El obispo de Formosa, monseñor José Vicente Conejero Gallego, y el presbiterio, se manifestaron en contra de la instalación de una planta procesadora de uranio y un reactor nuclear en la provincia y pidieron que se prioricen formas de energía sostenibles y no contaminantes, durante la audiencia pública celebrada este martes 15 de julio. 
Luego de la exposición de la empresa interesada en radicarse en la provincia, habló en representación de la diócesis el vicario pastoral, presbítero Adolfo Ramón Canessin, quien dio a conocer el documento “La vida en abundancia”. 
SegúDioxitekn reza el documento, la diócesis de Formosa “no convalida ni el estudio de impacto ambiental ni las decisiones ya tomadas previas a esta audiencia pública, con una información no suficientemente clara, transparente ni oportuna”. 
La diócesis considera que “no es lícito hipotecar la vida y la salud de generaciones futuras de formoseños” y lamenta que el proyecto de la firma Dioxitek, una sociedad anónima estatal perteneciente a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), genere “temor, confusión, confrontación y división en el seno de la comunidad, provincias cercanas y países limítrofes”. 
En abril de este año se produjo una fuerte polémica en la sociedad formoseña al conocerse que la empresa Dioxitek planeaba construir un complejo para trasladar su planta de tratamiento de dióxido de uranio, que actualmente funciona en la ciudad de Córdoba y fue rechazada por los vecinos y las autoridades del municipio capitalino.