La lluvia aguantó y Los Pumas se quedaron con el primer festejo en esta ventana internacional de noviembre, en Génova. Tras la pobre actuación exhibida ante Escocia, el sábado anterior, el seleccionado argentino se recuperó y derrotó a su par italiano por 20 a 18. Si bien, el equipo nacional se repuso del duro golpe en el primer examen, aún muestra falencias, que preocupan de cara al último duelo, frente a Francia, el sábado próximo, en París.

En el inicio del primer tiempo, Italia se aprovechó de algunas desatenciones en la defensa argentina. Tal es así, que a los 7 minutos, Los Pumas cometieron dos infracciones que posibilitaron un penal a los palos del neocelandés Kelly Haimona, para sumar la primera ventaja en el marcador (3-0). Sin embargo, el seleccionado nacional se recuperó y, tras un buen juego de fases, igualó el tanteador con un penal de Juan Martín Hernández, quien vistió la camiseta número 10 por primera vez con Daniel Hourcade como director técnico. Pero la igualdad duró poco, ya que una tercera infracción de Los Pumas en 13 minutos permitió que Haimona consiguiera una nueva ventaja (6-3).

EL conjunto albiceleste careció de sorpresa en ataque y eso lo aprovechó la Azzurra, que exhibió una sólida defensa en los primeros 20 minutos. Con esa fórmula, el equipo local provocó un nuevo penal de Argentina y Haimona amplió el marcador para que Italia pasara al frente por 9 a 3. Continuaron las infracciones del equipo dirigido por Hourcade y Haimona aportó otro penal, esta vez desde mitad de cancha, para dejar el encuentro en 12-3.

Recién a los 30 minutos, Los Pumas ejecutaron la primera y buena jugada en ataque. Tras un penal de Hernández al line, los forwards argentinos embistieron a los italianos para quedar muy cerca del ingoal. Pero la desesperación por conseguir el primer try les jugó en contra y cometieron el séptimo penal. De todas formas, Argentina siguió en búsqueda del descuento. En primera instancia, Hernández falló un penal a los palos. Pero en la última jugada del tiempo inicial, Lucas González Amorosino aprovechó un error del conjunto rival para quedar cerca de la conquista. Los delanteros argentinos fueron para adelante y, una vez más, apareció el jugador formado en Pucará para apoyar el tan ansiado y primer try, que, con la conversión de Hernández, Los Pumas se fueron al descanso con una derrota parcial de 12 a 10.

En el arranque del complementó Joaquín Tuculet salió de la cancha por un golpe fuerte que sufrió en la cabeza y en su lugar ingresó Matías Moroni, de sólida producción defensiva. Así, los backs argentinos debieron rearmarse: González Amorosino pasó de fullback; Horacio Agulla se movió a una de las puntas y el mismo Moroni se unió al centro de la cancha con Jerónimo de la Fuente.

Cuando Los Pumas intentaban pasar al frente por primera vez en el encuentro, una nueva infracción cerca de su ingoal posibilitó un nuevo penal de Haimona para aventajar a la Selección por 15 a 10. Pero el equipo nacional no se cayó y buscó la igualdad. Estuvo cerca de apoyar por segunda vez, después de una jugada de line y maul. Sin embargo, los forwards perdieron la pelota e Italia salió del fondo.

La historia cambió a los 20 minutos del segundo tiempo. Tomás Cubelli jugó rápido un penal, le cedió el balón a Hernández, quien esperó un instante suficiente par asistir a De la Fuente. El rosarino se filtró y se zambulló en el ingoal para igualar el partido 15 a 15. Pero Hernández sumó la conversión y, por primera vez en el duelo, Argentina pasó al frente por 17 a 15.

Los dirigidos por Hourcade aguantaron el aluvión italiano y aumentaron la diferencia en el marcador con un penal de Nicolás Sánchez, quien había ingresado por Hernández. Así, el partido seguía favorable para Argentina por 20 a 15. Italia sintió el golpe y, acompañado por el poco público presente en el Estadio Luigi Ferraris, descontó con un penal de Luciano Orquera.

Con el encuentro establecido en 20-18, la Azzurra fue por la victoria y en los segundos finales desperdició la gran chance, con un drop de Orquera, que se fue por un costado. Argentina aguantó en defensa con garra y actitud, dos aspectos desaparecidos en Edimburgo, y se quedó con un triunfo que sirve de desahogo, pero que no opaca las dudas que mantiene en su nivel.