San Rafael, Mendoza jueves 28 de marzo de 2024

Activista católico siembra semillas de democracia en Cuba

Dagoberto Valdés da una charla en una iglesia en Cuba, en enero de 2015. Dagoberto Valdés da una charla en una iglesia en Cuba, en enero de 2015.

Docenas de cubanos en Pinar del Río y Artemisa escuchan con atención a Dagoberto Valdés, el ex editor de la desaparecida revista católica ‘Vitral’ que por años cuestionó al gobierno de Cuba. Ahora Valdés busca sentar las bases para la sociedad civil, recorriendo distintas iglesias e instando a los fieles a no dejar que los gobiernos de Cuba y EEUU dicten los términos de su futuro.

En esta tierra fértil de azúcar y tabaco al oeste de La Habana, el intelectual católico Dagoberto Valdés está sembrando las semillas de la democracia a solo unos pasos —media cuadra— de la estación policial. Aquí en la iglesia de San Hilarión, rodeado de fieles que llenan uno de los salones parroquiales en una noche de enero, Valdés les dice que esta nueva era les pertenece a ellos, al cubano de a pie, al pueblo —y no a los gobiernos de Cuba o de Estados Unidos.

La Iglesia de San Hilarión en Guanajay, Cuba. ESPECIAL PARA EL NUEVO HERALDLa Iglesia de San Hilarión en Guanajay, Cuba.

El encuentro abierto al público celebrado en este pueblo de obreros a 36 millas de la capital hace un par de semanas es el quinto organizado en diferentes poblados del occidente de la isla por Valdés. El líder laico pinareño se ha empeñado en informar a la comunidad en la isla sobre los criterios expuestos por los gobiernos de Cuba y Estados Unidos para negociar el restablecimiento de las relaciones entre ambos países, rotas desde 1961.

“Ahora ya no tenemos al ‘enemigo’ externo que era el causante de todos nuestros males”, enfatiza Valdés a unas 75 personas que llenan el salón. “Ahora las cosas se resolverán cuando los cubanos nos pongamos a resolverlas”.

 Agrega que “es la hora de los cubanos” de asumir un liderazgo para convivir democráticamente, sin repudiar a quien exprese una posición discrepante. “Los cubanos debemos tolerarnos, debemos cesar de llevarnos presos unos a otros, de arrastrar a las Damas de Blanco que son también cubanas”, dice Valdés. “Los cubanos no podemos seguir dándonos palo en la calle, eso no puede volver a pasar en Cuba”.

Valdés, de 59 años, asegura que su interés en promover la formación cívica y religiosa en Cuba empezó hace más de dos décadas. Su fe en Dios y la democracia le ha costado caro a este padre de tres hijos. Cuando se gradúo de la secundaria en 1974 quería estudiar Sociología pero el gobierno comunista se lo prohibió ya que era católico, y en esa época a los religiosos se les cerraban las puertas a ciertas carreras. Se gradúo entonces como ingeniero agrónomo y trabajaba en la Empresa de Tabaco de Pinar del Río como ingeniero de control de la calidad. Pero en 1996 fue expulsado del trabajo por dirigir la revista Vitral, una publicación laica que fundó en 1994 y que cuestionaba al gobierno cubano. Lo pusieron a trabajar en el campo, donde pasó 10 años.

Dagoberto Valdés (izquierda) participa en una reunión con la comunidad cubana en el exilio, el 28 de enero de 2015 en Miami. Lo acompañan los opositores Fernando Palacio, Darsi Ferrer, Mario Félix Lleonart, Manuel Cuesta Morúa y Laritza Diversent.PEDRO PORTAL/EL NUEVO HERALD

Dagoberto Valdés (izquierda) participa en una reunión con la comunidad cubana en el exilio, el 28 de enero de 2015 en Miami. Lo acompañan los opositores Fernando Palacio, Darsi Ferrer, Mario Félix Lleonart, Manuel Cuesta Morúa y Laritza Diversent.

Acusado de “mercenario contrarrevolucionario” por la prensa oficialista de Cuba, Valdés siguió sembrando esperanza entre los pinareños, y creando conciencia internacional sobre los derechos humanos en Cuba. Alabado por los ex presidentes Václav Havel de la República Checa y Lech Walesa de Polonia, Valdés es un hombre humilde que habla con datos sembrados en la realidad, no con retórica.

“Los cubanos no podemos seguir dándonos palo en la calle, eso no puede volver a pasar en Cuba”

Dagoberto Váldes, director de la publicación independiente Convivencia

En el 2007 Vitral cerró bajo acusaciones de que el entonces nuevo obispo de Pinar del Río, Jorge Serpa, no quería problemas con el régimen —una alegación que el obispo ha negado en los medios internacionales. La tensión era palpable. En el 2006 el gobierno cubano le había informado al pueblo cubano que Fidel Castro estaba enfermo. Meses después varios talleres laicos para ayudar a crear una sociedad civil también fueron cancelados en Pinar del Río y otras partes de la isla.

Después del cierre de Vitral, Walesa escribió: “Quisiera aprovechar esta oportunidad para transmitirles mi profunda consideración y respeto por su labor y coraje que realizan en la defensa de los derechos humanos en su país. Tengo gran confianza en que pronto llegará el día en que voy a poder estrecharles la mano personalmente en una Cuba libre”.

Fuente: http://pubsys.elnuevoherald.com/static/media/projects/2015/dagobertovaldes/index.html

 

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