El fuero judicial del Monarca saliente era uno de los episodios que más tinta han hecho correr en los últimos días. Pero la situación militar, pese a que todo apuntaba por esta línea, estaba sin recibir un carácter oficial.

Morenés ha hecho este anuncio a los medios de comunicación durante su visita al destacamento Marfil del Ejército del Aire enDakar (Senegal) como apoyo a la misión francesa Serval para detener la ofensiva terrorista en el norte de Malí.

Según ha explicado Morenés a preguntas de los periodistas, el todavía Monarca «mantendrá el empleo de militar en la reserva durante toda su vida», de modo que «no será retirado». Y además, ha indicado que «como cualquier militar que pasa a la reserva», podrá seguir vistiendo el uniforme.

El ministro ha hecho estos comentarios en la base militar de Dakar cuyo uso comparten los Ejércitos de Senegal, Francia y España y en la que están destinados 48 militares de nuestro país, todos ellos pertenecientes al Ejército del Aire, que operan un avión C-295 sobre todo para el transporte de material y efectivos franceses por todo elSahel.

Último mensaje a las tropas

Como ya ha hecho en las visitas que ha venido realizando estos días en la gira por las misiones en África en la que participan tropas españolas, Morenés ha trasladado a los 48 militares del destacamento Marfil el «afecto y reconocimiento lleno de cariño» del Rey, de forma «muy especial» ahora que va a dejar de ser el jefe del Estado.

El ministro ha recordado que el Monarca ha sido «el primer soldado y primer marino de España» y que a lo largo de los 39 años que ha durado su reinado «ha demostrado en todo momento su cercanía a las Fuerzas Armadas».

Morenés ya había lanzado este mismo mensaje en todas las misiones que ha visitado en esta gira, concretamente en República Centroafricana, Gabón y Malí, si bien en esta ocasión se trata del último pronunciamiento a las tropas en nombre de Don Juan Carlos, quien mañana firmará la Ley de Abdicación y, por lo tanto, dejará de ser Rey de España.

510 misiones de apoyo a Francia

El destacamento Marfil en Dakar se puso en marcha en enero de 2013 como respuesta a una petición de Francia, que había lanzado a su vez la operación Serval con los objetivos fundamentales de detener la ofensiva terrorista procedente del norte de Malí así como favorecer las condiciones para recuperar la normalidad política en este país.

Los 48 militares que conforman el destacamento español -de los que hoy en día cuatro son mujeres- han realizado en casi año y medio de operaciones un total de 510 misiones, han hecho 1.650 horas de vuelo y han transportado 4.000 pasajeros y 700 toneladas de material.

El radio de acción de este destacamento va desde la costa deSenegal, Mauritania y otros países del oeste de África hasta el este de Chad. Un área que en Europa equivaldría al territorio concerniente entre Portugal y la península de Crimea. Eso sí, el C-295 no realiza misiones en el norte de Malí, todavía una zona «muy problemática» por la presencia de grupos yihadistas, según ha explicado el teniente coronel Miguel Ángel Barroso, jefe del destacamento Marfil.

En sus 1.650 horas de vuelo que llevan realizadas, los militares españoles no han sufrido ningún ataque, aunque, por si acaso, en cada misión los miembros del destacamento, que no participa en operaciones de combate sino sólo logísticas, van acompañados de una fuerza de protección para hacer frente a cualquier incidente.

Cooperación entre países

Previamente a su visita al destacamento, el ministro de Defensa se ha reunido con el presidente de Senegal, Macky Sall, con quien ha repasado los ámbitos de cooperación entre ambos países, como son la seguridad marítima o la de fronteras.

«Yo creo que tanto la labor de las Fuerzas Armadas como de laGuardia Civil, en lo que es la vigilancia de las fronteras del este del país, es fundamental para que un país estable como es Senegal pueda irradiar esa estabilidad a países de su entorno que no la tienen», ha explicado Morenés.

Por ello, considera «muy importante que la relación entre Senegal y España se consolide» y atender así a las «necesidades» de ambos, sobre todo teniendo en cuenta que «para las organizacionesyihadistas o de tráfico de drogas o de personas no existen las fronteras y los países tienen que cooperar muchísimo a la hora de compartir información de inteligencia a la hora de luchar contra esas redes». Fuente: El Mundo