El frente judicial ha vuelto a golpear a la Casa Rosada por su flanco más débil: el vicepresidente Amado Boudou. La Cámara de Casación Penal ha ratificado su procesamiento por un presunto delito de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. La decisión del máximo tribunal penal de Argentina sitúa a Boudou a las puertas del juicio oral, lo que supone un duro revés para la presidenta Cristina Ferández de Kirchner, que impulsó su carrera política, en plena precampaña electoral. 

A. Boudou, un economista liberal reconvertido al kirchnerismo, se le investiga desde hace tres años, cuando estalló el denominado ‘caso Ciccone’, en referencia a la imprenta de papel moneda del mismo nombre que el vicepresidente se habría querido apropiar mediante varios testaferros. Tras varias apelaciones, la Cámara de Casación ha considerado probado que Boudou se quedó con el 70% de Ciccone Calcográfica -que imprimía los billetes de 100 pesos- a través de la firma The Old Fund, para lo que habría incurrido en graves incompatibilidades con el cargo de ministro de Economía que ostentaba entre 2009 y 2011.

Con la decisión de los magistrados de la Cámara de Casación, Boudou podría ir a juicio oral en los próximos meses. Sus abogados todavía pueden recurrir a una última instancia, la Corte Suprema, pero con muy pocas posibilidades de lograr un fallo a su favor. Todo indica que el vicepresidente argentino se sentará en el banquillo de los acusados más tarde o más temprano.

El caso ha vuelto a estallar en plena precampaña electoral. El oficialismo tratará por todos los medios de que el cuestionado vicepresidente, cuyas funciones son desde hace meses cada vez más testimoniales, no sea llamado a juicio oral antes de las presidenciales del 25 de octubre.

En cualquier caso, la decisión de la justicia argentina va a trastocar la estrategia del oficialismo, que había logrado retomar la iniciativa política la semana pasada. En un gesto más de poder, Kirchner impuso al gobernador de la provincia de Buenos aires, Daniel Scioli, como único candidato presidencial del gobernante Frente para la Victoria (FpV) y rodeó al dirigente centrista de los principales referentes del ala dura del kirchnerismo.

A la hora de elaborar las listas electorales de candidatos al Congreso, Kirchner ya había excluido a Boudou la semana pasada. La presidenta, que lo ha mantenido en la Casa Rosada pese a las causas en su contra que acumula Boudou, no le perdona el perjuicio que le ha creado desde que estalló el ‘caso Ciccone’. A partir del 10 de diciembre, cuando deje su despacho en el Senado como vicepresidente del Gobierno, Boudou se quedará sin inmunidad parlamentaria y deberá afrontar los procesos judiciales como cualquier ciudadano de a pie. El vicepresidente tiene abiertas más causas, una de ellas por presunto enriquecimiento ilícito.

De manera sorprendente, Kirchner lo eligió como vicepresidente en 2011, cuando resultó reelegida con el 54% de los votos. Era el hombre elegido entonces para tomar el relevo de la mandataria cuando ésta no pudiera presentarse a un nuevo mandato. Pero su estrella se apagó definitivamente cuando se conocieron las supuestas irregularidades cometidas durante su etapa al frente de Economía.

El ‘caso Ciccone’ saltó a la luz pública por las denuncias de Laura Muñoz, ex mujer de Alejandro Vandenbroele, acusado de ser el testaferro de Boudou. En la causa abierta también fueron procesados otros supuestos socios del vicepresidente argentino, como José María Núñez Carmona -amigo íntimo de Boudou-; Guido Forcieri, su jefe de gabinete en Hacienda, y Nicolás Ciccone, el dueño de la imprenta, entre otros.

La Cámara Federal ya había ratificado el procesamiento de Boudou en febrero pasado. Y hace unos días, la justicia había rechazado el intento de apartar de la causa al juez Ariel Lijo. Ahora, tras el fallo del máximo tribunal penal, la causa parece no dejar dudas: el vicepresidente argentino será procesado por corrupción.  REUTERS

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2015/06/25/558c689546163fb1258b45d5.html