Los embalses sobre el río Atuel están a menos de un tercio de su capacidad e Irrigación no descarta “cerrar el grifo” para ahorrar la poca agua que ingresa fruto del deshielo.
La situación es preocupante, ya que la cota de El Nihuil está apenas en el 26% de su capacidad total (58 de los 222 hectómetros cúbicos), mientras en Valle Grande se encuentra al 29% (44 de 151 hm3), según el boletín publicado el viernes de la semana pasada por el Departamento General de Irrigación (DGI).
Además, está ingresando 38 metros cúbicos por segundo, cuando el caudal histórico es de 61 m3/s. “Lamentablemente la temperatura en alta montaña no es lo suficientemente alta y eso hace que no haya el escurrimiento que necesitamos”, explicó José Luis Álvarez, superintendente del organismo.
La razón es que, durante las últimas semanas, algunos temporales de nieve en la cordillera han mantenido frías las zonas de derretimiento de glaciares. Ante esta escasez hídrica, “vamos a tener que tomar decisiones que no son las más felices”, adelantó el funcionario al referirse a posibles cortes en el Atuel, para lo cual “tenemos que evaluar cómo evoluciona el escurrimiento del río en los próximos días”.
El año pasado se aplicó esta restricción en febrero, lo que generó reclamos de los prestadores turísticos de Valle Grande porque se consideraron perjudicados con la medida. Álvarez señaló que “ellos entienden que no son ajenos a la gravedad de la realidad hídrica, el año pasado se lo explicamos en las reuniones que mantuvimos y creo que lo comprendieron”.