El Estado es, desde 2011, el principal sostén del empleo en la Argentina. Desde hace tres años, cuando asumió Cristina Kirchner su segundo mandato, la creación de puestos de trabajo privado se desmoronó en comparación con los generados en la primera década de este siglo y con los que se originaron durante los 90.
Un estudio de FIEL estimó que en los tres últimos años la creación anual promedio de empleo privado fue casi tres veces menos que la registrada en la década que va desde 2001 hasta 2010. Pero el informe va incluso más allá y se anima a afirmar que entre 1991 y 2000 se crearon más empleos privados promedio por año que en los diez años subsiguientes, que incluyen el ciclo de oro del kirchnerismo.
Si se quita de la ecuación el empleo público, durante la década del 90 se generaron 214.000 puestos privados en promedio por año, mientras que entre 2001 y 2010, ese número fue de 194.000. Desde 2011, la caída de la creación de empleo privado fue vertiginosa y se crearon sólo 40.000 puestos privados promedio por año.
El mercado laboral privado se recuperó desde fines de 2002 y se estancó en 2007, cuando comenzó un leve pero sostenido deterioro. En este año, con una economía en recesión, empezaron a manifestarse una destrucción de empleo y expectativas negativas en nuevas contrataciones.
Pero no sólo el empleo preocupa cada vez más a los argentinos, sino que el ajuste alcanzó ya al bolsillo. Datos de la consultora Iaraf estimaron que, más allá del «exiguo» recorte salarial que se venía registrando desde 2013, la caída de los sueldos -en un contexto de creciente inflación y devaluación mediante- ya alcanzó una baja interanual en mayo de 9% en el nivel general y de un 10% si sólo se toman los salarios de los empleados privados registrados.
Pero no todos coinciden con FIEL. El economista de Idesa Jorge Colina indicó: «Si se deja afuera la caída del empleo de entre finales de 2000 y 2002, el período entre 2003 y 2008 es el de mayor crecimiento del empleo privado de la historia».
Cuando se observan los globales, los datos de FIEL adquieren otro relieve. Al sumar el empleo total, la creación anual de puestos de trabajo promedio de la primera década del siglo XXI supera ampliamente a la de los 90 (200.000 contra 279.000 en promedio por año).
Además, el mismo informe de la consultora rescata que casi el 89% del empleo anual privado promedio creado entre 2001 y 2010 es formal, o sea, en blanco. Durante el menemismo, ese porcentaje llegó sólo al 22%. Sin embargo, el deterioro de los últimos años en el mercado laboral cambió la exitosa ecuación del kirchnerismo: sólo en los últimos cuatro años, casi la mitad de los empleos privados anuales promedio son informales, según los datos procesados por FIEL.
Cuando se miran los datos del empleo público elaborados por FIEL, saltan grandes diferencias entre los períodos. Entre 1991 y 2000, hubo en promedio una destrucción de 13.000 empleos públicos promedio por año. Una década después, la creación de trabajos en el Estado fue de 85.000 cargos por año en promedio. Desde 2011, esa cifra se disparó a 152.000 puestos anuales.
Los datos procesados por la consultora privada se basan en los relevamientos originados en el cuestionado Indec, por lo que debieron ser revisados por la consultora desde 2007, cuando el gobierno de Néstor Kirchner intervino el organismo técnico y copó la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
«En la Argentina y en promedio cuando se consideran períodos más o menos largos, el empleo siempre creció, aun durante la década del 80 en que el PBI por habitante se derrumbó», explicó Juan Luis Bour, economista en jefe de FIEL. «La creación de empleo se aceleró en los 90 y en la década siguiente, pero se volvió a desacelerar en los últimos cuatro años hasta frenarse con la recesión de este año», agregó.
Justamente, desde 2011 hasta la actualidad, la creación de empleo público promedio por año creció un 78,8% (pasó de la creación de 85.000 a 152.000 puestos anuales promedio). Sin ese explosivo incremento, en FIEL estimaron que la actual tasa de desempleo sumaría tres puntos más. En el primer trimestre de este año, el dato oficial sobre desocupación fue de 7,1 por ciento.
«Como la población urbana crece a un ritmo de 490.000 personas por año, si la población activa se expande al ritmo habitual necesario para mantener estable la tasa de actividad en 45%, o sea unas 220.000 personas por año, resulta notorio que sin el fuerte aumento de empleo público el desempleo tendería a explotar», denunció Bour.
LA PROYECCIÓN DEL EMPLEO
Según FIEL, el 42,5% de los empleos privados promedios originados en los últimos cuatro años son informales. «No se puede esperar que crezca el empleo formal», coincidió Daniela Cristina, economista de la consultora Iaraf. «Contrariamente, podría esperarse que el sector que se expanda sea el informal, sector que crece normalmente cuando merma la actividad económica. A esto se le suma el aumento en la presión tributaria que se verifica en los últimos años», agregó.
En Iaraf afirmaron que el empleo privado dejó de crecer hace tiempo. «De no haber mediado el retiro de unas 450.000 personas de la PEA en el primer trimestre del año, el número de desocupados sería muy superior al actual», explicaron.
Los datos de Iaraf, basados en los que publica el Indec y Ministerio de Economía, estimaron que entre finales de 2013 y el primer trimestre de este año todos los tipos de empleo cayeron y, por lo tanto, el mercado laboral se encuentra en una coyuntura «compleja»: se perdieron 202.000 puestos en el mercado informal; 146.000, en el formal, y 106.000 autónomos perdieron su empleo.
«La ralentización en la actividad económica traerá como consecuencia saliente un mercado laboral en el que el desempleo tendería a subir, y probablemente muchos buscarán empleo en el sector público», explicó Cristina. «Desafortunadamente, el Estado no podrá hacer frente a subas sostenidas y simultáneas de salarios y de cantidad de empleados», concluyó.
Fuente: La Nación – http://www.lanacion.com.ar/1713172-fuerte-deterioro-de-la-creacion-de-empleos-privados-en-los-ultimos-tres-anos
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