El contrato mayo del trigo en las Bolsas de Chicago y de Kansas mejoró US$ 6,61 y 7,08, en tanto que su valor de cierre fue de 194,74 y de 209,26 dólares por tonelada. Por segunda semana consecutiva, el cereal completó el segmento comercial con resultado alcista. En efecto, la posición citada sumó un 5,58 y un 5,61% frente al ajuste vigente el viernes anterior, de 184,45 y de 198,14 dólares, respectivamente.

Según el mapa de monitoreo de la sequía del Centro Nacional de Mitigación de Sequía de los Estados Unidos, al 17 del actual la región de las grandes planicies, donde se encuentran estados relevantes para la cosecha de trigo como Kansas, Dakota del Norte y del Sur, Nebraska y Colorado, tiene el 63,36% de sus suelos con déficit de humedad, por encima del 54,57% vigente una semana atrás. En el mismo período, la porción de suelos con condiciones de sequía moderada creció del 21,13 al 25,26%, en tanto que el porcentaje de tierras con sequía severa se mantuvo casi sin cambios, en el 5,52%.

Si bien semanalmente los estados difunden reportes con la valoración de la condición de las plantas, el mercado espera con particular interés el inicio del ciclo de reportes semanales sobre estado de los cultivos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, programado para el lunes 6 del mes próximo. Recién a partir de entonces se podrá dimensionar con mayor precisión la situación de las variedades de trigos de invierno, cuya cosecha comienza a mediados de mayo.

El otro factor alcista relevante de la última rueda de operaciones de la semana fue la depreciación del dólar frente al euro, que llevó la relación entre ambas monedas -muy volátil en las últimas tres jornadas- de 1,0634 a 1,0814. Un dólar relativamente más débil mejora la competitividad del cereal estadounidense en un mercado donde debe competir con la oferta de la Unión Europea y de los países de la zona del Mar Negro (Rusia, Ucrania y Kazakhstán).

A partir de los dos fundamentos alcistas señalados, quienes hicieron efectivas las subas sobre los precios fueron -en mayor medida- los fondos de inversión especuladores, que adquirieron unos 8000 contratos de trigo, equivalentes a poco menos de 1,1 millones de toneladas.

La plaza doméstica, divorciada del mercado externo por las regulaciones oficiales que limitan las ventas externas de trigo, no tuvo grandes movimientos. La posición julio del cereal en el Mercado a Término de Buenos Aires (es la que concentra el mayor volumen de negocios) se mantuvo estable, con un ajuste de 120 dólares por tonelada.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que los molinos pagaron entre 1160 y 1410 pesos por tonelada de trigo, según calidad, procedencia y forma de pago. Los exportadores volvieron a concentrar su atención sobre el cereal con ph 78 y un mínimo de 10,5% de proteína, por el que pagaron US$ 150 por tonelada con entrega en mayo sobre Bahía Blanca.

Según el Ministerio de Agricultura de la Nación, el valor FAS teórico del trigo pan resultó ayer de $ 1355 por tonelada, mientras que la referencia para el trigo con baja proteína fue de 1277 pesos.

Acerca de la soja, las pizarras de Chicago mostraron ayer subas de US$ 4,40 y de 4,14 sobre los contratos mayo y julio, cuyos ajustes fueron de US$ 357,79 y de 359,36 dólares.

En el mercado local, las fábricas ofrecieron $ 1950 por soja con entrega contractual (dentro de los 30 días de la fecha del negocio) en la zona de Rosario, $ 50 más que anteayer. La Bolsa de Comercio de Rosario indicó que algunos compradores llevaron a convalidar $ 2000 por tonelada.

La soja con entrega entre abril y mayo se cotizó a US$ 220 en Rosario, con una mejora de US$ 4. En el Matba, la posición mayo sumó US$ 2 y cerró con un ajuste de US$ 225.

Respecto del maíz, los contratos mayo y julio en Chicago subieron US$ 4,53 y 4,43, en tanto que sus ajustes resultaron de US$ 151,57 y de 154,62.

En el nivel local, la demanda pagó hasta $ 930 por maíz disponible para Rosario, $ 30 más que anteayer. En el Matba, la posición abril subió US$ 1,80 y cerró con un ajuste de US$ 110,50.

Fuente: Por Dante Rofi  | LA NACION