Es que existe una generalizada impresión de que el pontífice sorprenderá con definiciones fuertes y gestos audaces en cuestiones de voltaje político y social, además de las de su propio campo religioso. Porque su discurso y su sensibilidad latina –que son ya una marca registrada de su pontificado– a priori hacen juego con la realidad de las naciones que visitará, caracterizadas por deudas sociales, tensiones políticas, escollos para la integración regional y cortocircuitos religiosos. A lo que se suma una identidad latinoamericana que hace juego con la suya. En ese sentido, no es un dato menor que Francisco podrá expresarse en su propia lengua.
Uno de los hombres del Vaticano más cercanos a Jorge Bergoglio, el laico Guzmán Carriquiry, vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina –que lo acompañará en el periplo–, lo acaba de decir con todas las letras: “Nosotros esperamos muchas sorpresas y salidas de los discursos”, vaticinó a la prensa. Y agregó: “El Papa, que tiene un lenguaje muy directo y simpático, se va a comunicar en su lengua y eso va a potenciar su libertad y su expresividad”.
Subrayó además, el hecho de que este será el primer “viaje pastoral”, hecho y derecho, a América Latina porque el anterior, a Brasil, hace dos años, fue para presidir un acontecimiento internacional, la Jornada Mundial de la Juventud. Lo que le permitirá, pues, ser mucho más específico respecto de las realidades nacionales y regionales.
Por cierto, la elección de esos tres países para su primera gira latinoamericana es toda una definición. “Escogió tres países periféricos, ni siquiera medianos, en línea con su posición de priorizar las periferias que es, como él dice, desde donde se ve mejor el conjunto”, apuntó Carriquiry. Pero señaló que, a su criterio, se trata de “periferias emergentes porque cuando Juan Pablo II los visitó, hace 30 años, eran países con una pobreza generalizada con enormes desigualdades, una inestabilidad política impresionante y una Iglesia muy polarizada”.
“Hoy –añade–, después de 12 años de gran bonanza económica que sigue (se prevé que este año van a crecer entre un 4 y un 5 %), salieron del inmovilismo las masas indígenas campesinas, que son importantísimas, se incorporaron como protagonistas de la nueva ciudadanía”.
Con todo, Francisco -que partirá este domingo por la mañana a Quito, donde llegará a media tarde- se encontrará en Ecuador con una serie de protestas de la oposición hacia el presidente Rafael Correa, tras una proyectada suba de impuestos suspendida para bajar la tensión ante la visita papal. El lunes celebrará una misa en el santuario de la Divina Misericordia, en Guayaquil, y el martes, otra en el parque del Bicentenario, en Quito.
El miércoles seguirá la gira con el viaje a La Paz, Bolivia, donde estará apenas cuatro horas por la altura (4.100 metros sobre el nivel del mar). Seguirá luego a Santa Cruz de la Sierra. Allí tiene previsto el jueves oficiar una misa en la Plaza del Cristo Redentor y luego participar de un encuentro mundial de movimientos populares, muchos no religiosos, ocasión en la que podría hacer fuertes definiciones sociales.
En Bolivia hay gran expectativa ante la posiblidad de que el Papa se refiera de algún modo al reclamo de ese país a Chile de una salida al mar que el país del altiplano perdió en la Guerra del Pacífico que se libró ente 1879 y 1883.
El Vaticano, ante la prensa, viene siendo muy prudente sobre esta eventualidad, sabedor de la cerrazón chilena siquiera para sentarse a hablar. Pero no se descarta que el Papa haga un llamado al “diálogo regional” en pos de la integración.
Finalmente, el viernes, el Papa arribará a Paraguay donde se espera una formidable llegada de creyentes argentinos que ya han comenzado a cruzar la frontera para saludar al pontífice. Al día siguiente celebrará una misa en el santuario de la Virgen de Caacupé, patrona del país. El domingo visitará una villa de emergencia y luego oficiará la última misa en el predio de Ñu Guazú, al que se prevé que asistan varios presidentes latinoamericanos, entre ellos Cristina Kirchner. Y cientos de miles de argentinos.
A la tarde, emprenderá el regreso a Roma.