La búsqueda de fuentes de energía renovables sin duda es muy interesante, hay desarrollos que demuestran que no hay limites, todo con imaginación y suficiente tiempo (y dinero) es posible, por ello hemos visto desde turbina eólicas gigantes hasta tabaco como combustible, pero ¿qué pasa cuando esa fuente de energía puede ser extraída de nosotros mismos?.

Bajo esta idea, es como investigadores en la Universidad de California en San Diego, han desarrollado un tatuaje temporal, una especie de pegatina que hará que a través del sudor podamos obtener energía, misma que puede ser utilizada para cargar baterías de pequeños dispositivos como wearables.
Cambiando la forma en la que obtenemos energía   
En un inicio, dicha pegatina fue desarrollada para supervisar la actividad de atletas profesionales mientras hacen ejercicio, la cual funciona a partir de medir el incremento en los niveles de ácido láctico, que es la sustancia contenida de manera natural en el sudor. Ya que de otra forma, la mediciones de lactato (ácido láctico) son muy intrusivas y dolorosas al necesitar varias muestras de sangre durante ciertos periodos de la actividad física.

Pero debido al éxito y los buenos resultados, decidieron ir más allá convirtiendo el sensor en una biobatería que se alimente del sudor, incorporando una enzima que quita electrones al lactato, generando así una pequeña cantidad de energía eléctrica.

Durante las primeras pruebas con voluntarios, la máxima cantidad de energía obtenida por una persona fue de 70 microvatios por centímetro cuadrado de piel, misma que puede ser utilizada para alimentar pequeñas baterías de dispositivos como relojes, monitores cardiacos y pulseras cuantificadoras, pero la idea es que en un futuro puedan cargar un smartphone.

La investigadora Wenzhao Jia de la Universidad de California, habla de su desarrollo:

«Por el momento la energía no es muy alta. Pero estamos trabajando para mejorarla y que pueda cargar pequeños dispositivos electrónicos. Las biobaterías ofrecen ciertas ventajas, se recargan fácilmente, son más seguras ya que no hay riesgo de que exploten o filtren químicos tóxicos, además de que usan una fuente renovable de energía, tú».

Sin duda, desarrollos como éste pueden revolucionar en un futuro la forma en la que obtenemos energía, siendo beneficio tanto para el medio ambiente como para nosotros.