Allium sativum, el ajo, es una especie de planta tradicionalmente clasificada dentro de la familia de las liliáceas.
Es una planta perenne con hojas planas y delgadas, de hasta 30 cm de longitud. El bulbo, de piel blanca, forma una cabeza dividida en gajos que comúnmente son llamados dientes. Cada cabeza puede contener de 6 a 12 dientes.
Las variedades de ajo más conocidas son: el ajo blanco (que es el más común en Argentina, Chile y Uruguay), el rosado (muy común en Brasil), el rojo (de mayor tamaño y menor cantidad de dientes), el gigante y el negro.
Se consume desde tiempos ancestrales, variando sus usos a lo largo de la historia: en Egipto era usado creyendo que tenía una energía especial, en Grecia y Roma, se le atribuía la capacidad de aumentar la lívido sexual, en la Edad Media comenzaron a fijarse ya en sus fines terapéuticos, una práctica que sigue vigente hoy. En el Himalaya aún hay pequeñas villas en las zonas más altas en las que se utiliza en todos los platos ya que ayudan a oxigenar el cuerpo y fortalecer el sistema inmunológico.
En muchas partes del mundo hoy el uso del ajo esta más bien ligado a cuestiones gastronómicas.
Ingredientes activos del ajo
Los dientes de ajo crudos contienen grandes cantidades de un compuesto a base de sulfuro, llamado Aliina, así como la encima Aliinasa. Cuando el ajo crudo es masticado o machacado, estas dos sustancias se combinan, formando la Alicina.
Cuando se calienta el ajo, la aliinasa se vuelve inactiva, y este proceso de combinación no sucede. El ajo cocinado no tiene los mismos efectos terapéuticos que cuando se toma crudo.
El ajo, además, contiene aminoácidos, vitaminas, y minerales, principalmente selenio y germanio.
Una vez que entra en tu cuerpo, la Alicina es reducida a otros compuestos, tales como el disulfuro de alilo (es el responsable principal tanto del olor y sabor fuertes a ajo, como de muchos de los beneficios terapéuticos).
Propiedades medicinales
- Se usa para contrarrestar dolencias como las cardiopatías.
- Al ser un alimento rico en yodo, es especialmente recomendable para aquellos que sufran problemas de tiroides.
- Se trata de un potente antioxidante.
- Se usa también contra afecciones respiratorias, siendo reconocido su uso como potente expectorante.
- Además de ser un alimento altamente depurativo, también nos sirve para aumentar las defensas.
- Es el antibiótico natural más potente que existe, especialmente destacado para tratar las infecciones.
- Se utiliza para eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es uno de los mejores remedios, y aún en las especies difíciles de expulsar, se obtienen resultados sorprendentes.
Composición y propiedades nutricionales
- Carbohidratos: se trata del principal aporte del ajo, presenta un nivel bajo de grasas.
- Vitaminas B3, B5, B6 y C: componentes esenciales como estos nos ayudan a mejorar nuestro sistema inmunitario, que a la vez nos protegerá de virus e infecciones.
- Calcio: al igual que la leche, el ajo es una fuente natural de calcio especialmente recomendada para aquellos que sufren problemas de huesos.
- Hierro, magnesio, fósforo, sodio y cinc.
Valor nutricional Ajo crudo por cada 100 g
- Energía 150 kcal
- Carbohidratos 33,06g
- Azucares 1g
- Grasas 0,5g
- Proteínas 6,36g
- Niacina (vit B3) 0,7mg
- Acido pantoténico (B5) 0,596mg
- Vit B6 1,235mg
- Vit C 31,2mg
- Calcio 18,1mg
- Hierro 1,7 mg
- Magnesio 25mg
- Fósforo 153mg
- Sodio 17mg
- Cinc 1,16mg
- Yodo 4,70 µg
Beneficios, propiedades y usos del ajo
· Mejora el sistema cardiovascular: El ajo ayuda a reducir los niveles de colesterol en la sangre y mejora el sistema cardiovascular en general. Esto se debe a que regula la producción de colesterol por parte del hígado y además aumenta el nivel del bueno (HDL) y reduce los niveles del colesterol dañino (LDL). El ajo una vez en nuestro organismo ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, facilitando la circulación sanguínea y ayudando a prevenir problemas como la arteriosclerosis.
· Es un antibiótico natural: es muy efectivo contra ciertos microorganismos que a veces son inmunes a los medicamentos. También posee propiedades antiparasitarias y combate a parásitos como la Tenia (solitaria).
· Altos contenidos vitamínicos: sabemos que el ajo es una importante fuente de vitaminas A, B1, B2 y C. Esto significa que ayuda por ejemplo a mantener más joven, más fuerte y saludable la piel, mejorar la vista (aunque en exceso puede ser contraproducente) y prevenir afecciones respiratorias, ente otras tantas cosas. También posee propiedades antiinflamatorias y es una buena opción para combatir los problemas frecuentes de los resfriados y prevenir la gripe.
- Para problemas pulmonares: machacar ajo y dejarlo reposar por 15 minutos antes de mezclarlo con agua y hacer una especie de gárgara. Llenar la boca con la mezcla de agua y ajo, luego, sin tragar, con la cabeza inclinada hacia arriba, debes poner la boca como si fueras a soplar, pero en vez de ello, tendrás que inhalar a través de la boca, el poder curativo del ajo actúa sobre la mucosidad en las vías respiratorias, liberando las bacterias que lo afectan.
