El tema es complejo porque no solo incluye a la biología y la psicología, sino además a la ética. Te propongo hoy conocer cómo funciona realmente esta actividad y si el cerebro es el gran responsable de cualquier conducta, buena o mala, que llevemos a cabo.
El cerebro: centro de control del ser humano
No hay dudas de que el cerebro y con él todo el sistema nervioso están detrás de cualquier conducta de nuestra vida. Si bien las piernas son las que caminan, las manos sujetan objetos y la lengua nos permite hablar, la verdadera cabeza pensante detrás de los sistemas del cuerpo es ese gran órgano apreciado por todos, es el gran jefe.
Así pues, cualquier decisión que tomes en tu vida se relaciona con la estructura que tengan las conexiones neuronales en tu cerebro. Partiendo de una filosofía que asuma el cuerpo y la mente como una unidad indisoluble, podemos asegurar que los deseos de las personas se localizan en la mente y esta a su vez en el cerebro y si deseas hacer algo, este será el causante.
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Yo soy mi cerebro
Las decisiones que tomas cada día no se realizan por cualquier parte del cerebro. Cada área cerebral se especializa en tareas distintas, sin olvidar que es un órgano lo suficientemente flexible para cambiar de actividad en caso de lesiones u otras necesidades, amén de que trabaja interactivamente con el resto del sistema.
Cada vez que tenemos un deseo y tomamos una decisión se activan neuronas que guardan relación con el tema tratado, o sea, que están especializadas en dichas tareas. Sin embargo, no son las neuronas en sí mismas las responsables de nuestros actos, sino la mente y todo el sistema nervioso, cuya resultante son los sentimientos, las ideas, etc. Por ello, en un sentido figurado puedes decir: yo soy mi cerebro, pero en realidad se trata de una relación compleja entre el aparato físico y su funcionalidad.
Cuando es el cerebro el único responsable
Existen ocasiones en que el cerebro es el único responsable de las decisiones tomadas. Si una persona tiene una lesión cerebral, muchas de sus respuestas estarán en contradicción con sus deseos o las decisiones que desearía tomar. Esto es porque las conexiones neuronales están afectadas en esa zona, aunque su sistema de valores permanezca intacto.
Otras situaciones pueden ser las enfermedades mentales y las adicciones. Sobre este tópico, todavía se discute mucho, pues la línea no parece estar muy clara. Aun así, existe la diferencia entre tomar decisiones en estados de afectación cerebral y en estados normales de conciencia.
La ética y tus decisiones
En la mayoría de las ocasiones las decisiones que toma una persona obedecen a la ética que posea, esto es, el conjunto de valores morales que le permite conducirse en la vida. Esta entidad mental pertenece al plano psicológico y te permite operar como individuo, es decir, elegir entre un comportamiento u otro.
El cerebro no es una fuerza externa que obligue a las personas a realizar una u otra actividad. Se trata de una herramienta, el órgano a través del cual podemos tomar nuestras decisiones, pero no se reduce a este. Son la mente y el conjunto de valores humanos los que realmente definen quién eres y qué decisiones tomas en la vida.
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