La Convención partidaria aprobó por amplia mayoría negociar su integración. Hubo algunas resistencias y también faltazos. Ahora viene la pelea por espacios en las listas.
El Partido Demócrata dio el viernes a la noche un gran paso hacia el Frente Cambia Mendoza, que encabeza el radicalismo y busca transformarse en un polo opositor que enfrente al peronismo en las elecciones provinciales. Por 88 votos a favor y 45 en contra, la Convención partidaria dio el aval al presidente, Richard Battagión, para que negocie la integración, o sea, los espacios en las listas legislativas que se presentarán.
La reunión tuvo algunos discursos acalorados y varias notorias ausencias, pero finalmente se impuso la postura que apuesta a la supervivencia del PD ante el riesgo de que este año pierda las dos únicas bancas que retiene en la Legislatura.
La UCR ya logró que, el viernes, firmaran públicamente su integración al frente el socialismo, la Coalición Cívica-ARI y Libres del Sur. Esto implica que todos apoyarán la fórmula Alfredo Cornejo-Laura Montero para la gobernación.
El martes, será el turno del Pro de Mauricio Macri, que ya había anticipado hace tiempo al hoy intendente de Godoy Cruz que no pondría ningún obstáculo en su camino al sillón de San Martín.
El PD es el que más ha demorado la confirmación y los motivos son varios. El primero es la resistencia interna a aliarse con su rival histórico, centenario. Para muchos gansos, es difícil tragarse el apoyo a una fórmula radical.
La segunda razón tiene que ver con los rechazos internos, pero por influencia externa. El viernes, Cornejo dijo que la “larga mano” de Juan Carlos ‘Chueco’ Mazzón presiona a los referentes territoriales del PD para que no acepten sumarse al frente opositor.
Algunos demócratas reconocen que los intendentes del PJ han tentado a sus correligionarios y creen que tuvieron éxito en algunos casos: hubo varios faltazos a la Convención y votos contra el acuerdo sobre todo de los representantes de Guaymallén y San Rafael.
Otro que faltó y llamó la atención porque en este momento decisorio se fue a vacacionar a Chile es Omar De Marchi, ex diputado nacional, ex intendente de Luján y un defensor del acuerdo demócrata con el macrismo.
Esta demora igual le sirve al PD para “cotizarse”, como se dice en política. Es decir, para que su integración tenga más valor y consiga así algunas ventajas en el reparto de cargos.
Battagión, en diálogo con este diario, aclaró que lo que se aprobó no es la alianza con la UCR, sino “un marco conceptual” para iniciar las negociación. “Ahora debemos ponernos de acuerdo en los aspectos programáticos y en los espacios que ocuparemos, sea integrados en una sola lista o bien compitiendo en las PASO”, aclaró.
Esto implica que si no hay acuerdo por los cargos legislativos (senadores provinciales, diputados provinciales y concejales en 15 departamentos), los demócratas también podrían presentar listas con candidatos propios en las primarias del 19 de abril. Y de acuerdo a los votos que saque cada lista en ese instancia, se repartirían los puestos de la lista final del frente que competirá en la general del 21 de junio.
Esta última opción no disgusta a los radicales.
“Un paso en falso sería perjudicial para nosotros”, aclaró un dirigente que participó de la Convención. Es que por primera vez el PD no presentaría una fórmula propia para gobernador y vice, lo cual hiere el orgullo de los militantes. Pero también saben que se juegan su supervivencia legislativa y una mala elección en soledad significaría perder las dos bancas que aún tienen.
En el documento firmado el viernes a la noche, se aclara por las dudas que “en caso de no alcanzarse tales acuerdos, el PD liderará su propio proyecto provincial con las fuerzas políticas afines que acepten acompañarlo”. Pero más allá de estas palabras, la decisión apunta ahora a ser cola de león antes que cabeza de ratón
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