Con la liberación en la noche del jueves de un menor de edad en poder de la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), finaliza el secuestro más largo realizado por ese grupo armado, que todavía mantiene cautivo a un policía.

Arlan Fick, de 17 años e hijo de colonos brasileños, ha permanecido 267 días secuestrado por el EPP, que lo capturó el 2 de abril en la finca de su familia, en la localidad de Paso Tuyá, en el departamento norteño de Concepción.

El joven, que fue dejado por los guerrilleros en una carretera a unos 30 kilómetros de su residencia, se dirigió después a una casa de la zona, donde se puso en contacto telefónico con su hermana. Fick ha hecho este viernes unas breves declaraciones a los periodistas apostados frente a su casa, en las que ha asegurado que había recibido un buen trato por parte de sus secuestradores y ha agradecido las muestras de solidaridad recibidas.

La noticia provocó la inmediata reacción del presidente de Paraguay, Horacio Cartes, que celebró la puesta en libertad de Fick, mientras que el ministro del Interior, Francisco de Vargas, y el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, acudieron a visitar al joven a su domicilio.

Hasta ahora, la retención más larga atribuida al EPP había sido la de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas Grau (1998-1999), quien fue secuestrada en septiembre de 2004 y hallada sin vida en febrero de 2005. Durante su largo periodo como rehén, Fick cumplió años (hizo 17 el 3 de octubre) y el EPP sufrió una escisión por problemas internos que desembocó en la creación de la Agrupación Campesina Armada (ACA).

En medio, el pasado 5 de julio, la guerrilla secuestró al policía Edelio Morínigo, de 24 años, que se encontraba de cacería en los alrededores de Arroyito, también en el departamento de Concepción, considerado el bastión del EPP. No fue hasta el 21 de octubre cuando las autoridades recibieron la prueba de vida de ambos: un vídeo en el que se veía a Fick y Morínigo en un campamento guerrillero.

Un rescate imposible

La familia del joven reconoció que nunca creyó que Fick protagonizaría el secuestro más prolongado de la historia del EPP, al que las autoridades atribuyen 38 asesinatos, entre civiles, militares y policías. Su captura se produjo tras un enfrentamiento armado entre la guerrilla y las fuerzas de seguridad del Estado, que causó la muerte de un militar y de dos miembros del EPP, mientras que el resto de la columna guerrillera escapó con el rehén.

Su padre, Álcido Fick, aseguró que días después del secuestro pagó al EPP 500.000 dólares a cambio de la entrega de su hijo. El pago del rescate estuvo acompañado de la distribución de alimentos por parte de Álcido Fick a dos comunidades pobres por valor de otros 50.000 dólares, así como la divulgación de un vídeo propagandístico de la guerrilla. Sin embargo, la liberación no se produjo hasta ocho meses después, tiempo en el que las Fuerzas de Tarea Conjunta, el contingente de militares y policías creado por el Gobierno para combatir al EPP, no consiguieron rescatar a Fick.

Tras la liberación de Fick, todas las miradas están puestas en Morínigo, aunque su secuestro parece obedecer más a motivos políticos que económicos. En dos ocasiones, el EPP amenazó con matar al policía si el Gobierno no cedía a sus condiciones: la liberación de seis de sus presos. La respuesta del Ejecutivo paraguayo fue de rechazo al canje, aunque las autoridades también dudan de las intenciones del EPP, que nunca precisó la identidad de los prisioneros y la metodología del intercambio.

http://www.elmundo.es/internacional/2014/12/26/549db2ffca4741a41b8b456b.html