- Para el dolor de muelas: masticar un diente de ajo y dejar que el bolo rodeé la zona de la muela afectada. Puede que arda un poco, pero, al cabo de unos minutos, el ardor desparecerá y el dolor de muelas se reducirá bastante.
- Para las enfermedades del hígado: contra los cálculos, arenillas y congestiones de este órgano. Para ello se tomará en forma de vino, la cantidad de una copa; preparándolo de la manera siguiente: a medio litro de vino blanco se agregan tres dientes de ajo finamente picados y se deja macerar un día, se filtra y luego se calienta antes de usarlo.
- Para la diabetes: para esto se tomará en ayunas un diente de ajo hasta que baje la cantidad de azúcar de la orina.
- Para la presión arterial alta: para aliviar síntomas de nerviosos, dolor de cabeza, vértigos, cansancio, etc. que a menudo son debidos en una presión alta de la sangre.
El ajo obra en la alta tensión arterial, como vasodilatador de los capilares y arterias.
La tintura de ajo, se prepara añadiendo a un litro de alcohol de 40 grados, unos 500 grs. de ajo bien picado, se le tiene en maceración por largo tiempo, y luego se filtra para usarlo. La dosis, será de 30 gotas cada día, en tres tomas, pudiendo tomarse con leche. - Como vermífugo y febrífugo: se emplea en infusión de leche o caldo como vermífugo (elimina las lombrices) y febrífugo (baja la temperatura), en decocción en leche o caldo, en jarabe(que se prepara hirviendo una parte de ajo en dos partes de agua, con igual cantidad de azúcar y se administra 2 o 3 cucharadas diarias).
Los ajos en cocimiento aplicado en enemas, también da buenos resultados contra las lombrices. - Las enfermedades de la vía respiratoria: Sorprendentes son las virtudes del ajo en las enfermedades de la vía respiratoria en general, como: Tuberculosis, neumonía, bronco-neumonía, catarros, bronquitis, catarros bronquiales crónicos, congestión pulmonar, pleuritis, resfriados, tos sanguinolenta, tos ferina, asma, etc. Para combatir la tuberculosis se usará un bulbo entero de ajo diario, comiéndolo en varias porciones y en cualquier forma, crudo, ligeramente dorado al horno o en salsa con yema de huevo y aceite, de ninguna manera hervido, ya que por ebullición pierde sus propiedades medicinales.
Para las enfermedades bronquiales se usa con buen éxito el preparado siguiente (ajos 200 grs., azúcar refinado 700 grs., agua 1000 grs.). Se hacen hervir los ajos en agua y luego se agrega unos 700 grs. de azúcar refinada; administrando tres cucharaditas al día. En el tratamiento de bronquitis crónicas y para sacar completamente la abundante expectoración presente en los efectos pulmonares da buenos resultados el extracto de ajo (en una botella provista de una buen tapón se pone 40 gramos de ajo bien lavado y cortado en pedazos pequeños, luego se agrega 100 grs. de 90 % de alcohol, la mezcla al principio será turbia pero después se tornará perfectamente clara al cabo de 5 o 6 días. El líquido limpio, es un extracto medicinal que se puede conservar perfecta por años).
También como anti-catarral, se puede utilizar el mismo extracto, tomando de 15 a 30 gotas en un poco de agua caliente. - Aplicaciones externas del ajo: El ajo es esencialmente excitante, rubefaciente (que enrojece la piel), y vesicante (que produce ampollas en la piel) y por ello se utiliza en aplicaciones externas, en forma de cataplasmas sobre el vientre, contra humores fríos.
En casos de catarro gastrointestinal se recomienda las cataplasmas de ajo en la espina dorsal. En zumo el ajo se emplea contra las verrugas, sarna, tiña, etc. En Rusia acostumbran dar de comer o tomar infusión de ajos lo más caliente posible, contra mordeduras o picaduras de animales ponzoñosos, y luego se somete a un baño de vapor para que sude mucho.
Además se puede emplear el ajo en la hidropesía, ictericia, hemorroides, várices, estreñimiento, dolores de oídos.
Contraindicaciones
Si se sufre de hemorragias, ardores estomacales, hipertiroidismo, disminución de plaquetas en sangre, o se está bajo tratamientos con anticoagulantes o hemostáticos, es importante consultar con un médico antes de consumir ajo. Este producto consumido en grandes cantidades puede producir irritación intestinal y en algunas personas alergias. Lo recomendable es que se consuma de 1 a 2 ajos diarios y no más.
….¿sabías que?…
Para efectos terapéuticos, es recomendable consumir algún suplemento con capa entérica, y con una dosis de entre 4.000 a 5.000 gramos de Alicina, lo que equivale al contenido de un diente de ajo de 4 gramos.
Para combatir su fuerte olor y el mal aliento, se recomienda masticar unas hojas de perejil, menta fresca o apio, que ayudan a quitar ese olor debido a sus altos niveles de clorofila. Luego de masticar estas hojas se recomienda enjuagar la boca con agua y algunas gotas de limón.
Un refrán dice “Ajo cocido, ajo perdido” esto nos indica que cocido el ajo no tiene las mismas propiedades.
Gentileza. www.susanaperucca.com.ar
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