Varios testigos que pasaron esta semana frente al tribunal que preside el II Juicio por delitos de Lesa Humanidad en San Rafael señalaron nuevamente a la bodega Garbín, a la Municipalidad, a los Tribunales y a la sede de Bomberos local como centros de clandestinos de detención durante la última dictadura.
Uno de ellos fue Armando Dauverné, médico y ex director ejecutivo del hospital Schestakow, cuya hermana, cuñado y padre, tanto como él, sufrieron detención y torturas. A su cuñado, Hugo Riera, Dauverné lo fue a buscar a la bodega en cuestión, donde lo liberaron junto a otro detenido un día a las 22.
En otra oportunidad, estando su padre detenido ilegalmente en Tribunales fue llamado por los médicos de la policía: pudo ingresar  a ver a su padre, epiléptico, tirado en el piso con el que no pudo hablar.
También reconoció entre los detenidos  a Ortemberg, Flores, Riera y Barahona. La segunda vez que entró  a ver a su padre, reconoció a un muchacho  de apellido Montenegro que era pintor de cuadros, estaba muy golpeado y según su criterio médico su estado era grave. Aclaró: “Los demás detenidos estaban muy nerviosos, no hablé con ellos, solo revisé a mi padre.” A los cuatro o cinco meses, le avisaron que su papá estaba internado en cirugía del hospital. Esto fue después de una golpiza que le dieron mientras estaba colgado y creyeron que se estaba muriendo, relató.
El testigo refirió que en la Municipalidad, cada vez que iba, lo golpeaban y lo torturaban psicológicamente diciéndole que iban a violar a su hermana y matar a su padre.  En ese lugar, vio a Luis Stuldreher –ex intendente de facto y funcionario de Cobos– y al mayor Suárez, también a Víctor Hugo Quiroga y Edgar Martín Ferreira -conocido en San Rafael por sus programas de radio sobre música folclórica- que eran informantes del Ejército.
Otro de los testigos que habló de Garbín como centro clandestino de detención fue Hugo Adelmo Antonio Riera, quien trabajaba en la CNEA de Malargüe y se desempeñaba como secretario general de ATE en ese departamento.
Riera relató que el 10 de abril de 1976 le ordenaron que se presentara en la Mina Huemul, allí el capitán Bosa le dijo que estaba despedido. El domingo 12 fue detenido en San Rafael, en la casa de sus suegros de donde ya había sido secuestrada su esposa embarazada y su bebé.
Estuvo detenido en un calabozo de chapa en Malargüe, luego lo trasladaron a La Departamental -como se llamaba el centro clandestino de Tribunales- y luego lo llevaron a Infantería, en Mendoza y de allí a la bodega Garbín, donde lo liberaron.
En ese traslado también iba Pepe Berón, que está desaparecido, según relató.
Mario Bracamonte trabajaba en la Municipalidad de San Rafael y militaba en la JP. Fue detenido el 14 de Abril del 1976 cuando se presentó  en la Municipalidad, por orden del entonces capitán Stuldreher para que a cambio, le dieran la libertad a su esposa, Epifanía Torres, que había sido detenida en un operativo de allanamiento en su casa. Sin mediar explicación, lo torturaron en los baños de la Municipalidad.
Estuvo detenido en Tribunales, y relató al respecto: “El 9 de julio llegaron el mayor Suárez, Labarta, Fierro, Guevara, Mussere y el capellán Reverberi (hoy refugiado en Italia); nos dieron una paliza desde las dos de la tarde a las seis. En las noches llegaban borrachos y nos bailaban; en Bomberos me torturaban mientras me preguntaban si era montonero y si conocía a Susana Sanz.”