Por la intervención del Gobierno en el mercado de la carne, la Argentina se encamina a incumplir por séptimo año consecutivo con las exportaciones de la cuota Hilton, el cupo de 30.000 toneladas de cortes de alto valor que se vende a la Unión Europea. El incumplimiento significaría una pérdida de divisas para el país de unos US$ 134,26 millones.

En el último mes, ante la subas de los precios internos , la Secretaría de Comercio frenó las exportaciones, trabando la entrega de permisos de exportación de todos los productos, incluidos los de la Hilton. Así, volvió a afectar un negocio que el año pasado representó US$ 330 millones, pero que podría haber aportado otros US$ 120,17 millones extras si el país no hubiera incumplido.

Para este ciclo de embarques, que comenzó en julio del año pasado y se extiende hasta junio de 2014, el escenario no se ve mejor. Según un informe de Néstor Roulet, productor y ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en los primeros siete meses del ciclo sólo se embarcó un 40% de la cuota. En rigor, hasta enero pasado se despacharon 12.025 toneladas.

Si en los primeros siete meses se vendió el 40% del cupo, para dar por cumplido ese compromiso comercial en los cinco meses que quedan se tendría que exportar el 60% restante. Según Roulet, no hay suficiente cantidad de novillos gordos como para cumplir con la demanda y los frigoríficos exportadores tampoco tienen capacidad de faena.

Aun manteniendo el ritmo de embarques de los últimos meses, sólo se alcanzaría un volumen total de 21.426 toneladas. Es decir, quedarían sin cumplir 8574 toneladas, que en dinero representaría una pérdida de divisas de US$ 134,26 millones. Para Roulet, que no se exporte el total de la cuota significa una «falta de visión estratégica», en especial cuando este cupo apenas es el 1,15% de la producción de carne del país, pero es el negocio más caro para exportar, ya que la tonelada promedia US$ 15.660.

«La cuota Hilton sólo representa el 1,15 % de la producción de carne en el país, por lo que no cumplirla es realmente una falta de visión estratégica. Estas 8574 toneladas que no se cumplirían, el 0,33% de la carne que produjo el país en 2013, no inciden en el mercado interno, ya que sólo le agregarían a la dieta de los argentinos 214 gramos de los 65 kilos que se consumen por año por persona», expresó Roulet.

Si se computa lo que el país perdió por divisas en estos siete años de incumplimiento, la cuenta total asciende a US$ 632 millones.

«Fue a partir de la intervención negativa del Gobierno en el mercado cárnico del año 2006 el comienzo de esta falta de cumplimiento», apuntó Roulet.

La situación de la Argentina respecto de la cuota Hilton contrasta con lo que ocurre en Uruguay. El año pasado, ese país solicitó ante la Unión Europea (UE) incrementar su cupo de apenas 6300 toneladas. Si bien aún le faltan embarcar unas 2000 toneladas del ciclo actual, las autoridades descuentan que cumplirán ese compromiso.

Uruguay no sólo busca crecer en la cuota Hilton, donde cada país exportador entra con la carne a la UE con una tasa del 20%, sino que pretende hacerlo también en la llamada 481, que llega a Europa sin aranceles. A esta última cuota, que representa un total de 48.300 toneladas manejadas por los importadores, la Argentina todavía no pudo acceder. En cambio, Uruguay podría colocar este año 9000 toneladas, 35% más que en 2013.

En diciembre pasado, el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, había manifestado que «no puede ser» que la Argentina no cumpla con la Hilton. Textualmente, dijo: «Cumplir con la cuota Hilton no es sólo un problema de negocio; para nosotros es un problema de estrategia comercial de la Argentina».

Fuente: La Nación