El kirchnerismo ya no es el único que financia a los violentos, que en sus territorios reciben apoyo oficialista y opositor; a Porto Alegre, en ómnibus, viajarán 650 hinchas, la mayoría de clubes de ascenso
La cumbre barra iba a ser la semana pasada en la cancha de El Porvenir, pero el reciente ataque a la casa del presidente del club, Enrique Merelas, los obligó a modificar la sede. El objetivo del encuentro, de todos modos, no cambió en lo más mínimo: el desafío es reconstruir la agrupación Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) camino al Mundial de Brasil.
Ya no son como antes 58 barras bravas de distintos clubes ni tienen un líder político tan identificado como lo era el kirchnerista Marcelo Mallo durante la excursión a Sudáfrica, en 2010. El grueso de HUA está conformado ahora por barras del ascenso y con las de algunos pocos equipos de primera. Y a diferencia del Mundial pasado, la agrupación no cuenta esta vez con el kirchnerismo como única fuente de financiación. Apelan a la ayuda de sus nexos políticos en cada uno de sus territorios de influencia. Así, desde las sombras, el apoyo puede ser variado, con aportes tanto de oficialistas como de opositores.
Habrá 30 ómnibus a disposición de HUA
A fin de mes partirá una primera comitiva a Brasil para allanar lo que será el desembarco, en junio. A este primer viaje no irán más de diez barras. En Porto Alegre los espera Hierro Martins, el jefe de Guarda Popular, la barra brava de Inter, uno de los clubes más populares de la ciudad. Martins mantiene desde hace años vínculos con los referentes de las hinchadas de Independiente, Godoy Cruz, Platense, San Telmo y Huracán. Compartió con ellos el paraavalanchas en un partido entre la Argentina y Brasil, jugado en 2011, en el estadio Mario Kempes de Córdoba.
La cúpula de HUA, en el encuentro de la semana pasada, informó que la idea es ir a Brasil en diez micros, con 65 pasajeros en cada uno. Se hospedarán «en un predio de Inter», en Porto Alegre, y estiman quedarse en el Mundial tanto como dure la estada del seleccionado nacional. Y un dato que no es menor: de los 650 posibles viajeros, ninguno de ellos tiene hasta el momento entradas para los partidos de la Argentina, según confiaron a LA NACION.
Hierro Martins reconoció su relación con las hinchadas argentinas y se excusó vía e-mail de dar mayores precisiones sobre el acuerdo con los argentinos. Sin embargo, hace un mes, dio detalles en una entrevista con el diario Olé: «Hace tiempo estamos trabajando para alojar a mis colegas argentinos acá. Vamos a tener lugar disponible para los 300 que ya avisaron que vienen, sin problemas. Y seguro podemos recibir hasta 500 en un sitio del distrito Partenón. Seré el encargado de alquilarles los micros para que los días de partido se trasladen a las distintas sedes. Habrá 30 ómnibus a disposición de HUA».
En su momento, el liderazgo de HUA fue asumido por los referentes de las barras de Independiente, Lanús y Huracán. Para Brasil, el reparto de las jerarquías parece haber cambiado: la voz cantante la llevan por ahora las barras del ascenso, con Platense, El Porvenir y Tristán Suárez a la cabeza, y algunas del interior, como la de Rosario Central, Godoy Cruz y Talleres, de Córdoba.
LA HISTORIA SE REPITE
Pero hay algo que no se modificó con respecto al Mundial pasado: la mayoría de los ideólogos del viaje tienen antecedentes en la Justicia. Sobre la mayoría de ellos pesa el derecho de admisión en los estadios argentinos. Otros estuvieron vinculados al crimen del barra de River Gonzalo Acro o compartieron el centro de detenciones Lindela Holding Facility, en Sudáfrica.
A partir de sus estrechos nexos con el sindicato de los camioneros de Hugo Moyano, la barra de Independiente ya está preparada para viajar, pero tal vez lo haga por las suyas, sin ser parte del grueso de la comitiva de HUA. Podría pasar lo mismo con la hinchada de Lanús y Quilmes. Todos ellos quedaron furiosos con Mallo tras el escándalo con los deportados en Sudáfrica. «Mallo le entregó al Gobierno el listado de todos los miembros de HUA», se quejaron los barras sobre su viejo nexo político.
Mallo aseguró ayer a LA NACION estar alejado de las barras. «Abandoné el proyecto después del Mundial tras los ataques de los medios dominantes. Con algunos quedé en contacto y con otros no», dijo. ¿Cuál era por entonces el proyecto del dirigente kirchnerista? «De una buena vez por todas los muchachos tienen que ser reconocidos por los clubes como acomodadores en los estadios. Además, si el día de mañana los líderes de las hinchadas son transmisores de ideas para la comunidad, bienvenido sea. Pueden ser conductores sociales, fiscales en las elecciones.»
Los referentes de HUA quieren evitar los problemas que les impidieron el ingreso a Sudáfrica. Por eso, asesorados por un equipo de abogados, muchos de ellos apuran los trámites para exhibir que sus antecedentes delictivos no son excusa para no poder salir del país ni para ingresar a los estadios brasileños. Los trámites de los barras están a tono con lo que se anticipó en la edición de ayer de LA NACION sobre las recomendaciones que hará el Gobierno a los viajeros al Mundial que posean «causas penales en trámite».
LA EMBAJADA COMPARTIRÁ INFORMACIÓN
La embajada argentina en Brasil, al igual que otras representaciones diplomáticas, está alerta ante el desembarco de los barras de Hinchadas Unidas para el Mundial. «Las autoridades policiales y de seguridad, tanto federal como estatales de Brasil, están teniendo reuniones con cada uno de los países que participarán del Mundial para lidiar con los grupos violentos de las hinchadas, como los barrabravas argentinos o los hooligans ingleses», respondió el embajador Luis María Kreckler en una entrevista con LA NACION. «Se está compartiendo información para identificar a los grupos, a sus líderes y luego vendrán los responsables de estos temas en cada país para una mayor coordinación de las actividades de contención», abundó Kreckler. Y añadió: «Pero yo creo que el Mundial va a ser una fiesta para todos, no podemos permitir que estos grupos opaquen la celebración».
Fuente; Diario Nación
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