San Rafael, Mendoza viernes 26 de abril de 2024

Politizar la muerte y el silencio

 Raúl Alfonsín, Néstor Kirchner, Alberto Nisman y la marcha del #18F. Por qué provoca tanto ruido dentro del kirchnerismo.
Ex Presidentes Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner, y Fiscal Federal Alberto Nisman

Ex Presidentes Raúl Alfonsín y Néstor Kirchner, y Fiscal Federal Alberto Nisman | Foto: CeDoc

Cristina y sus ministros cargaron de sentido la muerte de Kirchner. Néstor lo hizo. Su sepelio no fue una despedida. Fue una manifestación que «reencontró» a la juventud con la política. De ahí en más, politizar para el kirchnerismo significó debatir, confrontar ideas y pensamientos. Politizar era algo positivo.

En su primer mensaje público tras la muerte de su marido, Cristina declaró: «Quiero agradecerle a todos los hombres y mujeres que se movilizaron, que quisieron verlo, despedirlo, que rezaron y lloraron por él, que no pudieron llegar hasta acá (por la Casa Rosada) porque vivían lejos, pero se reunieron en otros lugares (…) Yo quiero agradecer esa muestra formidable de cariño y amor que él se la merecía. Y permítanme agradecerle a las decenas de miles y miles de jóvenes quecantaron y marcharon con dolor y con alegría, cantando por él y por la patria».

Especial de Perfil.com | Néstor Kirchner (1950-2010)

Por estos días, cuando el muerto es el fiscal Alberto Nisman y la desgracia golpea al kirchnerimo, Jorge Capitanich, Aníbal Fernández y el diputado Jorge Landau -entre otros- cuestionan la “marcha del silencio” del #18F por estar politizada y amenazan con que los jueces que participen, podrían ser recusados. Si la gente se moviliza en contra del kirchnerismo, entonces, politizar se convierte en un pecado democrático para el oficialismo. Eso que reivindican para propios se vuelve un ataque si afecta al Gobierno.

Al kirchnerismo le cuesta hacer autocrítica. Los “ultra K” son impulsivos y pasionales y nos hemos acostumbrado a escucharlos defender el modelo Nac&Pop en base a la ironía, la chicana política, el agravio, la falacia y la prepotencia. Alcanza con recordar el polémico tuit de Alex Freyre tras la muerte de Nisman: «Si la tocan a Cristina… #telodijimos». O a la propia Diana Conti, que pasó de «los tapones de punta» post denuncia de Nisman, al silencio total post muerte del fiscal. Para el kirchnerismo, la mejor defensa es un buen ataque.

En 2010 escribí una columna, «El sepelio de Alfonsín, un cacerolazo en silencio», sobre el adiós al primer presidente tras el retorno a la Democracia. Comencé citando una frase de Ricardo Balbín que había pronunciado en las exequias de Juan Domingo Perón: “Los grandes muertos dejan siempre un mensaje». El acompañamiento de la gente en la muerte del expresidente había sido una muestra de lo que se esperaba del Gobierno. En la ya avanzada era kirchnerista, los argentinos pedían fortalecer el sistema democrático sobre la base de consensos, controles, respeto y diálogo. Y lo hicieron confrontando el estilo K: en silencio.

Especial de Perfil.com | Raúl Alfonsín (1927-2009)

El silencio es el primer paso para meditar. Implica aquietar nuestra mente y sentir lo que nos pasa, ser conscientes de nuestro presente. Cuando meditamos, aprendemos a aceptar el momento. Cuando nos negamos a transitar alguna realidad, que nos incomoda, nos duele, o nos lastima; buscamos la manera de taparla, de distraernos, de hacer ruido. Esto se traslada también a la sociedad. Es por eso que esta marcha le provoca tanto «ruido interno» al kirchnerismo. Porque lo corre de su estilo de confrontación y discusión permanente.

Hoy estamos ante otra muerte, la de Nisman. Hay un llamado a manifestarse en silencio. No es nada espontáneo, es cierto. Como también es verdad que no están tan claros los motivos y que hay opositores que están queriendo sacar tajada de todo esto. Pero fue la propia Presidenta la que politizó la muerte de Nisman: «Lo usaron vivo y lo necesitaban muerto». Según CFK, su denuncia y su trágico final eran parte de un complot en contra de su gobierno. Tres semanas después, el oficialismo cuestiona a coro una manifestación por una muerte dudosa, que ellos mismos politizaron. El silencio les molesta.

Fuente: http://www.perfil.com/columnistas/Politizar-la-muerte-y-el-silencio-20150211-0047.html
Por Germán Angeli 
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