Macri y Carrió sellaron un acuerdo para competir juntos en las PASO

Pro y la Coalición Cívica armaron un frente para disputar la candidatura presidencial y concentrar el voto no peronista; Sanz quiere sumarse, pero antes debe resolver la interna radical

Cuando parecía que la campaña iba a seguir unos días más anestesiada por efecto de la inquietante muerte del fiscal Alberto Nisman, Mauricio Macri y Elisa Carrió volvieron a sacudir el tablero político. Decididos a concentrar el voto no peronista, anunciaron la conformación de un frente común entre Pro y la Coalición Cívica para disputar la candidatura presidencial en las primarias de agosto.

El acuerdo se oficializó ayer después de varias semanas de negociaciones sigilosas entre ellos y sus hombres de confianza. Fue el corolario de una cuidada estrategia política y de comunicación. Al unísono, exactamente al mediodía y a través de sus cuentas de Facebook y Twitter, Macri y Carrió publicaron el anuncio y la foto de rigor.

Atrás quedaron años de disputa impiadosa, sobre todo de parte de Carrió, que llegó a tildar a Macri de «mafioso», «delincuente» y «límite moral infranqueable».

«Queremos que haya una alternativa competitiva frente a los que nos gobiernan hace décadas […] Sellamos la unidad y competiremos en las elecciones internas abiertas para que ustedes puedan elegir cuál es la mejor propuesta, sin que nadie pierda su identidad», dice el mensaje de seis párrafos, en el que describen las elecciones de este año como una «oportunidad» y abogan por «un país con república, paz, unidad, certezas, y prosperidad económica y social».

El detalle de la declaración, la forma de hacerla pública y hasta el marco de la foto, el parque Thays, se decidieron anteayer por la mañana en la casa del ministro de Gobierno de Macri, Emilio Monzó, en Recoleta. Fue la segunda reunión cara a cara entre Macri y Carrió desde que empezaron las negociaciones (ver aparte).

Aunque propios y extraños daban el acuerdo por descontado, el anuncio no se esperaba para tan pronto y provocó interpretaciones dispares del resto de los presidenciables, como se informa en la página 14.

Incluso los flamantes socios hicieron lecturas distintas sobre el manejo de los tiempos. En el entorno de Macri, vincularon la decisión de anunciar el pacto ahora con el calendario electoral y los desdoblamientos de distritos clave como Mendoza, Santa Fe y la ciudad de Buenos Aires. «No podíamos seguir esperando. Cuanto antes tenés el acuerdo nacional, más podés arrastrar en las provincias», razonó ante LA NACION un operador macrista.

Cerca de Carrió, en cambio, aludieron sin dudar a la muerte de Nisman como detonante del anuncio. «La crisis de la República de la que Lilita habla hace años quedó este mes más clara que nunca. Lo de Nisman nos empujó, sin duda», reflexionó uno de sus colaboradores más cercanos.

Coincidieron sí, en que ya no podían esperar al jefe de la UCR y precandidato presidencial de UNEN, Ernesto Sanz, quien todavía debe resolver la interna de su partido. Eso será recién el 14 de marzo, cuando la convención nacional del radicalismo se reúna en Gualeguaychú para decidir si acepta o no un acuerdo con Macri. Presionan por el sí los dirigentes con chances de ganar las gobernaciones de sus provincias, y por el no, Julio Cobos y el radicalismo bonaerense capitaneado por Ricardo Alfonsín.

De todas maneras, las puertas están más que abiertas para Sanz, quien desde hace meses no oculta su deseo de compartir interna con Macri y Carrió.

La «invitación a sumarse», con la que cierra el anuncio de ayer, no incluye a Sergio Massa. También deja afuera, por ahora por lo menos, la pelea porteña, en la que Pro, con Gabriela Michetti u Horacio Rodríguez Larreta, enfrentará al candidato de UNEN, Martín Lousteau, en los comicios del 5 de julio.

Hecho el anuncio, quedan varias cuestiones por resolver. En principio, el nombre del nuevo frente y el armado de las listas de candidatos a legisladores. Podrían repetir el esquema de UNEN en 2013: competir cada uno con su lista y luego, según el resultado de las PASO, armar una oferta única para las generales, o acordar una lista común de antemano.

Todavía es un misterio quiénes serán los compañeros de fórmula de Macri y Carrió. Que el jefe de Pro quiere convencer a Sanz está claro para ambos, aunque el radical mantiene su candidatura presidencial y jura que no piensa bajarse. Carrió, en cambio, evita los nombres.