Con las primeras PASO provinciales, hoy los mendocinos van a perfilar quién será el gobernador a partir de diciembre. El peronismo es el único que dirime la principal candidatura, con tres postulantes. Su principal rival es el frente opositor que lidera el radicalismo.
Con la realización de las primeras elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de carácter provincial, este domingo comienza a definirse quién será el próximo gobernador de Mendoza, cuyo nombre se conocerá en la general del 21 de junio.
En esta primera instancia están en condiciones de votar 1.352.973 mendocinos, que elegirán quiénes dejarán de ser precandidatos para transformarse en candidatos, tanto en esa primera categoría, como en las de diputados y senadores provinciales de todos los distritos, e intendentes y concejales de 15 departamentos (se exceptúan Capital, San Carlos y Godoy Cruz, que desdoblaron sus votaciones).
Si bien son ocho los precandidatos que buscan suplantar desde diciembre a Francisco Pérez, la única fuerza que dirime internamente sus aspirantes es el Frente para la Victoria, con tres fórmulas: Adolfo Bermejo-Diego Martínez Palau; Guillermo Carmona-Alejandra Naman y Matías Roby-Ariel Pringles.
El resto, en esta categoría, sólo buscará superar el 3% de los votos que exige la ley 8.619 para seguir en carrera, aunque claro está que algunos lo toman como una verdadera primera vuelta electoral, pensando en el posicionamiento para la general.
Competirán en esta primaria, además del FPV, la dupla radical Alfredo Cornejo-Laura Montero (Frente Cambia Mendoza); el binomio Noelia Barbeito-Héctor Fresina (FIT); Marcia Marianetti-Dante Scanio (MST); Alberto Aguinaga-Adriana Videla Álvarez (Partido Federal) y Luis Galiotti-Eduardo Quiroga (Es Posible).
Oficialismo sin consensos
La noche del sábado 28 de febrero, casi sobre el límite de presentación a la Junta Electoral, el FPV postuló tres listas separadas: la que respondía al oficialismo partidario (Bermejo-Martínez Palau), referenciada en la figura de Daniel Scioli, dada la marcada adhesión de las autoridades del PJ, Pérez y Carlos Ciurca; la auspiciada por el kirchnerismo nacional (Carmona-Naman), distanciada ante el ninguneo oficialista; y la independiente (Roby-Pringles), fruto de la pelea del ex ministro de Salud con su amigo de toda la vida, Pérez.
Así, ese día se comprobó lo revuelto que estaba el río peronista y demostró que los esfuerzos por mantener la unidad fueron vanos.
En realidad los problemas venían de antes. Uno de los primeros puntos de discordia se percibió cuando aún no se definía la fecha electoral. Si bien Mendoza en principio tenía su elección en la misma fecha que la Nación (9 de agosto PASO y 25 de octubre, general), la presión de los intendentes, preocupados por el riesgo de perder poder territorial en esa fecha (por el arrastre negativo nacional), hizo que Pérez decidiera desdoblar.
El lunes 12 de enero hizo el anuncio, en una foto con todos los intendentes del PJ, y también junto a Juan Carlos Mazzón, todavía operador nacional, que no pudo torcer el brazo a los caciques desdobladores.
Tras resolver la fecha, quedaba saber quién o quiénes liderarían la lista. Hasta ese momento había varios anotados. Bermejo, del sector azul; el titular de la Cámara de Diputados, Jorge Tanús, también azul, que insistía más allá de las preferencias de su jefe político, Mazzón, que iba por Bermejo; el intendente de Las Heras, Rubén Miranda, desde La Corriente; Carmona, lanzado desde el kirchnerismo con el apoyo de Unidos y Organizados y La Cámpora; y varios ministros, como Martínez Palau (Transporte) y Roby (Salud).
Las discusiones crecían y la incertidumbre se daba en torno al nivel de consenso que podría haber, los límites de los presuntos acuerdos y cómo se insertaría el kirchnerismo en esos pactos.
A apenas dos días de la fecha límite para el armado de listas, y con la abrupta renuncia de Roby a la cartera de Salud, obligado por Pérez, la ciudadanía tomó conciencia de la feroz interna. Nunca se dijo oficialmente, pero era un secreto a voces que la salida de Roby era el pago que Pérez debía hacer para quedarse con la precandidatura a diputado nacional. Roby repudió la “traición” y prometió competir.
