El Papa encabezó una ceremonia religiosa en el estadio internacional de Amman ante unas 40.000 personas. Foto: Reuters
En lo que podría ser su máxima acercamiento con los fieles ante las fuertes medidas de seguridad, el papa Francisco ofició una misa para unas 40.000 personas en el estadio internacional de Amman.

En línea con lo que fue su primera intervención ante el rey de Jordania, el sumo pontífice volvió a destacar durante su misa la necesidad de resaltar la paz como solución a los conflictos de la región.

«La paz no se vende», manifestó durante la homilía. Agregó que debe construirse en base a gestos cotidianos y que se trata de un «don».

Flanqueado por dos fotografías de grandes dimensiones de dos de sus predecesores, Juan XXIII y Juan Pablo II, sobre un escenario, el papa Francisco aseguró que «el camino de la paz se consolida».

Ante una multitud, el pontífice tuvo palabras de ánimo y aliento para las familias cristianas de refugiados procedentes de Palestina, Siria y el Líbano que residen en Jordania.

El papa Francisco generó una verdadera revolución en Medio Oriente. En el trayecto del Palacio Al Husseini al estadio, en el papamóvil, el líder religioso fue saludado por miles de personas y varias mujeres le acercaron sus hijos pequeños para que los bendijera.

Fuente: La Nación