Y ante la respuesta de que no habrá marcha atrás, los productores se pintaron la cara con una casi declaración de guerra: si la medida de liberar al mercado sólo 6 de cada 10 litros se mantiene y no llegan fondos, prometen dejar «inmovilizado” en parrales y espalderos el mismo porcentaje en uva.

Así resultó de una asamblea plenaria realizada ayer que reunió a más de 100 productores nucleados en la Asociación de Viñateros y los cooperativistas representados por Acovi, entre San Rafael y Lavalle. Sin dudas, la acción tendrá impacto directo en la mano de obra vendimial, algo que los dirigentes quieren ahora trasladar a los intendentes municipales de los distintos oasis productivos.

De hecho, está definiéndose un cronograma que incluye, además de audiencias con los jefes comunales entre miércoles y viernes, varias medidas sucesivas y simultáneas. Y mientras buscan consensuar un camionetazo para la semana que viene (el día D hasta ahora es el jueves 15) con otras entidades gremiales, el jueves 8 está previsto que el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela reciba al gerente de Acovi, Carlos Iannizotto, en un último intento por lograr que la Nación “baje” $ 300 millones para sacar 3 meses de sobrestocks vínicos.

El impacto en el empleo

La semana terminará el viernes 9,  cuando a media mañana viñateros y dirigentes se reúnan con senadores provinciales en la Legislatura. Hasta ayer, sin confirmación de presencias oficialistas.

“Queremos plantearles qué lugar tendrá la vitivinicultura en el presupuesto de más de 44 mil millones que está discutiéndose. Y en adelante, porque se necesita solucionar los problemas de stocks dentro de los ejercicios futuros.  Con las comunas, el propósito  es federalizar el problema en los departamentos, porque cada día que pasa la situación es peor”, consignó Santiago Bär, gerente de la Asociación de Viñateros.

Según Bär, “la decisión de no cosechar es la más desesperada, no queremos que se llegue a eso”.  Pero los productores de distintos oasis, muchos con ánimos exaltados ante las complicaciones financieras (la falta de fondos dificulta las labores culturales pre-cosecha) e incertidumbre por los bajos precios y el destino del vino, levantaron la voz y proponen ir al límite. La convicción es que, con altos costos, la liberación selectiva del vino es una medida conducente a cosechar menos de lo previsto.

En Mendoza, la vendimia emplea de 75 mil a 100 mil trabajadores, entre permanentes y temporarios. Con una cosecha que se estima similar a la de 2014 (algo más de 20 millones de quintales) y teniendo en cuenta que cada uno puede levantar más de 1.000 kilos diarios (60 tachos como mínimo), la medida prevista impactaría en un ajuste de cantidad de puestos o  en una cosecha de apenas 20 días.

La lógica del productor

En varios oasis, los dueños de las fincas ya empiezan a notificar a las cuadrillas que tendrán menos trabajo en este 2015. Abel Mownik, dueño de 15 hectáreas de viñedos en Bowen que trabaja junto a su padre de 75 años y sus dos hijos, espera que el Gobierno “ponga la plata que hay que poner para sacar el vino”, porque “lo peor sería dejar la uva en la planta. El productor es noble, no especula. Si le asegurás precio, sigue apostando por la finca. Pero así como vamos van a quedar muy pocos en condiciones”.

Ayer, varios de distintos oasis se subían al “camionetazo” anunciado para el día 15. Y, de no resultar nada concreto, hablaban de “alguna otra medida”, léase, manifestarse en contra de la realización de la Fiesta de la Vendimia. “Porque ahí el que menos participa es el productor. Este es un problema que viene arrastrándose desde hace dos años, y tenemos un Gobierno sordo ¿Quiere que acabemos pidiendo planes sociales?”, se preguntó Mownik.

Para Juan Manuel Carletto, que comercializa uva y vino elaborado en el distrito sanmartiniano de El Divisadero con una cooperativa zonal, su situación, como la de sus pares, no fue fácil en 2014. De hecho, terminará de cobrar lo que vendió recién en octubre, y ahora evalúa qué hacer para la vendimia que viene.

“Como no sabemos si habrá precio o no, tratamos de achicar gastos. Más cerca de la fecha haremos números para saber si conviene cosechar o no, pero la tradición pesa. Y si no cosechás ya tenés que pensar en otra cosa”, analizó Carletto.

Con una proyección de 19,8 millones de hectolitros de vino, la relación uva-vino la vendimia anticipa unos 26 millones de quintales en la región. Y dudas en cuanto a lo que irá a los lagares .

“Se trata de poder más que de querer cosechar, tras cuatro años consecutivos a valores similares. Un productor que no cosecha está siendo expulsado del sistema, por eso es importante una revisión de las medidas anunciadas y ajustar el acuerdo con San Juan para destinar el 35% a mosto”, aseveró Eduardo Senra, de la UVA.

Fuente: Miguel Ángel Flores Isuani – mflores@losandes.com.ar

http://www.losandes.com.ar/article/productores-podrian-dejar-40-de-uva-sin-cosechar-este-ano-828070