Otra vez hay rumores de posibles alejamientos en la conducción económica del Gobierno. En los últimos días comenzaron a escucharse rumores sobre un gran fastidio que envuelve al titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega.
Según comentaron fuentes de la propia entidad, Fábrega está sumamente molesto por la falta de respuesta que tiene el Ministerio de Economía a los problemas concretos que enfrenta el país.
Uno de los asesores de BCRA aseguró que “el Banco Central cumplió en este poco tiempo con lo que tenía que hacer, que era parar la sangría de reservas monetarias y la corrida cambiaria”.
“Nosotros hicimos con éxito nuestro trabajo, se paró la pérdida constante de reservas, se logró paulatinamente estabilizarlas y también se consiguió estabilidad del tipo de cambio, pero el problema es el manejo de las otras variables económicas”, agregó el asesor.
Sin dudas, el propio Fábrega y su entorno están cuestionando duramente la falta de medidas del Palacio de Hacienda y particularmente la gestión de Axel Kicillof como para generar confianza y recuperar la actividad económica.
Y por eso es que comenzaron a surgir versiones de un eventual alejamiento de Fábrega, ya que el fastidio no sólo sería por esa falta de respuesta de la política económica, sino por la decisión de Kicillof de intervenir directamente en decisiones que hacen a la órbita exclusiva del titular del BCRA.
No obstante, en Casa de Gobierno aseguran que en las últimas horas han logrado “contener” en cierta forma el fastidio de Fábrega, por lo menos, por ahora.
Doble indemnización. Frente a los crecientes conflictos gremiales y el inicio de suspensiones y despidos que se vienen registrando desde el comienzo de año en diversos sectores, se supo en las últimas horas que en los despachos del Ministerio de Trabajo se están analizando reimplementar la aplicación de la doble indemnización como una forma de disuadir a los empresarios.
Algunos de los popes de la industria y el comercio mantuvieron contactos con el Gobierno en estas últimas horas y según comentan en la propia Unión Industrial Argentina (UIA) el tema está siendo analizado por el Ejecutivo, más allá que oficialmente se desmienta.
“Es la única herramienta que tienen para parar lo que puede ser una clara tendencia de despidos y suspensión de personal por caída de ventas, menores consumos y aumentos de costos”, remarcó el mismo ejecutivo de la UIA.
La realidad es una sola, y es la muestra de la gente en la calle, donde hay cada vez menor poder adquisitivo, que los sueldos rinden mucho menos y que el consumo se viene estancando.
Fuente: Parlamentario
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