El candidato del Ejecutivo para ocupar la silla vacante de la Corte Suprema de Justicia, Roberto Carlés, bridó un reportaje al diario vaticano Osservatore Romano en donde acerca detalles del encuentro que mantuvo con el Papa el viernes en Santa Marta.

«El Papa ha lanzado un mensaje muy fuerte y valiente que, espero, pueda ayudar para acelerar el debate público acerca de la abolición de la pena perpetua», explicó. Y reflexionó que «la idea de que la pena nunca tiene fin, está en abierta contradicción con la idea cristiana de perdón y de redención, siempre posibles, además de ser un principio básico de la civilización jurídica occidental que se refiere al carácter reeducativo, y no simplemente punitivo, de la pena».

El articulo bajo el titulo «Cuando la pena es tortura» inicia con la sentencia del sumo pontífice cuando asegura Francisco no podría ser más claro en sus pedidos. «Que la justicia respete la dignidad de la persona», por ende no a la pena de muerte, no a la prisión perpetua y no a las cárceles de máxima seguridad, en donde la pena se convierte en tortura.

«Es lo que escribe Papa Francisco en una carta a la Comisión Internacional contra la pena de muerte, entregada personalmente el viernes 20 de marzo al presidente del organismo, Federico Mayor, y a sus representantes durante el encuentro en el Vaticano», informa.

Carlés es parte de la Comisión Internacional contra la pena de muerte y según el matutino vaticano «es el traitd’union entre ellos y el Santo Padre para elaborar propuestas técnicas concretas con la finalidad de la abolición de la pena de muerte». Carlés sostiene que el nuestra tarea es «la de conjugar el compromiso concreto para la reflexión teórica a favor de la lucha contra la pena de muerte»

«A pesar de la diminución de la pena de muerte en todo el mundo, los números todavía son muy altos. La pena capital es incompatible con el respeto de los derechos humanos, desvaloriza la dignidad humana y el derecho de no ser sujeto a tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes. Su carácter irreversible no permite revisión de las sentencias, llegando, en algunos casos, a la ejecución de personas inocentes. Esto solo alcanza para quitarle cualquier legitimidad», responde.

«A nivel mundial el camino hacia la abolición requiere un compromiso fuerte y constante. Los cambios no son de un día para el otro. Es una evolución lenta y gradual. Los progresos, sin embargo, son reales y tenemos que trabajar para que se profundicen», afirmó el jurista.

Consultado sobre los dichos del Papa sobre que la pena perpetua sosteniendo que es «una pena de muerte encubierta», el jurista dijo que «la carta de cuatro páginas que el Santo Padre nos ha entregado durante el encuentro, es una amplia reflexión acerca de la justicia humana, en la que Francisco ha condenado no solo la pena de muerte, sino también la prisión o reclusión perpetua, pero, ante todo, ha pedido la abolición de la pena capital, «sea legal o ilegal, y en todas sus formas».

Sobre la pena de muerte la consideró «inhumana, tendría que ser abolida, son reflexiones a menudo abordadas por teólogos y juristas» y finalizó sosteniendo que «el rol de nuestra generación es de buscar el camino correcto para tener un mundo más justo e igualitario. Los derechos están en la base de la convivencia entre los pueblos y la pena de muerte es su negación. Más que nunca tenemos que sostener la abolición de la pena capital, porque solamente un fuerte compromiso permitirá un día verla desaparecer».

Fuente: http://www.ambito.com/noticia.asp?id=783572