Así, por ejemplo, en un sitio web nacional, se pueden encontrar ofertas de plateas preferenciales a un costo de entre $ 12.000 y $ 14.000, es decir casi tres veces el salario mínimo. De hecho, y en tren de seguir comparando, la heladera más cara de una marca de primera es más económica que uno de estos asientos privilegiados, para ver un partido que puede terminar empatado sin goles tranquilamente. Vale la pena mencionar que estas ubicaciones se vendieron oficialmente para toda la temporada 2014/2015 en $ 14.200, es decir $ 1183 por mes, las más caras del fútbol local.
Pero no sólo las exclusivas butacas preferenciales están por las nubes. Si se quiere pagar por una platea media, hay que desembolsar un promedio de $ 9000, en tanto que por una platea alta $ 3500; y por una popular “solamente” $ 2500.
Está claro, la locura que genera este partido es muy fuerte en la Argentina, aunque en el exterior también despierta una curiosidad y un interés particular. Atento a esto Ticketbis, una empresa nacida en España con presencia en 31 países y dedicada a la reventa de entradas para espectáculos en todo el mundo, también tiene un espacio para el clásico.
Aquí, los vendedores locales llegan a pedir hasta $ 17.435 para los que se quieran asegurar el mejor lugar en la cancha de Boca, “apenas” unos $ 3000 más que el número que piden a sus compatriotas. Pero los que hacen la diferencia importante son los poseedores de plateas en todas sus versiones, ya que el promedio de la oferta es de unos $ 12.000.
En este mismo sitio internacional también se revenden localidades para ver los partidos de la Liga española. En este caso, si uno quiere comprar un ticket para el Atlético de Madrid – Barcelona del 17 de mayo que viene en el estadio Vicente Calderón, lo puede conseguir en la mejor ubicación por 1630 euros, es decir un poco más de $ 15.000, aunque también se puede asistir abonando $ 11.300, pero a mayor distancia de la cancha. Es decir que adquirir boletos para un encuentro entre dos de los equipos protagonistas de España, en donde juegan algunas de las estrellas del fútbol universal, al menos en reventa, vale casi lo mismo que disfrutar un Boca-River, que alcanzó categoría de “imperdible” a nivel mundial cuando podían ingresar las hinchadas visitantes, pero que sin duda tiene su atracción principal en la pasión con que se vive.