Mientras tanto Carmona, siempre con el apoyo nacional, presionaba por espacios K en la lista mayoritaria.
Otra vez la figura de Mazzón se hizo importante y el 28 de febrero se logró un mínimo consenso en el oficialismo partidario, dejando a Bermejo el protagonismo, a Martínez Palau la postulación a vice (asegurando un acercamiento a la Nación, por su relación con el ministro de Interior, Florencio Randazzo), a Miranda la precandidatura a senador nacional y a Pérez la diputación (aunque estos cargos no se dirimen ahora).
Pero el kirchnerismo quedó afuera. Por eso Carmona apresuró su fórmula con la dirigente de Nuevo Encuentro, Alejandra Naman, que presentó casi a la medianoche. Por eso Roby cumplió su palabra y también se presentó, con Pringles, garantizándose así el apoyo sindical.
Esa falta de consenso se reflejó en la campaña, con declaraciones críticas de la gestión provincial más parecidas a las de la oposición que a la postura de integrantes del oficialismo. Aunque más allá de las diferencias, todos comparten el objetivo de que el PJ siga gobernando Mendoza.
Apretado frente opositor
Cambia Mendoza llegó a la presentación de listas casi sin inconvenientes, producto de la unidad lograda un mes antes por la UCR y en los días previos con una amplio abanico que va desde el Pro y el PD al Partido Socialista, aunque el proceso no estuvo exento de traumas.
Desde principios de 2014, Cornejo hablaba de la necesidad de generar frentes opositores amplios en el país y en Mendoza, para enfrentar al kirchnerismo, y en esas propuestas incluía al macrismo.
En noviembre desafió incluso a Julio Cobos, quien había logrado consenso de la UCR nacional para evitar ese tipo de alianzas a nivel nacional (acuerdo de San Fernando), pero que habilitó en las provincias el avance de frentes amplios.
El momento decisivo fue el congreso partidario de Tunuyán, el 13 de diciembre pasado. Allí comenzó a definirse la estrategia y Cornejo impuso su idea de avanzar en un frente opositor que incluyera al Pro entre sus aliados.
Pero ese acuerdo partidario aún no resolvía la cuestión interna, que en ese momento contaba con tres aspirantes a hacerse con la candidatura a la Gobernación: Cornejo, el diputado nacional Enrique Vaquié y la senadora Montero. Antes había estado en la conversación el intendente de Junín Mario Abed, que se bajó para apoyar a Vaquié.
Incluso, a principios de enero, y luego del desdoblamiento anunciado por el Gobierno provincial, cierto sector promovió un “operativo clamor” para que Cobos resignara sus pretensiones presidenciales y volviera a postularse para la Gobernación mendocina, generando zozobra en el cornejismo.
Poco se sabe sobre cuáles fueron las conversaciones en esos días, pero lo cierto que el 22 de enero el ex gobernador aclaró que seguía en carrera presidencial (que dejaría dos meses después, derrotado en la convención partidaria nacional).
Al día siguiente se confirmó la fórmula radical Cornejo-Montero. El acuerdo incluyó a todos los sectores internos. De hecho, una semana después, Vaquié se bajó y se convirtió en el coordinador de los equipos técnicos que elaboraron parte de las propuestas radicales que hoy se incluyen en las de Cambia Mendoza.
A partir de allí se facilitó el camino aliancista y de inmediato Cornejo tendió puentes para concretar el anhelado frente. Los primeros en acordar fueron los sectores que ya eran socios de la UCR, como el Partido Socialista, Libres del Sur y Coalición Cívica-Ari.
El Pro, por su lado, facilitó las cosas. Dado el siempre presente ánimo macrista de juntarse con Cornejo, el partido llegó a separarse momentáneamente de su tradicional socio local, el PD, en las elecciones de Capital, sin llevar candidatos y apoyando al radical Rodolfo Suárez. El 17 de febrero, feriado de carnaval, y con la presencia de Gabriela Michetti, el Pro se incorporó formalmente al frente que encabezaba la UCR.
