Todavía hay más cautela que euforia, aunque el pesimismo de los últimos años en el sector de la construcción en Mendoza lentamente comienza a ceder espacio a un optimismo moderado.
Los números y las opiniones de referentes de este sector apuntan en esa dirección ya que en la provincia hay más obreros, más crédito, se vende más cemento y hasta comienza a escasear la mano de obra calificada. Los obstáculos siguen siendo la inflación y la desaparición de empresas constructoras.
«En marzo de 2015, el consumo de cemento nacional en el interior del país alcanzó las 967.701 toneladas, con una suba interanual del 7,7%», señaló un informe de Economía & Regiones. Trece jurisdicciones presentaron una variación positiva superior al aumento del promedio nacional, entre las que está Mendoza con un 22%.
Mientras que acumulado a marzo de este año, el consumo de cemento aumentó en la provincia 16,3%.
Estas cifras marcan una mejora con respecto al año pasado, cuando los despachos de cemento habían caído 2,5%.
La Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de la provincia elabora mensualmente el Índice de Costo de Construcción (ICC) del Gran Mendoza, que marca que entre marzo del año pasado y marzo de 2015, el costo de materiales y mano de obra para construir creció un 24%, pero el dato está lejos de otras mediciones como la del Colegio de Arquitectos de Mendoza, según la cual el precio del metro cuadrado se incrementó un 40% (pasó de 5.191 a 7.252,56 pesos en el mismo lapso), y otros empresarios estiman el aumento en el orden del 45%.
Según el INDEC, la desocupación en el Gran Mendoza cayó del 4,5% al 3,5%, comparando los primeros trimestres de 2014 y 2015. Es decir que 4.000 personas salieron del desempleo en ese periodo gracias al sector de la construcción y el agropecuario.
De acuerdo a datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (Ieric), creció casi el 6% la cantidad de trabajadores registrados de la construcción en Mendoza entre septiembre del año pasado y febrero de 2015.
En el segundo mes del año estaban trabajando en la provincia 12.000 obreros de la construcción. Ese número sólo incluye a aquellos empleados que las empresas tienen «en blanco». Así que teniendo en cuenta que el sector presenta uno de los mayores grados de informalidad en la economía, la cifra real debería ser mayor.