La merma supera, incluso, las bajas perspectivas que empresarios y economistas ya tenían a fines del año pasado. La baja global del sector se explica por un retroceso en refinación de petróleo, industrias petroquímicas y cristalería, entre otras.
El bajón fue tan importante que equiparó al registrado en 2009, en plena crisis financiera internacional, y que tiene a la industria local como la gran perdedora, con un 8,7% menos.
Así lo registró el Índice Sintético de Producción (ISP) que mide la Fundación Ideal. La baja global del sector industrial es explicada por un retroceso en refinación de petróleo (-4,3%), actividades industriales de Petroquímica (-2,2%), agroindustria (-68,3%) y cristalería (-60,4%). En tanto, creció levemente la actividad vitivinícola (1,1%) y se expandió la producción de cemento (81,9%).
A nivel global, el ISP se contrajo un 5%, traccionado por el área de servicios (comercio, servicios personales y sector financiero) que bajó 5,9% y bienes (minería, construcción, industria, luz y gas) que en promedio se retrajo 3,8%. Cinco de los siete sectores analizados dan números negativos mientras que los dos que crecen, lo hacen muy poco.
El caso más notable es el de la construcción que -de repuntar en el último trimestre de 2013 a una tasa del 15,5%- en este período lo hizo al 4,4%.
El segundo sector que registró una variación positiva fue el de servicios personales privados (0,7%) aunque éste no suele ser un rubro con variaciones importantes.
“El Índice resalta los efectos sectoriales de la estanflación. Además, permite afirmar que la actividad económica provincial está al límite de pasar de estancamiento a recesión”, observó Leonardo González Luque, economista de la Fundación Ideal y uno de los autores del ISP.
La mala performance de la Industria se explica, en buena medida, por la caída de la agroindustria que tuvo poco para vender en una nefasta combinación de problemas climáticos e inflación creciente.
Pero lo que sucede en un período temporal, corre el riesgo de extenderse teniendo en cuenta que -a menos que medien condiciones extraordinarias- al sector industrial le cuesta más recuperar el terreno perdido.
Es que al observar la evolución de los índices, se aprecia que, cuando la economía ha marchado mal, tanto la industria como el comercio caen en diferentes proporciones y que la primera tarda más tiempo en pasar a los números positivos cuando las condiciones macro mejoran.
Al respecto, el economista Sebastián Laza expresó que es probable que esto suceda porque la industria tiene procesos productivos más complejos, lo que conllevaría mayores niveles de inversión que los que maneja el comercio, en líneas generales.
Este último, “trabaja con bienes de uso cotidiano, más fáciles de colocar en el mercado cuando el escenario mejora”, precisó el economista.
Desde el sector industrial, Julio Totero, secretario de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Asinmet), confirmó que “nos cuesta más caer por lo que también es más difícil levantarnos”.
El empresario coincidió con los datos del Índice y señaló que la metalmecánica ha sido afectada por la mencionada caída de la agroindustria.
A esto se suma, y de acuerdo con Raúl Mercau -ex ministro de Producción, decano de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Champagnat y economista del Centro de Información de la FEM (Cifem)- la baja en la economía de Brasil, que tiene un impacto importante en la provincia por ser uno de los principales mercados de destino.
El freno de las inversiones por el “mal clima de negocios” previo y postdevaluación de enero también son razones que Totero menciona para justificar la caída en la actividad en general y en el sector en el que se desempeña en particular.
En una línea similar, Mercau destacó que los tres elementos principales que motorizan el Producto Bruto Geográfico de Mendoza -exportaciones, inversiones y ventas en comercios- están dando señales de menor crecimiento y hasta de bajas bastante marcadas.
Ni Mercau, ni Laza ni González Luque creen que este año se puedan revertir las caídas en la actividad en general, más allá de la posibilidad de cierta recuperación en los próximos meses de la mano de una leve (y temporal) mejora del salario real, después de cerradas las paritarias.
Remarcan que el respiro que los exportadores tuvieron en enero se perdió tras la inflación y no generó valor genuino.
Recesión comercial
El ISP destaca la caída del sector comercio durante el primer trimestre, que retrocedió 7,8% interanual, impulsado por una fuerte caída en las ventas reales en supermercados (-12,7%), la adquisición de nuevos vehículos (-15,2%) y las transferencias de vehículos usados (7,9%). En tanto, crecen el turismo (12,1%) y la venta de combustibles (0,1%).
“Hace varios meses que se observa que el comercio minorista está prácticamente en recesión”, sostuvo Mercau.
El comportamiento de este rubro impactó en la baja del sector servicios en donde también se destacó la fuerte desaceleración de las financieras (-3,7%), uno de los pocos sectores que se venía salvando de la caída en trimestres anteriores.
Por otro lado, el ISP muestra que la minería tuvo la mayor baja en la producción (-0,5%) durante los últimos años explicado por la menor extracción de petróleo crudo.
En tanto, la extracción de petróleo con -1,04%, suma 21 trimestres consecutivos de retrocesos pero, en lo que respecta a la producción de gas, se registró un crecimiento del 2,2% interanual.
A pesar de la consulta, no se pudo obtener la opinión del ministro de Agroindustria, Marcelo Barg.
Metodología
El informe del Indice Sintético de Producción elabora con periodicidad trimestral índices compuestos y sintéticos que permiten conocer, de manera rápida y sencilla, las tendencias y evoluciones coyunturales en la producción de las principales actividades económicas de Mendoza.
Los índices estimados son indicadores de volúmenes físicos de producción para 21 actividades económicas de la Provincia que representan el 75% del Producto Bruto Geográfico generado por el sector privado de Mendoza, excluido por falta de información periódica a los sectores Agropecuario, Transporte y Comunicaciones.
Las 21 actividades seleccionadas son la base para avanzar en las siguientes agregaciones ponderadas: se estiman índices de producción para 7 sectores económicos (Minería, Construcción, Industria, Electricidad y Gas, Comercio, Servicios Personales y Servicios Financieros); se estima un índice de producción agregado para el sector productor de bienes, se estima un índice de producción agregado para el sector productor de servicios y, finalmente, un índice global para el sector privado (Índice Sintético de Producción).
Las diferencias con 2009
“La magnitud de esta caída es la mayor desde la recesión registrada en 2009”, señaló Leonardo González Luque, economista de la Fundación Ideal en relación a lo sucedido el primer trimestre de 2014 en la mayoría de los rubros del Índice Sintético de Producción.
Aquel año, la economía sufrió un shock externo que -vía crisis financiera internacional- provocó el desplome de todos los mercados mundiales, encabezados por Europa y Estados Unidos.
Según el especialista, ahora la estanflación es generada por causas internas y tal vez más peligrosas. Según su visión, el gobierno agotó todas las fuentes endógenas de estímulo a la demanda agregada hasta el límite.
“En la actualidad se pretende, vía endeudamiento externo, superar este límite aunque la previsión es que el contexto actual se mantenga en el resto del año”, expresó González Luque.
Los economistas Raúl Mercau y Sebastián Laza coincidieron con esta perspectiva y, en especial el primero, tienen sus esperanzas cifradas en lo que pueda pasar en 2015.
Fuente: Diario Los Andes






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