San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Duro contrapunto entre la UIA y el Gobierno por la situación de la industria

industriaFue la versión más áspera de Débora Giorgi. Parada frente a unos 500 hombres de negocios gesticulaba, soltaba ironías y levantaba la voz: una alocución histriónica que, buscada o no, remitió inmediatamente a Cristina Kirchner. La ministra de Industria aprovechó la invitación al primer panel de la 20» Conferencia Industrial, que empezó ayer en Pilar, para transmitirle al auditorio una concatenación de reproches sobre dichos y hechos de los últimos días. Y generó, así, el primer contrapunto de un foro que levantará seguramente temperatura hoy, con el cierre de la jefa del Estado.

Parecía muy molesta. Arrancó con una frase que, para un sector que se queja de haber sufrido entre enero y octubre una caída del 3%, resultaba provocadora. «A nadie le cabe duda de que hoy la industria argentina está de pie», dijo, y se explicó: «Y lo digo porque todo el día están bombardeándonos con que todo se cae mañana». Después comparó las cifras actuales de la industria con las registradas poco antes de que en 2003 asumiera Kirchner, a quien se refirió con un simple «Néstor», y se dedicó a cuestionar el pensamiento empresarial y títulos de los diarios. «Hago este recuento porque parece que estamos en el último agujero», redundó.

Su blanco era el establishment en general, pero se detuvo en uno a quien sólo aludió citando declaraciones: Luis Betnaza, director del grupo Techint y uno de los vicepresidentes de la UIA. No era una elección antojadiza. El sábado, también sin nombrarlo, en una columna publicada en Página 12, Julio De Vido, ministro de Planificación, había cuestionado a Betnaza por haber hecho referencias a la economía de mercado durante el Foro de Convergencia Empresarial.

Giorgi ridiculizó ese concepto tres veces. «Me hace un ruido tremendo cuando los industriales dicen: «Más mercado, menos Estado»», dijo. «Los que plantean más mercado y menos Estado buscan volver al pasado, donde sólo se beneficiaban unos pocos», insistió. «¡Más mercado menos Estado!», volvió a burlarse, esta vez con tono de asco, y definió la postura como «neoliberal».

Esas objeciones de Giorgi son un hecho político. Primero porque, para quien fue secretaria de los ministros José Luis Machinea, Ricardo López Murphy y Domingo Cavallo representan todo un mea culpa. Pero además porque, en una ministra de renovada lealtad, la actitud anticipa acaso la que hoy tendrá la Presidenta hacia los empresarios. Por ejemplo, si sale el tema de la ley de abastecimiento que el Grupo de los Seis denunciará en la Justicia. «Me gusta llamarla ley de defensa del consumidor -se entusiasmó la ministra-. Algunos dicen que erosiona los derechos de los empresarios. Hay que preguntarse cuáles.»

Betnaza asimiló enseguida el reproche. Aprovechó el panel siguiente, que tenía que moderar, para contestarle. «Antes de empezar, me gustaría hacer una aclaración sobre algo que dijo la ministra, porque es un tema que me toca. Yo en un seminario reciente dije que estaba superado el debate de mercado versus Estado. Lo que planteé fue que lo mejor era liberar las fuerzas productivas. Lamentablemente he tenido en los últimos días muchos exégetas que han interpretado que estaba en contra del Estado y no es así: nada más lejos». Después resumió lo que quería decir en una frase de Willy Brandt, ex canciller de Alemania: «Tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea necesario».

Más que en la anécdota, la discusión pareció estar en el enfoque de la realidad. Giorgi había abocado su análisis a términos relativos -cómo se estaba antes versus cómo se está ahora-, delante de industriales molestos por la caída en la actividad de los últimos meses. «Lo que dice la ministra es verdad, el PBI industrial se duplicó en diez años -atenuó José Urtubey, uno de los vicepresidentes de la UIA-. Pero también es verdad que el sector bajó 2,9% desde enero. Hay que intentar volver a ese círculo virtuoso.»

Quien lo puso en términos más precisos fue Diego Coatz, economista jefe de la UIA. «El círculo virtuoso duró hasta fines de 2011. Hasta ahí, inversión, productividad, salarios y cantidad de empresas estaban en un nivel alentador», empezó. Después, dijo, esos factores entraron en 2012 en colisión. «¿Qué ocurrió en el medio?», se preguntó, y agregó que «los países que mejores indicadores tienen, la Argentina y Brasil, son los de peor comportamiento industrial. Los de mejor comportamiento son Bolivia y Ecuador». Según Coatz, se debieron atender debilidades de la microeconomía que, al deteriorarse la macro, quedaron postergadas. «Entró en colisión la sintonía gruesa y eso condicionó a la fina. Metieron el cepo, se pagó deuda con reservas y no se subió la tasa de interés. Cuando los retornos en pesos son inferiores a la inflación, todo el mundo dolariza cartera. Mientras tanto, crecía el déficit. ¡El 70 por ciento del crecimiento interanual del gasto son subsidios! Ahora, si uno alivia los subsidios, sube la inflación: estamos en una trampa».

Sin nombrarlo, cerró el razonamiento con una alusión a Axel Kicillof: «Así, siendo keynesiano, no se puede hacer política fiscal porque faltan divisas».

Fuente: La Nación – http://www.lanacion.com.ar/1748937-duro-contrapunto-entre-la-uia-y-el-gobierno-por-la-situacion-de-la-industria

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