San Rafael, Mendoza jueves 18 de abril de 2024

Entre decena de temblores, los chilenos tratan de volver a la normalidad

tsunamiCon réplicas cada seis minutos, según los expertos, los habitantes del norte de Chile trataban este jueves de normalizar sus vidas, tras el terremoto de magnitud 8,2 que sacudió tres regiones la noche del pasado martes, con un balance de seis muertos y cuantiosos daños materiales.

Las autoridades señalaron hoy que en la región de Arica y Parinacota se ha repuesto el 70 % del servicio eléctrico y el 90 % del agua potable, mientras en Tarapacá la reposición del servicio eléctrico alcanza al 72 % de los habitantes y la del agua potable al 67 %.

En esta región, el municipio de Alto Hospicio, cercano a Iquique y uno de los puntos más afectados por el sismo con unas 2.500 viviendas destruidas, y algunas pequeñas localidades del interior continuaban sin electricidad este jueves, mientras el agua potable era distribuida en camiones aljibe.

En la región de Antofagasta, la tercera afectada por el terremoto, los servicios básicos estaban totalmente normalizados, según un informe entregado por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).

El Gobierno, en tanto, advirtió hoy que perseguirá legalmente a los especuladores, tras denunciarse que comerciantes de Alto Hospicio e Iquique, principalmente, están cobrando precios abusivos por los productos de primera necesidad, como pan, agua envasada y combustibles, cuya distribución se ha dificultado por la falta de transporte causada por los daños en los caminos.

El portavoz de La Moneda (sede del Ejecutivo), Álvaro Elizalde, recordó que tales conductas están sancionadas por el Código Penal y por la ley sobre sismos y catástrofes, y afirmó que los especuladores «serán detenidos y puestos a disposición de la Justicia».

«La autoridad ejercerá todas las facultades que le confiere la ley para proteger a los ciudadanos que han sido afectados por esta catástrofe», afirmó.

La Onemi indicó que ya ha enviado a las regiones afectadas más de 50 toneladas de cajas de alimentos básicos, agua envasada, frazadas, pañales de bebé, útiles de aseo y colchones, entre otros elementos de ayuda.

En tanto, el Centro Sismológico de la Universidad de Chile indicó que tras el terremoto del martes hasta el mediodía de este jueves se han producido 265 temblores en la zona, de los que 29 han sido perceptibles, dijo a los periodistas Miguel Ortiz, jefe del Centro de Alerta Temprana de la Onemi.

El más potente de esos sismos ocurrió a las 23.43 horas del miércoles (02.43 GMT de hoy), con una magnitud de 7,6 en la escala de Richter, que llevó a las autoridades a decretar una segunda evacuación masiva en las regiones de Arica y Parinacota y Tarapacá, frente a la eventualidad de un tsunami.

Esta segunda evacuación afectó a 270.000 personas, que se comparan con las 972.000 evacuadas el día anterior, cuando la alarma de tsunami se extendió a toda la costa chilena.

Entre los evacuados esta vez estuvo la presidenta Michelle Bachelet, que pernoctaba en un hotel de Arica situado a sólo 40 metros de la playa.

La alarma fue levantada dos horas después, aunque mucha gente prefirió no volver a sus hogares y pasó la noche en áreas de seguridad.

Según Ortiz, en la región de Tarapacá, la más afectada por el terremoto, hay habilitados ocho albergues, en los que permanecen 1.313 personas, de las que 1.262 corresponden a Iquique, la capital regional, mientras en la región de Arica y Parinacota hay seis albergues, con una cincuentena de damnificados instalados.

Bachelet, que visitó hoy la localidad de Camarones, al interior de Arica, anunció que el Gobierno unirá las tareas de reconstrucción a un plan de desarrollo regional previsto en su programa.

«Cuando uno enfrenta un desastre hay varias etapas, la primera es la emergencia, la protección de vidas y esa es la etapa en la que todavía estamos», explicó la mandataria a través de una red regional de radios.

«Si bien es cierto que nadie quisiera que haya más réplicas, no podemos asegurar que no haya réplicas fuertes, con consecuencias», dijo Bachelet, que insistió en la necesidad de atender primero la situación contingente para después emprender las tareas de reconstrucción.

En la primera etapa se debe asegurar la provisión de los servicios básicos, y que los afectados tengan abrigo y comida, subrayó.

Remarcó además que las decisiones se tomarán en las mismas zonas afectadas. «Los grupos de trabajo se harán aquí, no en Santiago, porque no será desde Santiago que les diremos a los ariqueños qué tendrán qué hacer», sentenció.

Durante la tarde de este jueves la mandataria emprendió el regreso a la capital del país.

Fuente: El Sol

 

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