- Mientras su gemelo idéntico, Scott, permanece un año en la ISS, él se somete a las mismas pruebas médicas para investigar los efectos del entorno espacial en el cuerpo
Entrevista con Mark Kelly, astronauta retirado de la NASA
Y todo ello pese a que no fue un buen estudiante ni el mejor de los pilotos, según confesó ayer en Madrid a los jóvenes de entre cinco y 16 años que asistieron a su charla en el Instituto Internacional.«Trabajé duro. Me marqué unos objetivos, tuve suerte y finalmente me convertí en astronauta», resumió Kelly, que animó a su joven audiencia a dedicarse al espacio: «Necesitamos muchos científicos e ingenieros, tanto en EEUU como en Europa, y aquí en España en particular, para poder explorar la inmensidad del cosmos».
Scott Kelly, gemelo de Mark, en la ISS, donde va a vivir un año entero. NASA
En enero de 2011, cuando su carrera como astronauta estaba en su mejor momento y se encontraba a punto de emprender una nueva misión, un terrible suceso le llevó a replantearse su vida y a abandonar la NASA. Su esposa, la ex congresista Gabrielle Giffords, fue tiroteada en Tucson. Casi muere. Pese a las dudas iniciales, en mayo de ese año, Kelly emprendió su último viaje espacial a bordo del transbordador Endeavour. En octubre de ese año se jubiló como astronauta para dedicarse a atender a su esposa, que le ha acompañado durante su viaje a Madrid, y a trabajar con ella para intentar limitar el uso de armas en EEUU y evitar que se repitan tragedias como la que vivieron.
Aunque ya no es astronauta, forma parte de un estudio de la NASA junto a su hermano gemelo, Scott Kelly, que en marzo viajó a la Estación Espacial Internacional (ISS) para completar una misión de un año junto al ruso Mikhail Kornienko. Los dos hermanos están siendo sometidos a pruebas médicas para evaluar cómo la ausencia de gravedad y las condiciones del espacio afectan al cuerpo humano. Según admite durante una entrevista a EL MUNDO, echa de menos su vida como astronauta:«Es una profesión realmente divertida», asegura.
- ¿En qué consiste exactamente su participación en el estudio de los gemelos? ¿Qué tipo de pruebas le hacen en la Tierra?
- A Scott le hicieron muchas pruebas antes del lanzamiento espacial. Yo tuve que hacer algunos viajes al Johnson Space Center de la NASA [en Houston]. Lo que querían de mí eran muchas muestras de sangre, que han sido distribuidas por diferentes centros y universidades de EEUU y de otros países. También me hicieron todo tipo de pruebas médicas, en el cerebro, el corazón, etc.
- ¿Se las repetirán cuando acabe la misión?
- Tengo otro viaje en septiembre y probablemente otro en febrero para hacer más pruebas.
- Dejó la NASA en 2011. Cuando surgió el estudio de los gemelos, ¿siempre tuvieron claro que sería Scott el que iría al espacio y usted se quedaría en la Tierra?
- Sí, ese estudio surgió después de que él fuera elegido comandante de la misión, así que no hubo que decidir quién viajaría al espacio porque yo ya no trabajaba para la NASA. Iría él. El estudio de los gemelos consiste, sobre todo, en hacer mucha ciencia, a él no le va a llevar mucho tiempo.
- Durante las cuatro misiones en las que ha participado, ha estado en total 54 días en el espacio. ¿Qué molestias o problemas de salud sufrió cuando estaba allí arriba?
- Siempre hay una serie de cuestiones que son complicadas para cualquier astronauta. Por ejemplo, tu sistema digestivo no está contento cuando estás en el espacio. Es duro. Te deshidratas, te cuesta dormir, tu sistema inmune está confuso. Los primeros dos días sueles tener molestias en el estómago, aunque algunos astronautas llegan a sentirse realmente mal. Pero hay algunos medicamentos que podemos tomar. Por otro lado, tu sistema inmune se deprime, aún no sabemos por qué. Y luego está la radiación. Estamos intentando averiguar más cosas sobre este tema. Y parte del estudio que estoy haciendo con mi hermano se centra en ello.
- ¿Es cierto que muchos astronautas tienen que tomar pastillas para dormir?
- Yo sí las tomé, pero no todos lo hacen.
- Un año en el espacio es mucho tiempo pero cuando vayan a Marte tendrán que estar mucho más, el doble como mínimo. ¿Qué asuntos hay que resolver antes de mandar una misión tripulada?
- Desde el punto de vista de la ingeniería, entendemos muy bien lo que tenemos que construir: qué tipo de cohete necesitamos, cuánta comida tendremos que llevar, cuánta potencia tenemos que generar para vivir allí, cómo llegar a la superficie, el combustible… Aunque todavía no lo hayamos resuelto, sabemos qué tenemos que hacer. Pero no tenemos ni idea de qué pasará con el cuerpo humano. No sabemos cómo va a comportarse tras dos años y medio viviendo en gravedad cero. Quizás esté tan debilitado que ni siquiera pueda caminar. Así que necesitamos saber mucho más sobre lo que ocurre cuando vives en el espacio durante mucho tiempo. Ese es el objetivo que hay detrás del estudio que hago con mi hermano gemelo.
- Escribe libros para niños protagonizados por un ratón astronauta (Mousetronaut), que en uno de los cuentos viaja a Marte. ¿En qué año cree que solucionarán esos problemas y el hombre viajará al Planeta Rojo?
