Un tribunal reabrió una investigación por presuntas irregularidades en la quiebra de una compañía contra Roberto Jaime Erusalimsky, el empresario investigado junto al detenido Leonardo Fariña en causas por lavado de dinero y evasión fiscal.
Erusalimsky es investigado por el juzgado federal de La Plata (vacante desde la muerte de Manuel Blanco) y el juez porteño Sebastián Casanello, por haber adquirido en 1,8 millones de dólares un campo en Mendoza que Fariña había comprado dos años antes por cinco millones.
Fariña dijo haber obtenido el campo «en comisión», es decir por encargo de terceros, y la justicia investiga si ese «tercero» era el empresario kirchnerista Lázaro Báez.
Ahora, la Cámara del Crimen de la Capital Federal revocó un sobreseimiento a favor de Erusalimsky y otros empresarios, en una causa por la quiebra de la firma Flamarion S.A., que explotaba una clínica médica privada.
En ese expediente, Erusalimsky, junto con los empresarios Marcelo Campanella y Hernán Magnani están investigados «por frustración del concurso preventivo», a raíz de la supuesta desaparición de los bienes que debían ser subastados para pagar las deudas de la empresa quebrada.
De todos modos, los bienes que desaparecieron representaban una suma de dinero ínfima en relación a las deudas, que trepaban a casi tres millones de pesos.
Entre los bienes que faltaron (y no pudieron rematarse) figuran siete escritorios de madera, una heladera, 12 estanterías metálicas, un monitor paramétrico, siete mesas de comer, 20 mesas de luz, un sillón odontológico, un sillón ejecutivo, cuatro archivadores, dos lámparas de pie, dos aires acondicionados, una balanza y cuatro armarios.
Esos bienes eran parte del inventario de la clínica Los Virreyes, en la que también desaparecieron «dos CPU, cinco monitores un escritorio de madera y vidrio, dos escritorios, tres teclados, un teléfono fax, cinco camas ortopédicas, una heladera, una bomba lifecare de infusión y un respirador Blesbrand».
También faltaron «una termoselladora, artefactos de luz, estufas a cuarzo desarmadas, tres mesas de comer, dos muebles chicos, una incubadora Isolette, un lector de monitoreo fetal, una impresora Hewlett Packard deskyet680c, dos impresoras matriz de puntos Epson, y un tensiómetro de pie».
Erusalimsky había sido sobreseído por «prescripción de la causa» por el paso del tiempo, pero los jueces Jorge Rimondi y Luis Bunge campos consideraron que la causa está vigente y dispusieron que el juzgado de primera instancia número 12, a cargo del magistrado Ricardo Warley, que reabra la investigación.