No habrá discursos a los gritos, ni mucho menos golpes directos, pero el acto de inauguración del año judicial que tendrá hoy la Corte Suprema servirá para que Ricardo Lorenzetti desgrane algunas ideas sobre la visión que el tribunal, el actual de cuatro miembros y sinEugenio Zaffaroni, tiene sobre la política judicial y la historia de las investigaciones tanto en el caso Embajada de Israel como en AMIA.

La concurrencia de jueces esperada para hoy será récord, según prometían ayer en los pasillos de la Corte.

Desde las 12 en la Sala de Audiencias de la Corte, Lorenzetti, junto a Juan Carlos Maqueda y Elena Highton, brindará el discurso habitual de todos los años. En la Sala de Audiencias habrá jueces federales y de otros fueros, además de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, y la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez. Julio Alak fue invitado, pero aún no existe confirmación.

Habitualmente, la apertura del año tiende a fijar las políticas que llevará adelante el Tribunal y dar cuenta de sus fallos clave que esperan para el primer semestre del año. Es lo que hace que este acto sea seguido de cerca por la Casa Rosada y el Congreso.

La diferencia con años anteriores es la proximidad del evento con el reto presidencial más duro que se recuerde en los años recientes contra todo el Poder Judicial y, en especial, la Corte Suprema.

En el mensaje de Cristina de Kirchner no hubo medios tonos y es lo que hace que difícilmente Lorenzetti pueda escaparle a una respuesta, dentro o fuera de la diplomacia judicial.

La respuesta del tribunal, que rodeará a Lorenzetti hoy no será en el tono presidencial, pero sí en un lenguaje duro.

La frase más acusatoria que utilizó la Presidente en el recinto de Diputados ante la Asamblea Legislativa hace imposible una evasiva: «¿Alguien le puede informar a esta Presidenta cuál es el resultado de esta investigación que llevó adelante la Corte del atentado de la Embajada de Israel? ¿Quiénes son los condenados? ¿Cuáles son los procesados? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Y me puede informar por qué el Estado de Israel no reclama por la Embajada y sí por la AMIA?», dijo Cristina de Kirchner.

No es la única acusación que sufrió la Corte el domingo. La Presidente la puso en la misma línea que a los fiscales que convocaron a la marcha del 18-F y a quienes acusa de conformar un «partido» independiente de la Constitución y de las leyes.

El kirchnerismo frenó allí y no sumó al tribunal a las acusaciones de desestabilización y golpe blando que rozaron a otros integrantes del Poder Judicial; hubiera sido un paso sin retorno. Pero sí responsabilizó a la Corte Suprema por la demora en el inicio del juicio oral por encubrimiento en la causa AMIA.

De ahí las presiones sobre el mensaje de hoy de Lorenzetti y el equilibrio que Gils Carbó y, si concurre, Alak,deberán hacer en el acto.