San Rafael, Mendoza martes 14 de mayo de 2024

La receta de Lucha Aymar para brillar a los 37 años

lucha aymarLa Leona apuesta a un combo de tratamientos, con la cámara hiperbárica como gran novedad; hoy, ante China, por el Champions

MENDOZA.- Muy chiquita. Luciana Paula Aymar nació con un peso de 2 kilos y 200 gramos. La beba tenía el pecho levantado, «pecho de pollo», señal de que sería delgada y alta, tal como les pronosticó el médico a los padres, Nilda y René. Aquella nena eléctrica de Fisherton, suburbio noroeste de Rosario, creció inquieta hasta convertirse en la mejor jugadora de la historia en el hockey sobre césped, pero también en un proyecto de atleta gracias a su velocidad, resistencia aeróbica, potencia y coordinación. Antes del Mundial 2002, el PF Luis Bruno Barrionuevo le insistió para que se anotara en una competencia nacional de atletismo, los 400 metros llanos. Ella no quiso saber de nada, pero por entonces tenía un buen registro en pista de 57s4/10.

Hoy, a los 37 años, Lucha deslumbra en el Champions Trophy con su despliegue e inagotable habilidad con el palo y la bocha. Sigue sacando diferencias como siempre, e incluso más. ¿Por qué se retira, si elude jugadoras como si fueran conos de entrenamiento? «Ya vengo extendiendo el retiro durante un largo tiempo. El físico te pasa factura, obviamente. Si cuento todas las cosas que me tengo que hacer para poder jugar, la lista es interminable: desde las inyecciones hasta la kinesiología en todo momento, pasando por los dolores de las rodillas y de la espalda», relata la N° 8. Reconoce que anda con un nudo terrible en el estómago porque sabe que nada reemplazará a la adrenalina de jugar un torneo, con el plus del cariño de la gente en las tribunas. Pero otra vez, volvemos al bendito estado físico: «Con los años, el cuerpo va compensando y te van doliendo otras cosas. Entonces decís: «¿Esto también estaba en mi cuerpo y ahora me duele?» Es parte del alto rendimiento, que de saludable no tiene nada».

Más allá de sus achaques físicos, producto de la exigencia de 17 años en el seleccionado, el staff argentino procuró que la rosarina volara sobre la cancha sintética en este certamen despedida. La ciencia aporta una mano decisiva, ya que por primera vez en su extensa carrera, Lucha viene realizando sesiones en una cámara hiperbárica instalada en la concentración del hotel y que sirve para la reconstrucción de tejidos musculares. La jugadora ingresa en esa cápsula cilíndrica, en donde la presión atmosférica aumenta. Y dentro de la cámara hay un aparato que genera oxígeno al ciento por ciento. La combinación de ambos factores provoca que los glóbulos rojos de Lucha se carguen con más oxígeno y éste llegue más efectivamente al músculo. Con sus mascarillas puestas, una hora aproximada por cada sesión, Aymar y otras Leonas recurren a este tratamiento luego de los partidos y en las jornadas de descanso. «En los últimos días, Luciana nos dijo que se sentía con más energía y más aire que en el último Mundial», apunta el médico del plantel, Javier Lovera, que amplía: «La idea es que mantenga un parámetro de rendimiento aeróbico parejo desde el primero hasta el último día del Champions Trophy».

Luciana había utilizado por primera vez la cámara hiperbárica hace unos meses, para que terminara de cicatrizarse el desgarro en el isquiotibial derecho que sufrió en La Haya, agravado por su participación en el encuentro por el tercer puesto ante Estados Unidos. Paralelamente, hace muchos años le aplican ácido hialurónico en sus maltrechas rodillas; es una sustancia que sirve para fortalecer el cartílago, debido a la osteocondritis que padece en las rótulas. Además, como todas, se somete a los baños de hielo y a tratamientos de masoterapia, un combo que se completa con un aporte nutricional especial.

A la par de programas médicos-kinésicos surge la preparación física, a la que ella le rinde devoción. Lo certifica el PF Martín Elli: «Con Luciana iniciamos un trabajo de menor a mayor porque se incorporó una vez comenzado el ciclo de Santiago Capurro. Pero ayudó muchísimo que haya realizado una base de entrenamiento por su cuenta, así que no empezamos desde cero. Le agregamos volumen de trabajo físico-técnico con el objetivo de que trasladara toda la parte física a su juego con pelota, que es lo que viene exhibiendo tan bien». Respecto de la dinámica, Elli describe: «Lucha sigue sacando diferencia en comparación con sus compañeras en el despegue, en esos primeros tres o cuatro pasos. Quizá la velocidad final sea la misma, pero se distingue del resto con su arranque y así parecería que fuera más veloz».

De las conclusiones de todos los especialistas, Capurro debe dosificar sus minutos en la cancha: «Buscamos darle rodaje, que esté bastante dentro del campo. Si la vemos muy cansada obviamente la sacamos, pero tratamos de que acumule minutos y agarre ritmo pensando en los cuartos de final. A veces se cansa y las chicas tienen que correr un poco más por ella, pero sabíamos que sería así».

Custodiada por expertos, Luciana Aymar buscará hoy ante China seguir engañando al tiempo. La suma del talento y los cuidados intensivos surten en ella un efecto mágico.

Fuente: Canchallena – http://canchallena.lanacion.com.ar/1749293-la-receta-de-lucha-aymar-para-brillar-a-los-37-anos

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