San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Gimnasia ganó en Avellaneda y quedó al acecho

gimnasiaBajo la luna de Avellaneda, el Lobo aulló y se escuchó hasta La Plata. Gimnasia hizo explotar de bronca a la gente de Racing con el 1-0 que se llevó del Cilindro para ponerse a sólo un punto de los líderes, Estudiantes y Colón. Tras un primer tiempo pobre, el visitante justificó la victoria en el complemento con el dominio de la pelota. Racing quedó preso de sus nervios. Hasta Motaza Merlo, figura inmaculada para los hinchas académicos, fue cuestionado por sacar a De Paul -el mejor de su equipo, anoche- por Aued.

De dominios alternados, el inicio del partido no fue de un nivel que invite al entretenimiento. Sería bastante optimista decir que fue golpe por golpe porque ninguno de los dos se animaba de movida a sacar la mano del bolsillo para pegarle al otro. Ni Racing ni Gimnasia supieron crear situaciones de real peligro en el área ajena. A los dos le faltaba la claridad suficiente como para concretar lo que insinuaban.

El juego no se estancó en la mitad de la cancha (zona de paso) y eso fue la causa de producir un encuentro abierto. Por los costados, Licht era punzante en el sector izquierdo y Mussis se corría de la zona central para aportar un poquito de dinamismo. Por el lado del local, la idea era la misma de siempre: aprovechar la velocidad de los rapiditos y salir de contraataque. Nada nuevo. De hecho, el arquero Luis Ibáñez (volvió a atajar después de diez meses en reemplazo del lesionado Saja), siempre salía jugando para alguno de los laterales.

De Paul lideró en Racing. Fue el mejor de la primera parte y tuvo la más peligrosa a los 35 minutos tras una gran jugada colectiva. Vietto enganchó por la izquierda, la metió para Viola, que de taco se la dejó a De Paul, quien definió a las manos del arquero. Los de Troglio apenas se aproximaban con timidez, con algunos remates desde afuera, como el de Gastón Díaz bien contenido por Ibáñez.

La gente de Racing está impaciente. No es novedad. Y eso repercute en el campo de juego. Hubo jugadas de sencilla resolución que terminaron con imprecisiones estimulantes de murmullos. Se le complica jugar a La Academia en este contexto, se nota en estos detalles que desnudan imperfecciones producidas por los nervios.

El único que parecía estar excento de esos síntomas era De Paul, que cuando agarraba la pelota algo creaba. Tuva una cuando pasó a tres rivales y remató cruzado, pero Monetti, siempre seguro, se quedó con su grito.

¿Del otro lado? Mussis marcaba los tiempos. Y de sus pies nació el gol. El medicampista la abrió para la subida de Gastón Díaz por la derecha, éste mandó el centro que conectó de cabeza Alvaro Fernández ante una mala salida de Ibáñez. Desde allí, creció el Lobo platense. Se hizo dueño del mediocampo, en la primera parte compartido, y no le dejó chances concretas de ataque a los de Mostaza Merlo, que tampoco ayudó con sus cambios.

Así y todo, Racing pudo cazar un puntito sobre el final, pero el cabezazo de Alvarado se topó con la magnífica respuesta de Monetti que se quedó con el cuarto triunfo al hilo de Gimnasia. Los silbidos del final exhibieron el descontento del público local, que ve como su equipo lejos de mejorar se hunde en el fondo de la tabla: está anteúltimo, dos puntos arriba de Arsenal.

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