Existen unos cuantos aspectos apasionantes en el primer superclásico -versión Copa Sudamericana – que se jugará hoy en la Bombonera. La primaria, básica, es que a dos rivales históricos en el fútbol argentino les llego la hora del primer capítulo por las semifinales. Las secundarias, considerables para lo que viene, están emparentadas a los detalles de un escenario encendido por todo lo que está en juego desde esta noche, a las 20.45, y que continuará en la revancha del próximo jueves en el Monumental.

Algunos pueden retrotraerse bastante en el tiempo para encontrar una situación parecida en el máximo clásico de nuestro país trasladado al continente. Entonces, llega como un fogonazo el último enfrentamiento por la Copa Libertadores de 2004, cuando Boca se clasificó por penales en el Monumental. Y otros pueden detenerse en la actualidad de los equipos, cuyo recuerdo cercano tiene el gran choque, tan emotivo como polémico, del 5 de octubre pasado, en el que los dirigidos por Marcelo Gallardo revirtieron la desventaja ante los conducidos por Rodolfo Arruabarrena .

Los técnicos. Ambos debutaron en esta clase de partidos en el diluvio cercano vivido en el Monumental. Cada uno con su libreto, dejó su selló en el último superclásico y quedaron conformes con lo expuesto por sus jugadores. Claro que tanto el Vasco como el Muñeco saben que de esta clase de partidos no se sale igual que como se ingresa. Y mucho menos en una serie como esta en la que uno de los dos quedará en el camino.

Las variantes. Cada cuál tiene un plan de juego, una propuesta más o menos afianzada según el ojo con que se los mire.

En Boca , la duda estaba entre Martínez y Fuenzalida. En la práctica apareció el Burrito, aunque ante Capiatá también probó una cosa y después jugó de otra forma. Entonces apareció Forlín de volante central y era algo que no había probado. La sorpresa es que Cata Díaz estará desde el arranque, si bien lo había sacado ante Arsenal para cuidarlo, no se esperaba que fuese titular ahora.

Por el lado de River , Rodrigo Mora acusó fuertes dolores abdominales y quedó descartado por una apendicitis. Será reemplazado por Gio Simeone. «Mora se encuentra en reposo en su domicilio con el tratamiento recomendado por el cuerpo médico. Por el momento, no hay elementos que indiquen una intervención quirúrgica», fue el informe oficial del club de Núñez.

Las proyecciones. Para Boca es la serie que puede sanar la herida de casi dos años de frustraciones. Es lo único que tiene por delante. Boca se desentendió del torneo hace tiempo, incluso, ante Arsenal, donde si ganaba quedaba a 4 puntos. Para River es una manera de salir a responder a los interrogantes que aparecieron en los últimos partidos como consecuencia del cansancio y el esfuerzo que le implica el liderazgo en el campeonato local y la doble competencia.

La Copa Sudamericana es la diferencia que hay entre los superclásico que vienen y aquel reciente que pasó en un inundado Monumental o el lejano de la Libertadores 2004. Las comparaciones surgen naturalmente y es un elemento más de atracción, si es que un Boca-River necesita de algún plus de convocatoria para ser lo que siempre es. Tal vez por eso el árbitro Silvio Trucco se ilusiona con su primer clásico: «Se espera con mucha ansiedad. Todo árbitro en su carrera quiere dirigirlo». Como los futbolistas jugarlo y los hinchas disfrutarlo.

Fuente: La Nación – http://canchallena.lanacion.com.ar/1745299-boca-river-copa-sudamericana-semifinales-superclasico