El «9» siempre brilló en la espalda de Ramón en sus tiempos de goleador. Esa misma cantidad de títulos cosechó sentado en el banco de River, transformándose en el entrenador más existoso de la historia del club. No hay una, entonces, sino 9 razones por las que el riojano dejó de ser el técnico millonario.
1) Subestimación. Desde los tiempos de campaña, Ramón escuchó los cuestionamientos de Rodolfo D’Onofrio. Y puertas adentro, los dirigentes siempre cuestionaron la capacidad de su hijo Emiliano, más allá de los elogios públicos de los últimos tiempos. Muchos observaban en el ‘Pelado’ un técnico poco aggiornado, jugadorista.
2) Incomodidad. «Esta es mi casa, pero me siento incómodo», le expresó el riojano a sus íntimos. Las señales que le habían dado los dirigentes a lo largo de los cinco meses no eran saludables para su continuidad. Para un técnico que siempre se manejó con independencia, un presidente invasivo, con Enzo Francescoli detrás, no le daba margen de maniobra. Ramón lo aceptó en la pretemporada, pero ya estaba harto de su obligado «perfil bajo».
3) Proyección. «Hay que vender por 100 millones de pesos», le dijo D’Onofrio a Clarín. Los rumores sobre las transferencias de Manuel Lanzini, Alvarez Balanta y Leonel Vangioni, sumadas a las pocas posibilidades de traer refuerzos de jerarquía, terminaron por empujarlo a renunciar.
4) Prestigio. Ramón ya había advertido a fin de año, después de una campaña muy floja, que dejó a River en el 17mo. puesto del Torneo Inicial, que se iba a ir «ganador» del club. Cumplió con creces. En media docena de días, consiguió dos títulos cuando el equipo no ganaba nada hacía media docena de años.
5) Egoísmo. A pesar de que nadie duda de su amor por River, no pensó en las consecuencias de su renuncia. Priorizó su estatus y esa revalorización que consiguió tras su paso fallido por Independiente. Sin medir, claro, que el próximo técnico parecerá bajo su sombra si no fluyen los resultados.
6) Dinero. Ramón había acordado una mejora con Daniel Passarella que, por expreso pedido del nuevo presidente, quedó en la nada misma. En un fútbol donde se paga el éxito, el Pelado busca nuevos aires en el exterior. Lo llamaron de la Selección de Paraguay, también, tiene ofertas de Dubai. Ante el panorama desolador en River, esta cuestión jugó en la cabeza, aunque fue menos importante que cualquier otra.
7) Su hijo. Ramón siempre soñó que Emiliano se despegara como entrenador. «Voy a dirigir hasta que se pueda largar solo», aseguró. Sabía que en River no le iban a dar la oportunidad. En otro destino, tal vez, un medio diferente donde pueda escapar al encasillamiento, tenga el impulso que espera su padre.
8) Venganza. Con su decisión, Ramón sabía que podía dejar mal parados a los dirigentes, los mismos que nunca lo quisieron y hasta le habían puesto un límite en junio. Incluso, después de la derrota con Colón, se habló de tres partidos clave: Newell’s, Boca y Lanús. River ganó los tres. «Ahora, que me chupen la p…», dijo el riojano.
9) El vestuario. Ramón, especialmente a través de Emiliano, había formado un buen grupo. La relación era estrecha. Quedó claro el último partido, cuando puso a Menseguez en lugar de Villalva, a pesar del pedido de la gente. El riojano no podía garantizarle un nuevo éxito a sus jugadores. Incluso, muchos están pensando en dejar el club.
Son 9 motivos, suficientes para dejar claro todo lo que el propio Ramón y los dirigentes no hicieron públicos en las insípidas conferencias de prensa que brindaron el miércoles.
Fuente: Clarín
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