987 obliga a Mendoza a acordar las obras previamente con La Pampa, como condómino del río -algo que nunca ha hecho-; y en lo técnico por la inapropiada ubicación de las mismas y sus sustanciales deficiencias técnicas; que las hacen claramente inestables frente a los elevados caudales de las crecientes. 
En el tramo entre El Sosneado y El Nihuil, «el río Atuel tiene muy fuertes pendientes y un cauce conformado por graves arenosas, materiales muy erosionables», señaló el especialista, por lo que «tales obras carecerían de la estabilidad necesaria y sufrirían fuertes deterioros, especialmente con los altos caudales de crecientes, por la falta de obras para su control».
La sistematización del cauce del Atuel aguas abajo del paraje La Junta que propone Mendoza, «resulta a nuestro muy bien fundado juicio totalmente inapropiada, porque los problemas que se procura resolver se originan aguas arriba de la ubicación de las obras propuestas para su control; lo que implica un claro desconocimiento de las reales condiciones locales; ignorando los grandes beneficios logrables con un apropiado programa de obras de aprovechamiento».