La incertidumbre duró un par de intercambios. Rafa Nadal había pasado la víspera envuelto en mimos para sobreponerse a la crisis que sufrió contra Tim Smyczek y cabía preguntarse por las secuelas. No dejó ver ninguna. Con un par de acelerones, el manacorense marcó el ritmo de un triunfo enfático sobre Dudi Sela en poco más de dos horas que además de colocarle en octavos del Abierto de Australia le recarga de confianza. Nadal arrasó al israelí, número 106 del mundo, y buscará contra el gigantón sudafricano Kevin Anderson la llave que abra la puerta de la segunda semana.
Ayudaron los cuidados de su equipo, el horario nocturno y una temperatura más amable que los días anteriores. Quizá también volver a enfrentarse a un jugador que no entra entre los 100 primeros del ránking. Con movimientos diésel y una fabulosa derecha, Nadal construyó tres bolas de rotura con los tres primeros puntos del partido. Aún no se había cumplido el primer cuarto de hora y ya mandaba por 3-0 con dos ‘breaks’ a favor. En la primera pelota de set fulminó a Sela con una derecha abierta, buscando el contrapié, mostrando colmillo. Sin franquear la media hora, tenía abrochado el primer parcial.
Conforme avanzaban los puntos, Nadal exigía más de sus piernas y su raqueta. Más subidas a la red y golpeos más precisos. Buscando el punto que le han quitado siete meses de tan poca actividad. En un momento del segundo set desarmó a Sela con una derecha invertida a bote pronto. La diferencia llegó a ser tan amplia que el propio tenista israelí se refugió en el público, haciendo un ‘show’ de cada punto y hasta las correcciones del juez de silla. Había dejado ver su gran revés a una mano, pero Nadal fue inabordable durante la primera hora. No bajó el pistón hasta la tercera manga.
«En los dos primeros sets he estado a buen nivel. En el tercero he cometido más fallos», explicó Rafa tras el partido. «Me he sentido mucho más a gusto que el otro día, pero los partidos se pueden complicar en cualquier momento. Cuando pasas tanto tiempo fuera del circuito puedes sufrir altibajos», comentó. Sela, más asertivo en el tercer set, creció lo bastante como para cuestionar al manacorense, que no pudo romper hasta el duodécimo juego. Después de mandar la primera bola de partido al pasillo, cerró con una derecha ganadora y el puño al viento.
‘Es positivo cerrar en tres mangas’
Después de sufrir durante más de cuatro horas contra Tim Smyczek, Rafa Nadal resaltó la importancia de derrotar por la vía rápida a Dudi Sela para ganar horas de descanso. «Es positivo cerrar en tres mangas», resaltó tras el encuentro. Poco más de dos horas de juego, aunque el tercer set duró más por sí solo (67 minutos) que los dos anteriores (57). El próximo domingo se enfrentará al gigante Kevin Anderson (2.03 metros), número 15 del mundo y primer rival en este Abierto de Australia.
De su lado del cuadro ha desaparecido Roger Federer, que después de derrotar con algún apuro a Simone Bolelli cayó contra el también italiano Andreas Seppi por 6-4, 7-6(5), 4-6 y 7-6(5). «Es parte del deporte. Novak [Djokovic], Andy [Murray], David [Ferrer]… es muy difícil estar arriba aunque estés al máximo nivel. Cualquiera puede dejarte fuera.», explicó Nadal, al tiempo que destacaba una vez más el lugar del suizo entre los mejores de la historia.
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