El 22 de febrero, Suárez ganó la PASO capitalina con 56% (la UCR logró 58% en total) y no sólo radicales y sus socios progresistas festejaron. También lo hizo el Pro, con una visita del propio Macri.
En la semana siguiente, el frente fue tomando cada vez más forma, incorporando aliados y el día del cierre de lista terminó conformado por completo, con un miembro integrado a último momento, el Frente Renovador de Sergio Massa, que de la mano del gremialista mercantil, Guillermo Pereyra, cerró el círculo de adherentes al Frente Cambia Mendoza, que hoy busca ser el más votado.
Bermejo, la apuesta del oficialismo justicialista
Este maipucino tiene 54 años. Está casado y tiene cinco hijos (tres del primer matrimonio, del que quedó viudo).
Fue concejal de Maipú (1983), intendente (1997-2009) y desde ese último año hasta la actualidad es senador nacional.
Con el actual ministro de Transporte, Diego Martínez Palau, como candidato a vice, sus principales propuestas apuntan a generar un “mayor contacto con los intendentes”, no sólo para mejorar la relación sino también para gobernar en armonía.
También propone más parques industriales “como polos de desarrollo económico” para mejorar la situación de la provincia. En ese sentido, auspicia la búsqueda de nuevos créditos internacionales y el desarrollo de la minería “que tendrá que cumplir la legislación vigente, ser sustentable, cuidar el agua y el ambiente”.
“Mendoza necesita despegar y generar más confianza”, dijo a Los Andes.
Carmona garantiza el “proyecto” kirchnerista
De 47 años, este abogado que nació en Rodeo del Medio, fue concejal de Maipú (1998-2002) y diputado provincial (2003-07), busca por segunda vez ser el candidato a gobernador del Frente para la Victoria.
En 2007 perdió la interna con Celso Jaque, pero fue secretario de Ambiente de esa gestión hasta 2011. Desde diciembre de ese año es diputado nacional, cargo al que llegó con el apoyo del kirchnerismo.
Secundado por Alejandra Naman, para su gestión propone una “fuerte incidencia del Estado”. Dice que mejorará la recaudación provincial incentivando la inversión petrolera y rehabilitando proyectos mineros como Potasio Río Colorado. “La minería debe estar en manos del Estado”, dice, también pensando en mejorar los ingresos, sin tener que pensar sólo en las regalías del 3%.
Además quiere, con ayuda nacional, reactivar los ramales ferroviarios de Mendoza.
“El kirchnerismo es la expresión más genuina del peronismo”, asegura.
Roby busca despegarse del político tradicional
Este médico deportólogo y cirujano artroscopista de 47 años, casado y padre de 4 hijos, ha pasado la mayor parte de su vida profesional ligado al deporte y a la actividad privada.
Desde enero de 2014 a febrero de 2015 fue ministro de Salud en la gestión de su amigo desde la adolescencia, Francisco Pérez, con quien se peleó porque no aceptó el pedido de bajarse de la candidatura.
Su vice es el sindicalista de los judiciales federales Ariel Pringles y sus prioridades se centran en seguridad, trabajo, inflación, “y en combatir al narcotráfico”. Dice que para combatir la inseguridad, “es necesaria la información y un plan estratégico”.
En lo referido a la matriz productiva, da chances a la minería, que debe realizarse “con fuertes organismos de control y representantes confiables”.
A pesar de haber integrado el Gobierno, critica a la gestión. “Así como va, la provincia está destinada a fundirse”, dice.
Barbeito propone más protagonismo obrero
Con 33 años, esta profesora de Historia milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2000. Desde diciembre de 2013 es senadora provincial por el FIT.
Quiere imponer un paquete de medidas para terminar con la flexibilización laboral, que los salarios se aumenten al ritmo del costo de la canasta familiar; que se consiga trabajo genuino para los jóvenes y “que los funcionarios cobren como una maestra”.
Con el diputado Héctor Fresina como compañero de fórmula, en obra pública propone “una medida de emergencia” con un “impuesto progresivo a las grandes fortunas”. Exige “que los grandes empresarios capitalistas paguen más impuestos que el común de la gente”, financiamiento que usará para hacer un plan de obras con empresas que sean del Estado y estén bajo el control de los trabajadores.
Plantea un modelo similar para la vitivinicultura. “Las grandes bodegas podrían ser nacionalizadas”, dice.
