BERLÍN.- Espectáculo y poder: el fútbol en sus dos dimensiones aterriza en la capital alemana con la excusa de la excitante final de la Champions League entre el Barça de Messi y la Juve de Tevez.
Con Michel Platini a la cabeza, los dirigentes europeos empezarán a definir este fin de semana una estrategia para actuar en el escándalo de corrupción de la FIFA que le costó la cabeza al presidente Sepp Blatter . Berlín será un escenario de negociaciones sigilosas, intrigas y secretos, digna de los días en que todavía el Muro dividía la ciudad.
La intención de Platini, presidente de la UEFA y enemigo decisivo de Blatter, es empezar a construir una base de poder que le permita a Europa tomar el control de la FIFA.
El ex cerebro de la Juventus no dice todavía si va a ser candidato al sillón de Blatter, pero con el paso de las horas su nombre empieza a sonar con la fuerza de una certeza.
En la cima del escándalo, después del congreso de Zurich, Platini había decidido convocar una cumbre de los presidentes de federación europeos antes de la final en Berlín.
La idea era discutir una línea de acción contra Blatter, incluso la medida extrema de boicotear el Mundial de Rusia 2018 que llegó a proponer el jefe de la FA inglesa, Greg Dyke.
La caída de Blatter desactivó la presión. Platini anunció ayer que suspendía la reunión, «para tomar un poco de distancia». Dijo: «Debido a la naturaleza incierta e imprevisible de estas investigaciones, y de las últimas noticias he decidido que era más sensato aplazarla».
Sin la tensión de una asamblea formal, los hoteles de la organización y los palcos del Estadio Olímpico acogerán el cabildeo para pensar la batalla que viene.
Platini aspira primero a cerrar las heridas que abrió en la UEFA el irritante congreso de la FIFA. Hay figuras clave del poder europeo que votaron por Blatter y quedaron golpeados.
Uno de ellos es Ángel María Villar, zar del fútbol español, vicepresidente de la FIFA y de la UEFA y además padre del gerente general de la Conmebol. Él votó por Blatter, en contra de lo que había pedido Platini. Lo mismo ocurrió con el presidente de la federación francesa, Noël Le Graët.
En otro extremo están los ex candidatos desencantados por el poco apoyo que les dio la UEFA en el combate a Blatter: el portugués Luis Figo y el holandés Michael van Praag. Ellos se retiraron de la competición antes de la redada de la Justicia de Estados Unidos previa al congreso de Zurich.
Por los mismos pasillos rondarán el inglés del boicot y el ruso Nikita Simonian, indignado por la campaña contra la Copa en tierra de Vladimir Putin.
Platini reaccionó la semana pasada con el escándalo consumado y le pidió a Blatter que renunciara. Cuando éste se negó, optó por promover la candidatura del único rival que quedaba en pie, el príncipe jordano Ali ben Al Hussein.
Platini y sus aliados (entre ellos el alemán Wolfgang Niersbach) creen que es el momento de que Europa se muestre fuerte y recupere el poder en la FIFA, después de años en los que Blatter la relegó a partir de su apoyo en el clan dirigencial sudamericano y en los países del Tercer Mundo.
Una de las primeras medidas que analizan reclamar es la plaza número 14 para los próximos mundiales. Ayer lo sugirió el italiano Carlo Tavecchio, un ex blatterista que se dio vuelta ante la evidencia del desastre.
Rusia 2018 y Qatar 2022 también están en el aire, aunque Platini evita alimentar ahora la polémica por la elección de las sedes (que él apoyó en su día).
El siguiente paso del francés será decidir si compite o no por la presidencia. Ayer en Berlín se especulaba incluso con la posibilidad de una candidatura conjunta con el príncipe jordano, como una señal de transversalidad geográfica.
Platini, de 59 años, tiene fama de hábil negociador, dialoguista y buen gestor de su carisma. Desde 2011 logró aglutinar un respaldo casi unánime en el poder del fútbol europeo. La ceremonia global de la final de la Champions le da la oportunidad de tomar la temperatura antes de lanzarse a una aventura mayor.
Hay demasiados factores para considerar. Hasta la geopolítica, siempre en teoría despreciada por la FIFA, pesó como nunca estos días. La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, insistió ayer en la necesidad de «limpiar» el fútbol. Coincide con el británico David Cameron y el francés François Hollande, que no actuarán como espectadores de los acontecimientos.
El fin de semana será intenso afuera y adentro de la cancha. Platini -hábil en los dos terrenos- viene dispuesto a jugar. Esta vez sin la cercanía incómoda de Blatter, ausente por primera vez en muchos años de un evento futbolístico de primer orden.
Fuente: Cancha Llena
Sé el primero en comentar en «La UEFA prepara un plan para tomar el control de la FIFA»