La defensa de la minería que ejercen unos, la resistencia de otros que se oponen a su desarrollo, frases desafortunadas en ambas direcciones y un debate legislativo que promete ser extenso completan un cuadro de situación que domina la agenda mediática y que divide a la sociedad mendocina. Sin embargo, por debajo de este panorama, algunos se frotan las manos a la espera de lo que podría ser un negocio millonario que, en algunos casos, ya comenzó a dar frutos para algunos.
Mientras que la sociedad y los distintos actores políticos y empresariales se concentran en el debate minero que resurgió después de tres años, otros preparan lo que sería un negocio redondo. Tal como ocurrió con el petróleo, donde la falta de controles del Estado permitió triangulaciones millonarias entre el Grupo Álvarez, Vila-Manzano e YPF, hay empresas que sin invertir un peso o con un canon mínimo tienen derechos sobre propiedades mineras que, eventualmente, podrán vender o alquilar a otras firmas interesadas en explorarlas y explotarlas.
«Agarran dos piedras con mineral, las llevan al Consejo Minero y automáticamente les tienen que dar la concesión por esas tierras. Esto lo hacen muchos particulares y también empresas. Después terminan alquilando esas tierras a mineras que realmente están en condiciones de invertir y se hacen millonarios», admitió una alta fuente del Ejecutivo provincial. Incluso, la posibilidad de «hacer negocios» con las áreas mineras es sustancialmente más fácil que con las áreas petroleras, donde la concesión se vincula a una licitación pública con un complejo proceso.
Desde el Consejo de Minería aseguraron que desde 2006 han contribuido a regularizar la situación y destacaron que quitaron más de 450 concesiones
Una vez que una minera realiza un pedido de cateo o hace una manifestación de descubrimiento, se abren dos expedientes: uno relacionado con la propiedad de la tierra y otro estrictamente ambiental. Ante la demora en cualquiera de los dos, la empresa no está obligada a realizar ningún tipo de maniobra en el área. Sabiendo esto, las firmas pueden mover sus fichas para postergar el proceso y conservar la concesión provisoria sobre una tierra sin hacer ningún trabajo de campo y esperando poder alquilar o vender sus derechos.
En algunos casos, los concesionarios provisorios pagan el canon minero que, teniendo en cuenta la potencialidad del «negocio», es una cifra ínfima. Y en otros, los abogados extienden el mayor tiempo posible los «plazos de gracia» para ni siquiera pagar un peso. Por ejemplo, recientemente, la representante legal de varias mineras presentó un recurso para que Río de la Plata conserve la concesión sobre tres áreas sin pagar el canon minero, aduciendo que aún no han podido comenzar a trabajar en la zona. Esto, en una primera etapa, fue rechazado por el Consejo de Minería.
En el petróleo, las condiciones para licitar un área se mejoraron y en la última adjudicación de áreas quedaron afuera empresas con antecedentes de negocios inmobiliarios
Un plan estratégico de ordenamiento
Consultados por MDZ, desde los organismos de control minimizaron el tema, más allá de que algunos funcionarios admitieron que en el actual panorama se beneficianempresarios y abogados reconocidos en el sector minero, que adquieren derechos sobre una tierra y después las alquilan. «Desde 2006, el Consejo de Minería viene ordenando el padrón minero. De las 1200 áreas que había registradas, las redujimos a 750», comenzó el director de Minería, Carlos Molina (foto).
Por su parte, Verónica Fernández, representante del Consejo de Minería, aseguró que «si las empresas no cumplen con el pago del canon minero, con la labor legal, con la mesura y demarcación, y con la planificación y monto, el Consejo de Minería les quita la concesión«. Claro que, en la práctica, la potestad de un privado sobre una tierra minera que después alquilan es moneda corriente. Un caso emblemático es el de la minera Meryllion, empresa canadiense que para poder trabajar en Cerro Amarillo (Malargüe) debe pagarle a un particular que tiene la concesión.
http://www.mdzol.com/nota/563179-mineria-desarrollo-genuino-o-negocio-inmobiliario/
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