“Hasta ahora se sabía el papel beneficioso de estas EPC en patologías donde se reduce el diámetro de los vasos sanguíneos como la cardiopatía isquémica y la enfermedad arterial periférica. Sin embargo,poco se sabía sobre su potencial para restaurar el tejido dañado del corazón”, afirma Juan Antonio Marchal, coautor del estudio.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron in vitro la capacidad de convertirse en células cardíacas de varias muestras de EPC aisladas a partir de sangre en pacientes con infarto agudo de miocardio y las compararon con otras que habían sido obtenidas de la sangre del cordón umbilical, una fuente ya conocida de células madre que tienen la capacidad de regenerar el tejido cardíaco.
“Es la primera vez que se desarrolla esta comparación. Nuestros datos indican que células progenitoras endoteliales (EPCs) obtenidas a partir de ambos orígenes, sangre de pacientes y cordón umbilical, tienen plasticidad y funciones similares y sugieren una eficacia terapéutica potencial en la terapia celular cardiaca”, explica Marchal.
Esta terapia se trasladará ahora a ensayos en vivo con animales. Si el proceso continúa con éxito, ayudaría a los pacientes con el proceso de regeneración del tejido cardiaco tras un infarto y además debido a que se trataría de células del propio paciente, se evitaría cualquier tipo de rechazo.
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