El talentoso cantautor mendocino Jorge Marziali –con más de 40 años de trayectoria profesional– protagonizó un merecido homenaje al recibir una distinción de la Legislatura provincial por su nueva obra musical infantil, “Las dos orejas sirven: canciones para niños, nenas, changuitos, gurises, botijas, chamos y pibitos”, declarada de interés a través de un proyecto de resolución presentado por el senador provincial Gustavo Arenas (FPV-PJ).
En la ocasión, en el mismo Salón de los Pasos Perdidos, el gran folclorista cuyano celebró la iniciativa ofreciéndoles un concierto a los asistentes, de los cuales una gran parte eran niños que seguían con mucha atención sus interesantes historias engarzadas en melodías populares. En la última interpretación lo acompañó Marita Londra, para cerrar con énfasis la actuación.
Cultor de los diversos ritmos folclóricos, este trovador de las cosas nuestras ofrendó lúdicamente su arte, encarnado en interesantes letras que reflejaban en clave infantil desde anécdotas entretenidas y observaciones de la realidad hasta aventuras esporádicas o vicisitudes cotidianas.
Su impronta popular y su afable manera de enseñarles a los chicos están bien marcadas por su militancia social, ya que forma parte del Movimiento de Música para Niños (Momusi), “donde convergen músicos, compositores, educadores, comunicadores y poetas, que trabajan para el desarrollo de la música infantil a través de conciertos, jornadas de capacitación, encuentros provinciales y nacionales, y circulación y difusión de las producciones”, según declaran los fundamentos de la distinción legislativa.
En la ocasión, el acto de este mediodía sirvió también para que se acercaran algunos artistas y gestores culturales para felicitarlo efusivamente, como fue el caso del folclorista Jorge Cuello (del grupo Alturas), los productores Regina Agüero y Fabián Cabrera (también músico), el dúo de payamédicos Emergencias de Sonrisas y el poeta Martín Echeverría.
Sus obras estarán en las escuelas
Gustavo Arenas inauguró el acto de distinción expresando: “Es un gran orgullo y honor tenerlo acá a Marziali, un referente central de la cultura popular de Mendoza que se destaca no sólo como cantautor, sino también porque permite enlazar dos cosas: tener un horizonte de referencia cultural y mostrar, a través del folclore, nuestras costumbres populares, considerando que la Patria es el pueblo y que el pueblo es la Patria”.
“Además, más allá de brindarle este merecido homenaje del Senado provincial, queremos que su música se conozca en las escuelas, que es algo en lo cual ya se está trabajando desde el Ministerio de Cultura y el Poder Ejecutivo. Porque, en este sentido, lo más importante que puede hacer el Estado es reconocer a nuestro artistas a partir de darles oportunidad de trabajar”, reafirmó el legislador justicialista.
Agradecimiento y reflexiones
Por su parte, Marziali le ofrendó al público algunas de sus agudas reflexiones al afirmar: “Cuando me pregunté qué significa esta distinción, pensé que el hecho de que el Senado tenga tiempo, vocación y ganas de realizarla, y haga un alto para dirigir la mirada al mundo de la cultura, no es común”.
Y continuó con su observación: “Es gracioso cuando, en campaña, a los candidatos les preguntan cuál es el problema central y responden que es algo cultural, pero después, cuando uno mira los ejes de sus propuestas, ve que lo cultural ocupa sólo dos líneas dentro de un libro mucho más grande. Entonces pienso que, tal vez, los gobiernos o los candidatos deberían estar más atentos a la difusión de valores”.
Luego agregó: “Ahora he visto que hay un proyecto para evitar la filosofía en la educación, cuando la filosofía es un camino para la reflexión, para que los niños y los hombres aprendan a mirarse a sí mismos para cambiar el mundo”. En contraste, después indicó: “Arenas se toma su tiempo para observar qué pasa con quienes trabajamos con herramientas para fortalecer valores en los niños”.
