Algunas entidades viñateras aseguran que nada cambió después de Vendimia, las medidas que adoptó el Gobernador, Francisco Pérez, no habrían sido suficientes porque los productores no tuvieron la información correcta para planificar la cosecha. En cuanto a los créditos, aseguraron que eso nunca ha solucionado nada.   

A esto se refirieron tanto el presidente de la Asociación Productores en Acción (APA), José María Llaver, como el titular del Centro de Bodegueros y Viñateros del Este, Mauro Sosa.

Sosa, apuntó contra las medidas que señaló el mandatario, y si bien, aseguró no estar en contra del 35% que se dispuso que no podría vinificarse, señaló que habría que permitirle al productor destinar esa uva a otros productos, no todo a mosto. «No cuestionamos el porcentaje, sino, cómo cumplirlo», aclaró Sosa.

Por otro lado, señaló que aún esperan por un cambio en las medidas presentadas por el mandatario en febrero, ya que asegura que se estima revisar el porcentaje de diversificación a mosto, para hacerlo mixto. Si bien es justamente lo que ellos piden, Sosa consideró que ha tres meses desde que hicieran la solicitud, y «con la cosecha encima», es tarde para la planificación que necesita hacer el productor.

Llaver agrega que este año cerca de 5 mil viñateros deberán abandonar la actividad, porque ya no les es rentable, y asegura que no se puede culpar al productor por esto.

El primero que debería renunciar es el Gobernador, y después García (el presidente del INV), porque dio unpronóstico de cosecha un 30% mayor al real, apuntó el conductor de APA.

«Decaen las expectativas, porque hay un mar de vinos, los precios no se tonifican en realidad va a a haber un 30% menos de vinos». Agregó el titular de APA, y señaló que se está pagando alrededor de $1 por kilo de uva.

Se van a perder 20 mil hectáreas de viñedos.

De acuerdo con Sosa, no se puede culpar a los viñateros por esta crisis. El viñatero asegura que «hay mercado para la producción local, pero hacen falta condiciones de competitividad».

En cuanto a qué tipo de uva pide el mercado, el referente del centro dijo que «es muy difícil decirlo», pero insistió en que la reconversión se da de manera natural para los productores, aunque toma tres años.

La reconversión no es sinónimo de rentabilidad, dijo Sosa.

Sosa insistió en que el mercado existes, sin importar la variedad, situación que, según él se pudo comprobar antes de que comenzaran las restricciones al dólar y a las exportaciones, cuando se vendió tanto vino blanco escurrido, como mostos o vinos fraccionados. «El mercado es amplio y hay lugar para todos», finalizó.

En tanto que Llaver agregó culpas al Gobierno, señaló que «al viñatero no se le puede pedir previsibilidad».

«El viñatero estaba esperando que las medidas fueran algo que pudiera concretar y hubo medidas, sólo relatos. El viñatero lo único que sabe es trabajar y producir», comentó el titular de APA.