El reclamo que comenzó como un acto de compañerismo hacia Rosa Pinilla, empleada del geriátrico santa Marta, terminó sacando a la luz graves irregularidades.
Según denunciaron los empleados, “hay muchos ancianos demenciados, les ponen el dedo, los llevan a cobrar y se quedan con la plata. Agradecemos a la población de Mendoza que hace donaciones. Si no fuera por ellas, lamentablemente los adultos mayores del hogar Santa Marta no se vestirían, andarían descalzos.  La señora directora, el señor subencargado, no se han presentado en ningún momento a dar ningún tipo de información ni respuesta. Queremos una solución inmediata. Queremos que acá se atienda a 53 ancianos adultos mayores que son por PAMI. ¿Qué se hace con la productividad de PAMI de nosotros, donde está esa plata, qué se hace con ella? A nosotros nos corresponde un porcentaje por el cuidado que reciben nuestros ancianos.”
El reclamo gremial también incluye el pase a planta de trabajadores y contratos de algunos que desde 2012 esperan respuesta del Gobierno y del Ministerio. “El Hogar Santa Marta está olvidado por el Gobierno, esto es tierra de nadie” dijo el representante gremial.