Desde muy pequeños tienen acceso a la información gracias a las nuevas tecnologías. Tienen conciencia social, ambiental y voz propia. Desde esa mentalidad comprometida critican actitudes de los adultos. La realidad desde la mirada infantil.
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Agustina V. asegura que muchas personas grandes tendrían que cambiar de actitud y pedir disculpas. |@ José Gutiérrez / Los Andes
Los chicos de hoy “la tienen clara”. Saben cuáles son los temas y personajes del momento y en muchos casos hasta tienen una postura tomada al respecto.
Tienen conciencia ambiental y llaman la atención sobre conductas de los adultos que transgreden normas como el derroche de agua, el manejo de la basura, la conducción del auto o la forma de manejar los conflictos.
Aportan una mirada menos ingenua sobre muchos temas coyunturales con respuestas simples y no por ello menos ciertas.
Definitivamente hay que escucharlos ¡tienen mucho para decir! y desde esta nueva infancia del siglo XXI se posicionan frente al futuro con potencialidades para ser mejores seres sociales…si los dejan.
Compromiso
“Lo ideal sería abrir una canilla y regar con un balde porque con manguera se gasta más” aconseja Micaela (9) quien explica que se deben respetar las recomendaciones sobre el cuidado del recurso “porque nos afecta a todos. Sin el agua no se puede vivir”.
Agustina M (12) considera que algunos son irresponsables y no se preocupan por los demás. “No es de vida o muerte lavar el auto o regar las plantas a las 6 si las podés regar a las 9 (de la noche)”. También señaló que la gente no arregla los autos o los colectivos y contaminan.
Para los adultos desprevenidos, Julieta (7) explicó que “hay que proteger el ambiente y mantener la canilla cerrada. Por ejemplo cuando nos lavamos las manos y nos ponemos jabón o cuando nos cepillamos los dientes. Además no hay que tirar la basura en cualquier lado porque arruina el medio ambiente”.
“Habría que ayudar a la gente (que tiene necesidades) pero no siempre se puede. Veo que muchos pasan de largo cuando los ven en la calle”, observa Lisandro (9).
Agustina V (10) reconoce que le angustian los niños que piden, los que no tienen hogar o pasan frío. “Me gustaría ayudarlos, darles lo que les hace falta”.
Accidentes
La cantidad de accidentes viales es tal que la situación adquiere ribetes de emergencia por cobrarse tantas vidas. Casi parece absurdo entender la magnitud de la problemática cuando Lisandro ve tan claras las causas que parece sencillo de resolver: “Hay accidentes porque los conductores no respetan las leyes de tránsito, no leen los carteles y toman alcohol”.
Micaela apuntó también que “manejan ebrios pero hay amigos que dejan que eso pase. Si manejás tenés que hacerlo bien, sin el celular y sin la radio fuerte”.
Por otra parte, “la gente (conductores) no respeta ni a los que van caminando”, observa Agustina V.
En tanto, Agustina M redondeó las ideas al respecto: “La irresponsabilidad de cada uno puede perjudicar a otros”.
Atentos al noticiero
Todos lo ven y así se apropian de la realidad. Reconocen que no siempre entienden todo y por eso preguntan a los padres o maestros pero aseguran que muchas noticias les interesan.
“Me gusta ahora que encontraron al nieto de la abuela porque me resulta interesante”, comenta Julieta a sus jóvenes 7 años sobre el tema de la semana, la aparición del nieto de Estela de Carlotto.
Aunque a Agustina V en general le agrada, “a veces me da miedo que las cosas que veo nos pasen a nosotros como los incendios, los terremotos o los ladrones”, explicó.
Advierte que le preocupa que le ocurran cosas a las escuelas y menciona algunos casos que vio en televisión. “Me da pena la escuela de Agrelo que es nueva.
La asaltaron y la rompieron, porque pueden ir de día y que estén los niños. También me da pena otra a la que amenazan de bomba porque pueden matar a los chicos”, en referencia a lo ocurrido en el colegio Normal Tomás Godoy Cruz, de ciudad.
Análisis internacional
La observación de la realidad trasciende las fronteras para hacer foco en la “guerra” que se desarrolla en Gaza. No identifican el lugar, saben que es lejos, pero no les resulta ajeno ni deja de conmoverlos
“Es algo muy feo porque mi papá me contó que hay muchos niños muertos y ya son demasiados. No debería hacerse esa lucha, debería haber paz”, cuenta Lisandro.
Agustina M asegura: “No entiendo nada de la guerra ni por qué se hace. Escuché que hay chicos que necesitan tratamiento psicológico urgente y no puedo creer que sea por eso, que no puedan salir a jugar o tener una vida normal (…) le digo a mi mamá ¿cómo es posible que nadie pare esto?”
Por eso, y llevado al plano cotidiano, Micaela advierte que “si alguien te golpea no tenés que agredirlo más, sino resolverlo hablando porque eso en la mayoría de las escuelas lo están diciendo.
También afecta el uso de la boca, por ejemplo: si uno dice una mala palabra y el otro le contesta, no termina nunca”.
Para aportar una mirada resolutiva, Agustina V apunta: “Las personas que están haciendo esa guerra tienen que respetar lo que tienen y no actuar sobre los otros de manera agresiva. Es mejor hablar y ponerse de acuerdo…los adultos a veces no tienen esa costumbre”.
Desde el punto de Agustina M “tiene que ver con la forma en que se relaciona la gente. Hay muchas peleas ahora y eso en parte es por cómo es el clima en la casa. Vi el caso de una compañera que agredía y cuando fui a su casa, ahí pasaba lo mismo”.
Ojo crítico
Observan el entorno, distinguen problemáticas y no se quedan atrás al momento de cuestionar. Agustina M apuntó: “Me parece mal que haya lugares que permiten fumar adentro.
Si tienen lugares afuera ¿por qué fuman adentro? Nadie se preocupa por los demás”. Atenta a la situación climática dijo al pasar: “Yo le decía a mi mamá que no puede ser que hagan 28 grados un día de invierno. Es porque estamos destruyendo el medio ambiente”.
Micaela cuestionó que a veces los adultos peleen, lo cual está mal y no tienen en cuenta que los niños son testigos de esa conducta. “Hay muchas cosas lindas para hacer en familia”.
Mencionó: “He visto que en la acequia la gente tira bolsitas o pañales. Después no lo limpian ellos. Tienen que venir camiones y se demoran mucho. Si nosotros tiramos basura el mundo se va a arruinar. No hay tanta gente que lo pueda limpiar. Cada uno, si va a salir, debería llevar una bolsita”.
Agustina V indicó: “A veces los grandes tratan mal a personas y animales y los abandonan en la calle. Tendrían que cambiar la actitud y pedir disculpas”.
Fuente: Los Andes
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