Aguinaga pide el voto a los demócratas descreídos
Tiene 72 años, es abogado, viudo, con 3 hijos y 3 nietos. Fue asesor y director de la Penitenciaría en el último gobierno de Francisco Gabrielli. En 1973 fue secretario del bloque demócrata, función que cumplió hasta 1976.
En 1982 fue ministro de Gobierno de la entonces gestión militar. Fue diputado provincial dos veces por el PD: 1994-1998 y 1999-2003.
Con Adriana Videla Álvarez como segunda en la fórmula, su principal propuesta, aparte de intentar recuperar los votos demócratas (lo que le valió el rechazo de las autoridades del PD, aliadas a Cambia Mendoza), apunta a la seguridad.
Promete trabajar en tres ejes que integren el sistema penitenciario, policial y el Poder Judicial. Propone imitar otros sistemas penitenciarios en donde hay hasta fábricas dentro de las cárceles en las que trabajan los presos. También quiere más capacitación y equipamiento para la policía, y mayor celeridad judicial.
Considera que “el gobierno de Pérez es peor que el de Jaque”.
Marianetti quiere más consultas a la población
De 55 años, es ingeniera agrónoma y docente secundaria, además de ser madre de tres hijos.
Ha sido candidata a diputada nacional, a intendente de Luján y también a gobernadora, pero nunca ejerció cargos políticos. La secunda Dante Scanio.
Propone “consultas vinculantes” a la ciudadanía sobre minería y deuda pública.
Dice que haría firmar a los funcionarios una declaración jurada al momento de asumir y otra cuando dejen la función pública. Impulsará que los cargos sean revocables cuando no cumplan con sus cometidos y tengan los sueldos de un trabajador calificado de 10 años de antigüedad.
Quiere eliminar los subsidios a las grandes empresas y cobrar a las que no pagan impuestos; asegura que impulsará una reforma tributaria “que alivie la carga impositiva abajo y la aumente arriba”.
No acepta la minería. “Queremos gobernar y dejar de festejar que metemos un concejal”, dice.
Cornejo quiere el fin de los gobiernos del PJ
De 53 años, casado, dos hijos, es nativo de San Carlos pero vive en Godoy Cruz hace 30 años. Es licenciado en Administración Pública.
A fines de los ‘90 fue secretario de Gobierno de Godoy Cruz. En 2002 asumió como senador provincial, luego fue ministro de Gobierno y de Justicia y Seguridad de Cobos y después diputado nacional. Desde 2007 es intendente de Godoy Cruz.
En la fórmula lo secunda Laura Montero y dice que en su gestión hará “mucho hincapié en la seguridad” y basará su accionar “en una política de inteligencia distinta”.
Ha tomado casi como obsesión la necesidad de administrar bien, por lo que quiere organizar la seguridad, la salud y la educación, “con la misma plata que se está gastando”. No promete “al menos para el primer año de gestión”, grandes transformaciones económicas.
Enfrentado a la gestión de Celso Jaque pero más a la actual de Francisco Pérez, aclara que “con el nivel del gasto público actual, es difícil bajar impuestos”.
Galiotti, el peronista que apoya Rodríguez Saá
De 61 años, casado, tres hijos y a punto de ser abuelo, este abogado especializado en Derecho Previsional no ha ejercido cargos electivos.
Militante peronista desde joven, en 2010 fundó, junto a Adolfo Rodríguez Saá, Es Posible, partido que preside en la actualidad en nuestra provincia.
Secundado por Eduardo Quiroga, busca adaptar a Mendoza al “modelo San Luis”, por lo que dice que garantizará “que nadie se quede sin trabajo”, para lo cual incentivará el empleo con la disminución proporcional de la carga impositiva. También buscará construir más casas.
En cuanto a la matriz productiva, considera que hay que explorar los espacios sin cultivar y optimizar el agua, pero también el minero, por lo que propone reformar la ley 7.722 cuando haya una forma de hacer minería no contaminante.
Critica a Pérez por no aprovechar los buenos tiempos en las relaciones con Cristina Fernández. “La relación con la Nación no le ha servido”, dice.
Fuente: http://www.losandes.com.ar/article/empieza-a-definirse-el-proximo-gobierno-843655
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