Cómo funciona y qué contiene en realidad una caja negra?

Una de las cajas negras del Airbus A320 estrellado en los Alpes franceses. EFE

La recuperación de una de las cajas negras del A320 de Germanwings siniestrado en los alpes es el primer paso de una investigación que tardará alrededor de un año para establecer las causas definitivas de lo que provocó que el avión cayera desde una altura de 12,4 kilómetros hasta casi 2.000 metros en apenas ocho minutos sin que consten comunicaciones de emergencia por parte de los pilotos.

Francia y su comisión de investigación de accidentes aéreos (BEA) se ha puesto a la cabeza del proceso, en el que participará su homóloga alemana (BFU) y la española CIAIAC. El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, ya ha indicado que la primera caja negra que está «dañada» pero que será «posible analizarla».

Las cajas negras que incorpora un avión son de dos tipos: CVR y FDR. La primera registra datos de audio en la cabina como diálogos entre los pilotos, de éstos con los controladores, así como sonido ambiente. La duración de la grabación es de dos horas y a partir de ese punto se va reescribiendo. La segunda registra en código binario los parámetros fundamentales de la operación y su grabación se prolonga durante 25 horas. Los equipos de rescate aún no la han localizado.

En el caso del Germanwings siniestrado, la grabación de la CVR contendría el registro de audio desde que el avión despegó a las 10,01 en Barcelona hasta que comenzó su caída 44 minutos después y perdió contacto con el control aéreo, a las 10,53 horas.Estos últimos ocho minutos se consideran actualmente la clave a despejar.

La investigación no ha precisado qué tipo de soporte es el que incorporaba el A320 de Gwermanwings, que con más de 24 años era el más veterano de la flota. Lo más común a día de hoy es que los datos registrados se graben en una tarjeta de memoria que va protegida por toda la estructura de la caja en el denominado módulo de memoria.

Si se trata de un modelo más antiguo, la grabación se registra en una cinta magnética que debe ser extraída, limpiada y analizada con un lector específico. La BEA francesa asegura contar con instrumentos para extraer la información incluso cuando la cinta ha sufrido degradaciones por colisión, agua o fuego.

«La investigación tardará meses en llegar a unas conclusiones provisionales, pero contar con la primera caja negra ayudaría a descartar inmediatamente alguna hipótesis como la del atentado», opina Agustín Guzmán, experto en investigación de accidentes del Sepla.

«La línea fundamental de la investigación siempre es la misma: No hay hipótesis a priori como las que se están manejando estos días porque se tiende a encajar los elementos como un puzzle en la hipótesis y de esa manera no se puede alcanzar una conclusión seria que permita evitar futuros siniestros por la misma causa», añade.

26 horas después del siniestro, Lufthansa, matriz de Germanwings ha indicado que el suceso es «inexplicable» con los datos de los que se dispone actualmente. Guzmán admite que a veces se dan «eventos negros«, concatenaciones de circunstancias que hacen imposible prevenir los accidentes aunque subraya que en el caso del avión alemán la investigación para conocer lo que de verdad ocurrió solo acaba de empezar.