- Si realmente queremos ir a Marte, probablemente podríamos mandar gente allí en 15 años.
- Entonces la previsión que hizo Barack Obama cuando dijo que el objetivo era llegar allí hacia 2030 era bastante realista.
- Si de verdad queremos ir, sí, pero no veo muchas pruebas de que queramos hacerlo. Hay que dar un gran empujón. Así que realmente no lo sé. Lo bueno es que una vez que decidamos ir, estoy seguro de que lo conseguiremos. Y ojalá sea con la colaboración de otros países, de la misma forma que construimos la ISS. Porque va a ser caro, más caro que la estación orbital. Pero si lo hacemos juntos, con los europeos, los japoneses, los rusos, y esperemos que con los canadienses y otros países, el esfuerzo será internacional.
- ¿Es la única forma de emprender un reto así, entre varios países?
- Creo que sí. Es un reto enorme. Y además, uno de los grandes beneficios del espacio es la colaboración internacional.
- Aunque ahora esté jubilado, ¿estaría dispuesto a viajar a Marte?
- Sí, siempre que el viaje fuera de ida y vuelta, porque se ha hablado de enviar astronautas sin billete de regreso. Marte es realmente un sitio inhóspito. Vivir allí va a ser realmente difícil, así que no creo que sea un lugar para que nadie se quede 10 años. Creo que seis meses o un año sería razonable. Al menos al principio, hay que lograr que la gente regrese. Quizás en el futuro puedan permanecer allí durante periodos más prolongados.
- ¿Cómo ve un astronauta profesional iniciativas como el proyecto privado MarsOne para establecer una colonia permanente en Marte? Dicen que lo más caro sería el viaje de vuelta, así que los que vayan, no regresarían.
- Ciertamente, será menos caro si no tienen que volver. No estoy en desacuerdo con ellos en que la parte más cara de una misión es el viaje de vuelta, pero creo que es difícil lograrlo y es algo que tendrán que hacer entre varios países.
- ¿Piensa que será necesario regresar a la Luna para preparar una misión a Marte?
- Si no estamos preparados para ir a Marte y los expertos dicen que hay que volver a la Luna, pues merecerá la pena hacerlo. Personalmente creo que lo más importante cuando tomas una decisión es seguir adelante con ella. A veces se toman decisiones y luego se cancelan.
- En menos de un año se han perdido tres cargueros no tripulados con suministros para la Estación Espacial (una nave Progress de Rusia, y dos estadounidenses, de las compañías privadas Orbital Sciences y SpaceX, contratadas por la NASA). ¿Hasta qué punto son preocupantes estos accidentes?
- Tenemos diferentes estándares de seguridad con los cargueros no tripulados que con las naves que llevan astronautas. No ha habido ninguna conexión entre los tres accidentes. Se han debido a fallos totalmente distintos. Ha sido una coincidencia que estos tres accidentes ocurrieran tan seguidos. Ojalá se esclarezca pronto con detalle qué ha ocurrido y se introduzcan los cambios necesarios para intentar evitar que vuelvan a ocurrir. Eso no quiere decir que no vaya a haber más accidentes. Es como en la aviación civil. Hay accidentes de aviones todo el tiempo. Y probablemente pasará lo mismo en el espacio
- Las empresas privadas han formado parte siempre de la carrera espacial, pero ahora tienen un papel más relevante y se espera de ellas que ayuden a abaratar los costes de los lanzamientos espaciales. ¿Para reducir costes se reducen los estándares de seguridad?
- Creo que cualquier compañía aeroespacial que tiene contratos con la NASA realmente intenta operar de la forma más segura posible. Una de las formas de reducir los costes es que no tienes ingenieros del ejército pendientes del programa todo el tiempo. Se trata del primer accidente de SpaceX [hace dos semanas su carguero Dragon hizo explosión poco después de despegar a bordo de un cohete Falcon 9]. Hasta ahora han tenido mucho éxito. Sin el gobierno supervisando todo, puedes construir sistemas razonablemente seguros, pero este es un negocio muy arriesgado, y nunca vas a poder reducir a 0 el riesgo. ¿Qué procesos son más seguros? Lo veremos con el tiempo. Tendremos que esperar. Pero puedo asegurarle que en SpaceX están centrados al 100% en la seguridad. Quieren tener éxito y que todo salga bien. Y lo mismo ocurre con el resto de las empresas privadas contratadas.
- Mucha gente sueña con ir al espacio pero muy pocos lo consiguen como astronautas. ¿Cree que algún día será asequible ir al espacio de vacaciones?
- Ya se puede ir con los rusos, pero es realmente caro así que el acceso al espacio está muy limitado [los multimillonarios que han ido lo han hecho pagando decenas de millones de dólares]. Está habiendo muchos movimientos en la industria del turismo espacial. Aún no ha habido muchos pasajeros que hayan podido permitirse ir al espacio, pero pienso que acabará ocurriendo. Creo que pronto habrá gente haciendo vuelos suborbitales [que permiten experimentar la ingravidez durante algunos minutos] con Virgin Galactic como con otras compañías, que también los van a ofrecer. Yo mismo participo en una empresa de turismo espacial, [World View Enterprises], que hará viajes en globo. Y llegará un día en el que viajaremos por la Tierra no necesariamente en un avión, sino, quizás, en una nave espacial. Podremos, por ejemplo, viajar de Los Angeles a Madrid en 45 minutos.
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