Prosiguió relatando el artista: “Siento que he recibido valores en la escuela laica, desde la acción de plantar arbolitos hasta de parte de las maestras, quienes con sus criterios propios seleccionaban la música para los actos escolares. Y ahora veo que educar en valores es una tarea que se va dejando de lado, que rescatar valores a través del arte ahora es una tarea un poco negada. Y yo no sé hacer otra cosa”.
Acerca de las satisfacciones que le depara su labor artística, Marziali señaló: “Pensar que uno le ha instalado al niño parte de una fantasía para internalizarle algún valor duradero, como la solidaridad y la justicia, lo lúdico de divertirse aprendiendo o aprender jugando, es muy lindo. Estoy feliz de hacerlo y de que me reconozcan en mi propia provincia”
Historias cantadas con personajes populares
El segundo disco para chicos grabado por el prolífico folclorista de Guaymallén se vale de ritmos populares –como chamarritas, gatos, candombes y polcas– para desgranar “canciones alegres, pegadizas, con estribillos que se aprenden pronto”, según reza el fundamento de la iniciativa del legislador justicialista, el cual aclara incluso que “es un aporte muy valioso a la cultura y el desarrollo de los niños”.
Inmersos en ese agradable marco musical, “los poemas cuentan las aventuras de un conejo, un ciempiés, una vaca y su ternerito, el patín y la bicicleta, así como de las orejas, una maleta, la lluvia, una casa y los oficios; todo cercano, todo propicio para el juego de la fantasía”, argumenta el proyecto legislativo, que luego detalla: “Son temas populares, de situaciones, objetos y animales de la vida cotidiana, especialmente del barrio y del campo”.
La carrera del folclorista
Marziali nació en San José, Guaymallén, Mendoza, y es nieto de inmigrantes italianos y criollos que por varias generaciones habitaron en Chile y Cuyo. Desde muy joven abrazó con pasión la música, por lo que su carrera comenzó en 1972 con la edición de una placa discográfica con cuatro obras, mientras estudiaba Ciencias de la Comunicación. En 1976 se radicó en Buenos Aires, pero siempre mantuvo el vínculo con su tierra natal.
En 1983 editó su primer disco, “Como un gran viento que sopla”, el cual caló hondo en el gusto popular gracia a sus temas “Este Manuel que yo canto” (dedicada a Manuel Castilla) y “Coplas de la libertad” (con versos de Daniel Giribaldi).
En 1986 grabó “Marziali cerca nuestro” y se consagró como trovador con dos obras fundamentales: “Los obreros de Morón” y “Cebollita y huevo”. Posteriormente, en 1989 registró “Marziali de diario”, con presentación de la afamada escritora María Elena Walsh. Entonces, su obra “Yo elijo criollos” se convirtió en un clásico del cancionero nacional. Así, viajó por el país para ofrecer recitales y charlas en diversas universidades y centros culturales.
Cosechó más satisfacciones en 1997, cuando con “El niño de la estrella” ganó el primer premio del rubro canción en el concurso “30 años de la muerte del Che Guevara”, organizado por la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Comisión Permanente de Apoyo a Cuba.
En 1998 brindó sus canciones en plazas y recintos culturales de la capital de Cuba, La Habana , y además fue declarado “Maestro del alma” por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires.
“Miradas” fue el álbum que sacó en 1999, donde se destacan “El hombre pollo” y “El niño de la estrella”. En el 2004 lanza “Padentrano”, disco en el que rescata a numerosos compositores fundamentales de canciones de raíz criolla, como Hilario Cuadros, Chabuca Granda, Alfredo Zitarrosa, Buenaventura Luna y Armando Tejada Gómez, entre otros.
En el 2007 editó “San Lagente”, con temáticas y ritmos urbanos, donde relucen “Cuando Perón era Cangallo”, “Así hablaba Don Jauretche” y una nueva versión de “Los obreros de Morón”, con la participación de Alfredo Ávalos.
La publicación de su primer libro de poemas llegó en el 2010, bajo el título de “El amor en otro sitio”. Actualmente tiene en imprenta la obra literaria “Elogio del estar despierto”.
Fuente: MDZOL – http://www.mdzol.com/nota/577594-emotivo-homenaje-a-jorge-marziali-en-la-legislatura/
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