El Recon Jet, esa especie de máscara para los soldados imperiales de Star Wars o para el mismísimo Juez Dredd, son unas gafas de acción. Ya sé que en castellano no termina de sonar bien. En inglés, sería la bomba:Action Glasses.
De lo que no cabe duda es de que llaman la atención. Lo vi en la redacción la primera vez que las mostré, y lo pudimos comprobar en la calle cuando salimos a grabar. Si te gusta que la gente te mire, éstas son tus gafas. Pero ¿para qué sirven? (Me lo pregunto yo y lo pregunta directamente cualquiera que las ve). Lo cierto es que sirven para muchas cosas. Ninguna de ellas imprescindible, ninguna nueva, pero el conjunto resulta, cuando menos, molón. Están orientadas para gente que corre o / y monta en bici, aunque, con los sensores que llevan y con la posibilidad de conectarse con otras fuentes externas (pulsímetros…) y dependiendo de desarrollos de aplicaciones por parte de terceros, podrían servir de entrenadores de golf, tenis, hípica o lo que quieran.
Antes de desgranar las características de estas Recon Jet, una prevención: si llevas gafas graduadas, olvídate, al menos de momento, hasta que no saquen pantallas graduadas. Como sucede con todas las smartglasses oaction glasses poner unas gafas sobre otras resulta no sólo grotesco, sino incómodo.
Una vez superada esa prevención (y la barrera del precio: cuestan 577,99 euros y las distribuye en España Kpsport), técnicamente, estas Recon Jet -la firma Recon tiene también gafas específicas para esquí- son un equipo bastante avanzado. Una batería de una cuatro horas de autonomía alimenta un sistema controlado por un procesador dual core de un gigahercio de arquitectura ARM. Es de la misma familia que los de los móviles, pero bastante menos potente que las actuales generaciones, pero suficiente para las funciones que tiene encomendadas.
Están equipadas con acelerómetro, giroscopio y magnetómetro, sensor de presión y puerto de infrarrojos para detectar el movimiento, la altura y controlarlas desde un mando a distancia. Además, integra GPS lo que les permite medir distancias recorridas (incluida la altura por el barómetro) y visualizar nuestra posición sobre mapas y la distancia y velocidad de nuestros desplazamientos. Se puede conectar mediante bluetooth no sólo con el móvil, sino también con sensores externos.
Muestra todos los datos que controla (ritmo, distancia, velocidad, pulso, mapa, trayecto…) en un hud en formato 16:9 colocado en la parte inferior derecha de la lente derecha (en el 85% de la población el ojo dominante es el derecho). Al estar cerca del ojo, la sensación es la de estar delante de una pantalla de 30 pulgadas vista a dos metros de distancia. La información que se muestra en ese hud es configurable a través de la aplicación con la que se controla.
Una cámara montada sobre la lente derecha, ofrece la posibilidad de grabar pequeñas piezas de 15 segundos en resolución 720p o tomar fotografías de lo que el usuario ve en ese momento. Se almacenan en una memoria interna de ocho gigas. Lleva dos micrófonos ambientales y un altavoz integrado.
El conjunto pesa 85 gramos y el equipo se controla desde una app o utilizando un panel táctil (incluso con guantes) y dos botones.
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